Capitulo 32

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Capitulo 32: divorcio.

Garabateo en mi cuaderno el ensayo (o intento de uno) del fragmento de un libro que la profesora perra-tos falsa- Halowey nos leyo y la verdad es que si Ana sigue riendose asi la terminare golpeando.

No puedo concentrarme con su chillona voz y esas carcajadas falsas.

Voy a tirarle esas putas extensiones y luego...

-señorita Browen- dice la profesora interrumpiendo mi mantanza imaginaria de la-zorra- Ana.

-¿si?

-¿y su ensayo?

-ya casi.

-¿y la tarea?

¿Habia tarea? La miro confundida y ella apunta la pizarra.

Comenten en grupos de a tres (maximo cuatro) sobre su ensayo durante el resto de la clase.

Ups. No lo vi.

-em... Yo...

-espere. Vere algun grupo para usted.

Francis hoy no habia venido asi que estaba sola.

-encontre un grupo, vaya.

Me apunta el final de la sala y a regañadientes me paro para encontrar a Elliot y Ana hablando.

¿Que? ¿en serio?

Maldigo en voz baja y camino para acercame a ellos, aclaro mi garganta y me encuentro con la afilada de Ana pero nada de Elliot.

-la profe me envio.

Rueda los ojos y me siento algo incomoda.

-¿que pasa con tu novio?

-no tengo.

-¿y Francis?

Elliot me mira ligeramente y parece molesto.

-no, no es mi novio.

Busco la mirada de Elliot para que me ayude a cambiar el tema y lo logra.

Habla sobre el libro y ella se acerca al punto de estar frotandose contra el.

Por Dios. Que puta.

-Nice- dice Elliot.

-¿que?

-tu ensayo.

-no lo hice.

Hubo un par de burlas por parte de Ana pero yo solo me concentre en escribir el ensayo.

-¿necesitas ayuda?

No me di cuenta de que Elliot estaba tan cerca hasta que escuche su voz a centimetros de mi. Lo mire y estaba tan cerca que casi podia sentir sus labios.

Concentrate.

-estoy bien.

-es asi.

Hace un par de anotaciones y entre los dos terminamos mi ensayo.

Por suerte/maldicion Ana se aclara la garganta y se pone a hablarle sobre cualquier tema para ella volver a ser el centro de atencion.

Volvieron a lo suyo y solo los mire, Elliot no volvio a acercarse pero cada celula mia era conciente de lo cerca que estubo hace poco.

Algo nerviosa cuando tocaron me pare silenciosamente pero alguien me agarro.

-Ana no molestes.

-no soy Ana .

Me voltee a mirarlo y pasaron varios segundos antes de normalizar mi respiracion.

-dile a Sam que mañana nos juntaremos en casa de Ana ¿te doy la direccion o...?

-Francis. Se llama Francis y ya se la direccion de Ana. Gracias.

De un tiron quite mi brazo y no hizo ademan de agarrarme.

Sabia donde ella vivia.

No importa cuanto hiciese para alejarlo porque siempre terminaba haciendome daño.

Copie rapidamente la actividad de la pizarra y sali antes de siquiera pensar en mirarlo o algo. No podia.

***

Llegue a casa 15 minutos antes (cortesia de Charlotte) y sin tocar llegue y entre.

Siempre habia sido asi pero de haber sabido lo que veria habria salido corriendo.

Mama estaba parada en un lado de sala, su rostro rojo de la rabia y no paraba de tirarle cosas a papa.

El estaba gritandole al otro lado a la par de evitar lo que le tiraban.

-¡ERES UN IMBECIL!

-¡AL MENOS ME PREOCUPO POR MI HIJA!

-¡Y UNA MIERDA. TE DESPIDIERON Y AHORA NO TENEMOS NADA POR TU CULPA!

-¡¿QUE QUERIAS QUE HICIERA?! EL IMBECIL ME INSULTO E INCLUSO SE BURLO DE NOSOTROS, ESTABAS AHI Y LO DEJASTE!

-¡ES EL PUTO JEFE ¿QUE MAS HAGO!

-¡DEFENDER A TU HIJA!

-¡¿POR QUE?! JAMAS LA QUISIMOS. EL TENIA RAZON, GRACIAS A ELLA NUNCA ME ASCENDIERON Y SINO ME HUBIESE EMBARAZADO NUESTRO MATRIMONIO NO ESTARIA TIRANDOSE POR LA BORDA! Ella lo arruino todo. Como la tenia a ella no pude trabajar y a ti te bajaron de puesto.

-el dinero no importa.

-si lo haces.

-¿eso es lo que te importa? -dije entrando.

Ambos se voltearon a mirarme y desee estar muerta.

-¿un error soy? Lo siento. Por joderte la vida ¿ese era el problema? Por eso me odias.

-callate Nice.

-¡NO!

Me miraron sorprendidos, yo jamas gritaba ni nada frente a ellos.

-no se porque sigues aqui.

-por ti- casi me escupe.

-ya no- susurra papa- nos divorciaremos.

Mama tenso su mandibula y disparo dagas con sus ojos hacia mi.

-bien. Como quieran.

Lanzo los brazos al aire y tomo su cartera mientras se dirijia a la salida.

-suerte por que la necesitaras. Y suerte con lo de Juilliard... Si es que tu padre te lo puede pagar.

Con eso cerro la puerta de un portazo.

Entre dos edificiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora