cap 12 - encontrarte

88 4 1
                                    

Luiza pov

El día de ayer a su lado había sido un sueño, valentina era demasiado atenta, cuando cocinamos colocamos música y nos reímos mucho. Ella normalmente era bastante seria, pero amaba comenzará a abrir su alma conmigo. Le saqué a bailar y su manera de acariciar mi cuerpo me dejaba deseosa. Era demasiado extraño lo que me hacía sentir, quizás con ninguno de los chicos con los que había estado sabía exactamente como y dónde acariciarme o tocarme. Sin embargo la dos primera vez que estuvimos juntas sexualmente, con ella mi cuerpo experimento sensaciones únicas, hasta mis orgasmos tenían sentido y forma. Creo que antes hasta los había fingido en algún punto. Pero con Valentina explote de placer, como jamás lo había hecho. Sin hablar de sus besos, por favor esos besos son tan adictivos, si pudiera pasarme la mitad del día besándola, no me pasaría nada mal.
miré sus labios, así dormida eran súper besable. se veía tan tierna y adorable. Mordí mis labios, era evidenten el deseo que sentís por ella. Pensar que hace unos días ni se me hubiera cruzado por la cabeza estar con una mujer, no por prejuicios, si no que no he sentido atracción a este nivel con ninguna anterior a conocerla a ella, hasta eso despertó en mi, la primera vez que la Vi ya estaba encantada. Quisiera saber que explicación científica existía para todo esto que estaba sintiendo. Me puse a recordar como me hizo temblar, llorar en esos orgasmos y era realmente inentendible.
Ahora ella estaba durmiendo y pensar en todo lo que hicimos ya hizo que mi cuerpo reaccionara. Le había dicho que no habria más intimidad hasta que ella no me permitiera tocarla. Pero ahora que me había contado todo, sería más  respetuosa con su cuerpo... Wou su cuerpo, eso también debo admitir, valen tiene un cuerpo de infarto. Está mujer es de otro planeta, el destino me presento a la mas hermosas de todas las mujeres, es una musa, con una sensibilidad unica, esa manera de mirarme, de acariciarme, de sonreírme, de sonrojarse por cualquier cosa.

- mmm cambio un beso por esos pensamientos
Me asusté ella me estaba mirando.
- me quedé dormida
Rei, era sumamente tierna. Sus mejillas coloradas como su nariz y su piel más pálida. Esos ojos verdes preciosos, que tenían otra tonalidad más clara.

- ¿no eras que me tenías que proteger? Y así dormidota no vamos a hacer nada.
Ella rio preciosamente, me acerqué a abrazarla, coloqué una pierna sobre las suyas, acaricie con mi nariz su mejilla.

- es tan lindo despertar así.
Acaricie su rostro, cuello y baje mi mano hasta su hombro, para volver a llevarla a su cuello, deseaba demasiado que me besara, pero ella estaba dejándose acariciar. Mordí mis labios mientras miraba los suyos, colocó una mano en mi pierna y acaricio mi piel, acerque más mi pelvis a su costado.
Giró y me miró, su mirada oscurecida ya la conocía muy bien, sabía que estaba deseando, tanto como yo de sentirnos juntas, le sonreí y mordí mis labios, insinuando lo que necesitaba, ella siguió mis movimientos, lamió sus labios y trago saliva. No sabía porque no me besaba.
Ya me estaba empezando a desesperar, me puse boca arriba ya no le insitiria más. Ella se acomodo y me miró desde arriba.

- no te alejes, siento frío.
Estaba fastidiada, no quería decirle nada, suspiré.
- ¿lu?

Valentina pov

No sabía que estaba sucediendo, si ella me había despertado y estaba sumamente cariñosa, que le hizo cambiar de actitud. Sabía estaba enfadada porque si algo tenía luiza era sumamente expresiva con su cara.

- ¿lu?
Se giró al lado contrario del mío, Pero me colocó su trasero perfecto contra mi pelvis, ya la imagen de ella así apoyada en mi, me dejaban al límite, pero no sabía que hacer, si podía o no tocarle, ella había Sido clara anoche, pero todo esto era más fuerte que yo, puse una mano en su cadera trayendo más su trasero a mi.
Fui rápido a su abdomen, la acaricie, Pero no suavemente, tenía demasiado deseo por ella, fui hasta su top, no sabía si tocarla o no, debía respetar lo que me indico anoche. Miré su cuello y la bese lenta, pero con mucha decisión.
Sentí un gemido y mi mente de nublo, metí mi mano dentro de su top y ataque sus pechos, su pezón estaba exacto, era el termómetro justo para darme cuenta que ella estaba en igual posición que yo.
Me apoye en mi codo y levanté un poco de la cama, ella entendió y giró a mirarme, bese su cuello, luego su mejilla y por fin bese sus preciosos y perfectos labios, debería ser un crimen tenés los labios tan besables. Bese a Luiza con mucha pasión, está vez no había control en mi, mi lengua entro en su boca y ella la chupo, maldije, ella me hacía perder los sentidos. Apreté su seno y gimió en mi boca, no me importaba si solo me dejara masturbarla ya estaría satisfecha.
Sentí que agarró mi pierna y la puso sobre su abdomen, su mano acaricio mi pierna con fuerza y apretó mi nalga, subió su mano por mi costado y apretó mi pecho, su mirada me desnudaba el alma, el fuego en mi útero era demasiado, se acercó, corrió mi camisa y dejo pequeños besos húmedos en mis senos, era la primera vez que alguien tenia esa osadis conmigo...
Un ruido en nuestra ventana, nos sacó de la burbuja dónde habíamos entrado, salte sobre luiza y tomé mi arma, se volvió a oír otra vez el golpe fuerte.
Me dirigí a la puerta la abrí rápido y apunte. Era un niño pateando una pelota en la ventana. Dejó inmediatamente de hacerlo al ver mi arma y yo la guarde apresurada.

- alejate de aquí niño, si quieres conservar tu pelota.
Asintió con énfasis, tomó su pelota y corrió. Miré a los costados habían varios niños y unas señoras tomando algo, pero bastante alejados.
Cerré la puerta y Vi a luiza parada expectante cerca de la cama.
- era solo un niño.

- que susto, ese niño que le pasa para golpear así la ventana.

- estaba pateando una pelota por eso el ruido y las ventanas son de metales. Por eso el ruido estruendoso.
Me servi un vado de agua y me senté en la silla. Ella me miraba sin moverse del lugar donde quedó parada, estire mi mano
- ven conmigo.
Me sonrió y camino sensualmente hacia mi, se subió a horcajadas, lo que me pareció sumamente sexy.
La abrace, sentir su cuerpo calentito en este día tan frio era la mejor sensación.
Ella me abrazo con fuerza, podía oír el latido de su corazón apresurado. Suspiré, acaricie su espalda intentando calmarla.

- que susto me dió ese niño.

- lo sé bebé, lo que no entiendo es la madre que no lo supervisa, como para indicarle está mal hacer eso.

- Es que hay cada una.
Esa frase me hizo acordar a la mia y dolió en lo más profundo.
Pareciera ella se dió cuenta, su mirada se volvió tierna, me dió un beso suave en la boca.
- no te preocupes, ahora yo estoy contigo, los demás que se jodan.
Nos Luiza tenía un humor estupendo. No recuerdo haberme reído tanto, como con ella.
Y su estómago se hizo oír.
Nos reímos nuevamente
- el también quiere opinar.

- ¿quieres que cocinemos algo?
Asintió como una niña, luego acaricio mi cuello y me llevó hasta sus labios, no desaprovecharia está ocupación.
El ritmo era lento, lleno de ternura, sus besos eran súper tiernos, aunque cuando rozaba su lengua en mis labios, me daban ganas de hacerle algo más. Pero fui dejando besos pequeños en su mejillas, para poder hacerle algo rico de almorzar.

- ¿vamos?

- ¡claro!
Salio de mis piernas y ya sentí el frío. Busque una cosas en la heladera.

- yo no sé hacer mucho en la cocina, pero puedo ayudarte.
Le di otro beso y acaricie su abdomen.

- amaría me ayudarás. Voy a prender la radio, así que escuchamos un poco de música, ¿quieres?

- me encantaría
Dijo de una manera muy insinuante y se me erizo la piel. La verdad que ella me encantaba y mi cuerpo al tenerla cerca se activaba solo.

INDIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora