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Final [850 palabras]

Un largo, pero tampoco tan largo, tiempo después.

Había mucha aglomeración de gente en el lugar, enorme y con lujos, además de personas reconocidas y famosas. Sumado a los conocidos solo por ellos, como los amigos de la escuela, desde Ikalgo hasta Palm, o incluso la familia Zoldyck y los únicos 2 Freecss que quedaban. Mito miraba desde primera fila, feliz, muy, muy feliz, a pesar de contratiempos y de errores severos, Gon se había forjado y este era el resultado de su travesía.

Killua había mejorado su relación con su familia, tampoco es que le importara, pero era un punto a favor el hecho que ahora respetaran a Gon y a Alluka.

Era el día de la boda. Alluka había sido elegida como dama de honor. También, parecía que desbordaba felicidad, casi como su hermano.

También estaban compañeros efímeros de sus aventuras, como Bisky o Wing.

Era todo al aire libre, y el clima había sido favorable para todos, un día celeste coloreado por algunos manchones blancos.

Todos se sentían resguardados, era extraño. Existía una sensación de protección, nadie lo quería decir por miedo al ridículo, pero todos sentían que los Astros estaban viendo este momento.

Killua esperaba en el altar a un Gon que venía tortuosamente lento, con una estética poco común y una elegancia tan marcada que generaba mariposas el solo hecho de observar los ojos iluminados y brillantes, hermosos, de Gon. No tenían explicación científica, y la gráfica no detallaba las sensaciones que producía el ver eso en vivo.

El corazón de ambos latía muy rápido, tanto que ambos juraban que podía salir volando en cualquier instante.

Killua estaba vestido de forma elegante y clásica para un distinguido Alfa Puro y Gon, optó por algo distinto, no tan común, así es él, debido a que llevaba un traje color marrón claro, y con la característica de tener un velo, que habitualmente llevaban los Omegas, sin importar el género.

Ambos se miraban, Gon avanzaba, pero el tiempo parecía detenerse, quería caminar rápido, pero su mirada no se despegaba del otro; si caminaba rápido seguro se caería, de igual forma no pasaría nada, estaba Killua para protegerlo y sanarlo.

Gon llegó al altar y se posó al lado de Killua, habían lágrimas por doquier y orgullo por parte de los más fuertes.

Netero se ofreció como intermediario para el casamiento. No había mayor honor que ese para Killua.

—Bueno—. Comenzó, dando pie al silencio por parte de la multitud. —Habéis venido aquí, hermanos, para que los Astros, nuestros Dioses, garanticen con su sello vuestro amor, ante el pueblo de los Dioses, aquí congregado y presidido por su ministro. Hoy, con un nuevo título, la Luna va a bendecir vuestro amor, el Sol os enriquecerá y la Tierra les dará fuerza, para que os guardéis siempre mutua fidelidad y podáis cumplir con vuestra misión de casados. Por tanto, ante esta asamblea, os pregunto sobre vuestra intención—. Sonrió, comenzando con el ritual.

Gon intercaló miradas de felicidad entre Netero, la gente y su momentáneo novio.

—¿Venís a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?— Preguntó.

—Si, venimos libremente—. Contestaron ambos, tal y como habían ensayado, una lagrima amenazaba con caer de sus ojos. Gon estaba haciendo un puchero, Killua sonrió enternecidamente.

—Si vienen libremente, ¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del matrimonio durante toda la vida?

—Si, estamos decididos—. Contestaron al unísono.

—Así pues, ya que queréis contraer santo matrimonio, unid vuestras manos y manifestad vuestro consentimiento ante los Dioses y sus seres queridos. El Alfa, por favor.

Ambos unieron sus manos, sin despegar sus miradas el uno del otro. —Yo, te quiero a ti, como esposo y me entrego a ti, y prometo ser fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida—. Agarró la mano de Gon con más fuerza. Desbordaban felicidad.

Le tocaba a Gon. —Yo, te quiero a ti, como esposo y me entrego a ti, y prometo ser fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

—Señoras y señores, la unión ha sido oficializada para los Astros, y volviendo a un tono más informal y siguiendo las viejas e interminables costumbres, jóvenes, Gon Freecss y Killua Zoldyck, pueden besarse.

Ambos rieron, de vergüenza, se pusieron tímidos al final, eran un desastre. Estaban a punto de llorar, estaban demasiado felices como para pensar en profundidad. Acercaron sus bocas y se rieron nuevamente cuando estaban a escasos centímetros.

Killua tomó la iniciativa y atacó con un beso profundo y muy sentimental, que expresaba deseo, pero también amor, mucho amor. Rozando sus labios y con los ojos cerrados, sentían claramente lo que expresaba el uno al otro, "estoy entregado, y me gusta estarlo, si es contigo".

Gon sintió que perdía el equilibrio apenas separaron sus labios, apoyándose en el pecho de Killua, riéndose nuevamente. Killua sonrió, feliz.

—Te amo Killua, mi Alfa refunfuñón—. Expresó Gon, tocando su mandíbula son sus dedos.

Killua rio levemente, "¿refunfuñón?"  Negó con la cabeza manteniendo su sonrisa.

—Y yo a ti. Te amo Gon, mi Omega diferente.

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Un Omega Diferente || Wattys 2021 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora