6.2

167 16 3
                                    

Un alma contenta, un corazón triste [2400 palabras]

En la balcón viendo el amanecer, así estaba Gon, pensante. Pensaba sobre diferentes cosas que pasaron en su viaje, cosas que en sinopsis le sirvieron para ser como es; desde las interacciones con Leorio y Kurapika, hasta su mini-alianza con las Arañas. Había hecho cosas, moralmente, malas pero eso ya no importaba.

El sol pegaba en su cara y la brisa desacomodaba sus cabellos. Estaba mirando hacia el horizonte. Sintió como alguien abría la puerta de detrás suyo, para pronto notar la humanidad de Killua posarse a su lado, compartiendo la vista. Sonrió íntimamente y apoyó su cabeza en el hombro del otro, que no se sorprendió ante el contacto.

—Buenos días, Killua—. Expresó Gon, despegando su cabeza.

—Buenos días—. Saludó, bostezando. —¿Qué piensas?

Gon suspiró, levantando los hombros. —Hoy nuestro viaje se acaba, lo sabes, ¿no?— Sonrió amargamente. Killua correspondió la sonrisa amarga.

—Nuestro viaje no acaba Gon—. Habló, tomando valor, agarrando la mano izquierda de Gon con sus dos manos. —Nuestro viaje recién empieza—. Dijo, mirándolo a los ojos.

Los corazones de ambos se aceleraron y ambos sonrieron de manera tímida, desviando la mirada hacia el horizonte, con las mejillas sonrojadas.

—Idiota—. Dijo Gon, mordiendo su labio, con los ojos brillantes, ya característicos. —Ya sabes a lo que me refiero... no quiero que todo esto se acabe.

—Gon—. Volvió su mirada a él. —Esto no era una simple meta o un objetivo, esto era tu sueño. Lo sé, lo viví, por eso te acompañé. Veía... veo, la ilusión de tus ojos, y toda la felicidad que desbordaban cuando descubrías algo sobre tu padre.

Gon rio, cantarinamente, pegando un golpe despacio, cariñosamente, en el hombro del más alto. —Gracias.

—¿Por qué?—. "No dije nada que no sepa", pensaba.

—Por nada—. Le sacó la lengua en forma de burla, entrando a la sala, preparándose para salir. Killua lo miró perplejo.

El lugar era poco turístico, perdido en el mapa e intrascendente por donde se lo mire

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El lugar era poco turístico, perdido en el mapa e intrascendente por donde se lo mire. Una isla, a lo lejos se veía, ese era el lugar. Iban en un silencio sereno y firme, con dudas pero también con certezas, hacia un puesto que alquilaba viajes tanto de ida como de vuelta.

—Por viaje de ida y vuelta—. Pidió Killua, adelantándose a Gon en el pedido. Ya habían tenido malas experiencias al ser Gon el que se presentara, debido a su condición de Omega. Colocó el dinero necesario sobre la mesada.

El hombro miró curioso, el viaje era caro, y ya había mandado bastantes lanchas para la misma isla.

El hombre señaló hacia la puerta, que conducía hacia el puerto donde los esperaba un chófer con su lancha; todo esto sin despegar su mirada de Gon.

Un Omega Diferente || Wattys 2021 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora