vínculos - cap 7 (2/4)

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Valentina pov

Su actitudes me dejaban sin entender nada, era graciosa claro, pero había una energía avasalladora de su parte. Era bastante intensa. Si no voy a negar que se me hacía sumamente atractiva, quizás jamás miré a una persona tanto como a ella y tampoco nadie que he conocido tenía esa personalidad tan bella. No había pasado ni un día completo y ya parecíamos una pareja de 10 años discutiendo por cualquier cosa. Salió del baño enojada.

- no creas que son celos, yo soy muy segura de mi y se que no me gustan las mujeres. Eso es algo que tengo muy claro. Y puedes acostarte con cuantas quieras, no me interesa lo que hagas en tu intimidad. Después de todo estás trabajando para mí.
Ahora sí ya se terminó de ir al fango. Suspiré ya que estaba fastidiada.

- intenta ya dejar de ser tan injusta conmigo. Al final soy yo la que te está salvando la vida.
No iba a decir nada más, tampoco iba a intentar interactuar con ella. Me conocia, sabía lo dura que era.
Me paré y se desespero por llegar a mi. Está vez no quería que me toqué.

- lo siento fui una estúpida, no debí decirte eso. La verdad estoy algo confundida en lo que hago y digo.
La miré y sus ojos se llenaron de lágrimas, para de la nada llorar. Me desconecto. No quería verla así, ella era muy alegre. La traje a mi y me abrazo sin pensarlo.
- lo siento de verdad. No quise lastimarte o tratarte mal. Eres la única que quiero tener aquí conmigo ahora...
Hizo una pausa, se distanció, tomándome de los hombros y alejándome, me miró.
- y no porque seas mi guarda espaldas.
Hubo una pausa dramática y ambas comenzamos a reír. Ella se reía mientras limpiaba sus lágrimas. Era la mujer más tierna.
Luego volvió a abrazarme.
- no me alejes de ti, por favor...
Claro, igual estamos encerradas en una habitación. Muy lejos no podemos irnos.
Volvimos a reírnos. Parecíamos dos locas, estás cosas eran nuevas en mi vida. Había una ambigüedad de no entender y amar sus locuras.
La tomé de su cintura y la intenté alejar.
- dije que no me alejes.

-¿Pero qué? ¿ahora vamos a estar abrazados todo el tiempo?

- seguro quieres estar abrazada con otras.
Se alejo y cruzó los brazos, ya empezó de nuevo.

- no se de que hablas. Pero ya vas a empezar.
Me fui hasta la cama, estaba algo cansada, mientras todo estaba tranquilo quería descansar un poco. Me saqué las zapatillas y me acosté. Sentí como se sentaba en la cama. Eso me dejaba más tranquila, no quería que esté muy lejos mío, saqué el arma de mi cintura y coloqué bajo la mesa de luz

- ¿Vamos a dormir?

- quiero descansar un poco en realidad. No sé si podré dormir.
Sentí como se acostaba a mi lado.

- ¿me quieres mirar?

- no
Sabia me había dolido lo que me dijo.

-¿Por qué no me quieres ni ver?
Parecía una niña, me giré a verla. Estaba muy cerca, mi corazón comenzó a latir muy rápido, me acaricio el cabello.
- tienes la punta de tu naricita bien roja. ¿Estás con frío?
La temperatura si había bajado y ambas estábamos con ropas cortas. Ella se acercó más y acaricio mis piernas, con las suyas, que estaban frías. Acaricio mi cabello y me entreguen a sus caricias, siguió por mi rostro y me tocó el lunar que tengo sobre el labio.
- me gusta que tengas este lunar aquí.
Abri los ojos y la miré, podría jurar que se veía más sexy así acostada a mi lado acariciando mi cara. Ella me miraba de una manera intensa, puse mi mano en su cintura que estaba desnuda, porque la remera que traía era corta. Tenía un ímpetu terrible por acariciarla, pero no lo haría, no quería ser irrespetuosa. Ella se acercó más a mi cuerpo. Maldije estaba siendo una tortura, me debía mentalizar que ella no tiene interés en mi. Aunque todo indicaba que si. Esto me tenía súper dudosa. Se acercó y olio mi perfume, tener sus labios tan cerca era una maldita tentación. Cómo me encantaría chupar sus labios. Lambi mis labios, para frenar el deseo. Estaba sintiéndome como una maldita depredadora, me desconocía.
- eres muy sexy cuando haces eso.
Levanté la vista hasta su mirada. Debía alejarme o intentaría besarla y esto no está bien. Solté el agarré y me coloqué boca arriba en la cama.
- ¿porque te alejas de mi?
Giró mi cara para que la mirara.
No quería decirle directamente que me era sumamente atractiva. Pero quizás así se alejaría un poco de mi y la tortura desminuiris.

- mira eres muy atractiva y realmente intento no ser inrespetuosa. Porque tú sabes que  a mi si me atraen las mujeres.

- ¿te parezco atractiva?
Dijo con una voz ronca, muy sensual entreabrio sus labios y mordió su lengua. Estaba loca por besarla. Pero sabía que me daría un golpe o arruinariamos todo. Colocó una pierna sobre mi cadera. Maldita tortura.
- ¿soy tu tipo?
Ella estaba jugando conmigo.

- ¿acaso estás jugando conmigo?

- no, solo quisiera saber. ¿Soy tu tipo?
Lambio sus labios

- eres realmente linda...
No sabía que decir ya no soportaba tanto deseo, le agarré de la nuca y tomé su cabello, gimió por el agarré. Ella despertó un deseo incontrolado en mi, la traje cerca de mis labios, rozo tortuosamente sus labios sobre los mios. No sabía si hacerlo, no sabía que pasaría si lo hiciera. Su mano fue a mi rostro. Abrió sus labios y paso la parte interna del labio inferior por los míos.
Lo atrapé con los míos y comencé a besarla. No podía creer el deseo que tenía de hacerlo, desde el momento que la vi. Sabía que necesitas esto
Sus labios eran cálidos y su ímpetu era fuerte. Ella me besaba con deseo, yo dejaba que lo hiciera, mientras disfrutaba su intensidad. Cuando intentaba alejarse yo la besaba atrapando su labios inferior. En un momento sentí que nos faltaba el aire, mi mano fue a acariciar su costado y abdomen.

Luiza pov

No podía creer Valentina besaba increíble, tenía esa manera dulce, pero a la vez caliente de besarme con mucho deseo. Había besado muchos chicos a lo largo de mi vida y con seguridad podía decir que este beso era el mejor que me habían dado. La forma de dejarme que la bese o de atacar mis labios cuando bajaba mi intensidad. Sentía una electricidad correr por mi espalda, cuando acaricio mi abdomen. Saqué mi lengua y ella la succionó. Estaba realmente exitada. Cómo es posible que con un solo beso estaba sintiendo todos esto. La falta de aire hizo que ella dejara pequeños besos en mis labios y luego en mi mejilla, era muy dulce.
La miré sus pupilas estaban súper dilatadas, mi corazón parecía que quería salirse de mi pecho.

- besas muy bien.
Me acerqué y le acaricie su nariz con la mía.

- mejor paremos aquí, porque a ti no te gustan las mujeres.
Dijo de una manera pícara y ambas nos reímos, era muy seria, que haga ese chiste después del gran beso que nos dimos, supongo era bueno. Le di un golpe en su brazo.
- lo malo que tu si a mí.
Mordí mis labios la forma que lo dijo me encantó. Tomé su rostro sin pedir permiso y la bese nuevamente. Sus labios eran súper deseables...

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