40

405 33 0
                                    

Mai estaba teniendo un día de mierda. Una historia de Instagram le había puesto en la cara una realidad que no desearía haber visto.



Joe y Film de paseo por la playa muy acarameladitos.



Meena llegó al mediodía y, al verla triste, se encargó de cocinarle algo rico y de hacerle un concierto privado con sus canciones favoritas, para animarla.



La chica agradeció el gesto, pero no pudo esbozar ni un atisbo de sonrisa por más esfuerzo que la navarra pusiera.


- Esta noche ceno en casa de Lucía, así no me quedo solita - anunció la chica tras mensajearse con una de sus mejores amigas, que estaba más que dispuesta a estar con ella en esos momentos-.



- Me parece perfecto, cariño. Así también te distraes un poquito. Seguro que te viene bien una noche de chicas.


Una nueva notificación sonó en el móvil de Mai , quien la revisó con desgana.


La castaña leyó un par de veces los mensajes que acababa de recibir, haciendo que una sonrisa enorme le creciera en la cara casi sin permiso.


- ¡Mamá, Aoom quiere poner la portada que hice para el EP en su nueva exposición! ¡No me lo puedo creer! - gritó entusiasmadísima sin poder evitar dar un bote en el sofá-.



A Meena le dolía la cara de sonreír tan ampliamente al ver como Mai había pasado de tener la cara más larga del mundo a poder iluminar Tailandia entero con su sonrisa de ilusión.



- ¿En serio? - se interesó la morena, tan contenta como impaciente por saber más-.


- ¡Sí! Dice que, a parte de los siete cuadros que me contaste, quiere que mi portada ocupe una pared entera. ¡Con una plaquita con mi nombre y todo!



- ¡Qué pasada, Mai ! - la abrazó con ternura mientras la chica releía la información para seguir dándole detalles a su madre-.


- Me propone que si quiero, que claro que quiero, me pase por la galería el día que me vaya bien para preparar la ilustración y que se pueda convertir a formato físico sin que pierda calidad...


Meena escuchaba a su hija con atención, pero no podía parar de perderse en sus manos nerviosas sosteniendo el teléfono y en sus ojos abiertos de par en par por el entusiasmo.


- Seguro que aprendes muchísimo, Aoom trabajó de diseñadora gráfica un tiempo.


- Es una oportunidad genial, mamá. Espera... - frunció el ceño Mai - se lo has pedido tú.


- No, no. Te juro que no - le contestó muy seria-. De hecho, Aoom  sólo me pidió permiso ayer para proponerte algo y yo no he sabido ni lo que era hasta ahora.

MAI | MEENBABEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora