Novela sobre HxH.
Un Omega, Gon, y su meta personal de encontrar a su padre lo llevan por un mundo de travesías y crueldades en una sociedad regida por estereotipos.
■ 76k palabras en total.
■ El principio de esta historia no me pertenece, al igual...
Había pasado un tiempo del último encuentro con la Araña. Killua y Gon no sabían nada de Hisoka, ni de Leorio o Kurapika.
Leorio estaba muy mal, por testimonio de Gon, tenía fe en que se iba a recuperar, pero en el momento no podía pensar de otra forma que no sea pesimista. Ahora prefiere verlo con optimismo, pensando en que Leorio está vivo, sano y salvo.
Kurapika había dejado en el lugar el libro de autoría Freecss, "Viaje al Nuevo Mundo". En el tiempo que transcurrió ambos lo leyeron, tal y como hacían antes de pelearse. Mientras uno cocinaba o barría, el otro leía en voz alta. Era largo, pero no tardaron mucho en terminarlo.
Parecía una guía de un cuento fantástico, en el mismo se contaba que existían seres mitológicos y sobrenaturales, las características de los mismos y sus ecosistemas, sumado a la inmensidad de peligros como enfermedades o patologías. Era otro mundo, literalmente, dentro del mismo mundo que habitaban. Les costaba creer en todo lo leído, pero, impulsado por Gon, tenían fe que todo sea verídico y no parte de otro engaño.
El libro empezaba con una portada común, simple, de cuero e hilos dorados. Parecía ser el único ejemplar hecho, porque todos los escritos habían sido de manera manual.
Sumado a todo lo anterior, existía una serie de páginas que indicaban técnicas y habilidades detalladas hasta el más mínimo detalle, como también las bendiciones y sus características; había de todo, hasta los Pactos Divinos. Se detalló que uno los puede hacer si tienen al menos dos bendiciones de la Tierra (se necesita 3 para activarla, por lo que aunque uno no pueda activar Terrasanta, podrá ejercer un Pacto Divino).
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—¿Dónde iremos ahora?— Preguntó Killua. —Sino recuerdo mal, antes de pelearnos estábamos buscando en ruinas antiguas, aunque ahora tenemos más pistas, tú decides—. Se desligó de la responsabilidad.
—En el libro daba créditos a la mayoría de personas de las que adquirió conocimientos, entre ellas estaban Kite, Leorio... pero también mencionó a una chica de pelo rubio, no escribió ni su nombre ni qué le enseñó, aunque aclaró que había sido importante—. Gon infló las mejillas, no le gustaba que dejen las cosas ambiguas, sin conclusión.
—Había sido importante...— Repitió para si mismo. —¿Tienes idea de qué podría ser?
Gon lo miró recriminándolo. —Tú también puedes pensar—. Killua rio y dirigió su mirada a cualquier otra parte.
—Tú piensas, yo actúo, tu ordenas, yo hago, fácil, ¿no?— Contestó, mientras levantaba los hombros.
Gon colocó una sonrisa pícara. —El Alfa más Puro que existe...
