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El funeral de Osvaldo sería en una semana. ____ y Roier habían sido amablemente invitados por Valeria, teniendo la esperanza de quizá ver a Samantha y aclarar algunas cosas después del velorio.

Realmente, sabían que podían discutir, porque nadie estaba preparado ni pensó nada, así que solo verían que decir en el lugar. 

[🌟.]

El día llegó, Roier y ____ estaban mas que nerviosos.
Al llegar al lugar, vieron a muchos amigos y familiares del fallecido. Todos menos a Samantha.

—Roier, ____, llegaron— Valeria se acercó a ambos, abrazandolos. —Gracias por venir. Aldo, Juan, Ari y Alexis están por allá.  Y Rodri, Iván, Ama y Oscar allá.— Señaló los lugares. —Se ven tristes, bueno, entiendo, pero distraídos de la situación.— Comentó, ladeando la cabeza.

—Si, bueno...Samantha huyó hace unas semanas. Pero, no importa, vinimos a apoyarte.

____ asintio, dandole la razón a su esposo.

—Pues, gracias, supongo...Pueden ir, yo debo esperar a los demás.— Suspiró, mirando el suelo. Sin duda seria algo incomodo, mas sabiendo que Samantha estaría allí en unos 10 minutos.

Más familiares llegaron, dejando a Valeria esperando a Samantha y Felix. Luego de unos minutos, una camioneta negra con ventanas oscuras se estacionó frente al lugar del entierro.

Unos segundos, y el carro se apagó, dejando ver como una pareja bajaba. Felix, con el cabello peinado de una manera no tan formal y ropa oscura, playera azul marino, chaqueta negra y pantalones del mismo color. Zapatos converse negros con blanco.
Samantha, sin maquillaje (cosa normal en ella) pero notablemente algo enferma. Su cabello bien cepillado, aunque hubo un cambio en el, se lo pintó de café oscuro, casi llegando a negro.
Un vestido corto pero no ajustado, color oscuro.

—Sam, Felix.— Dijo sus nombres, saludando a la pareja. —Me alegra que hayan podido venir.— Sonrie, abrazando a la peli-cafe. —¿Cómo han estado?—

—Bien. ¿Y tu, Vale?, esto ha de ser algo cansado.— Respondió el hombre de aquel grupo, pasando su brazo derecho sobre los hombros de su novia, dandole las llaves del auto. —¿Quieres mi sudadera?, ya hace frío.— Pregunto a la misma, aunque sus intenciones era cubrir el pequeño pero notorio escote en el pecho del vestido.

Valeria los vio con una sonrisa; a pesar de su apariencia, Samantha se veía feliz y segura.
La mas baja se puso gustosa la chaqueta, siendo abrazada de nuevo.

—Seh, algo, pero, me ayudaron, gracias.— Hizó un silencio. —Será mejor pasar.— Aviso, haciendose a un lado para que ambos pudieran entrar.

[🌟.]

Decepción, eso sentían ambos.
¿Samantha los dejó por Felix?, ¿su ex obsesionado con ella?, no sabía ni que decir.

Se veía mal, no se veía como su Samy. Incluso su cabello estaba pintado en un color negro o café, no podían saberlo bien gracias a la distancia.

No querían dejar de lado a su amigo, asi que solo la ignoraron un buen tiempo, aunque notando cuanto los veía Samantha con tristeza.

Hubo un momento donde hubo contacto visual, siendo interrumpudo por Felix, que se acerco a su oído para decirle algo y Sam rápidamente miró de nuevo el ataud.

—¿Crees que este bien?— Murmuró Roier, agradece el poco ruido en la habitación, gracias a eso nadie lo escuchó.  ____ miro el suelo, encogiendose de hombros.

—No lo sé. Se ve mal, no como nuestra Samy.

—Ya no lo es. Ya no es nuestra chica...Quizá sea eso.— Suspiró, tomando con un poco mas de fuerza la mano de si esposa. —Quisiera que aun este con nosotros.—

—Yo igual.

[🌟.]

Ambos corrieron apenas la vieron salir de allí. Felix ya estaba en el auto, y ella se quedó para despedir a algunos, o llorar con otros.

—¡Samy!— Gritó ____ al verla ya lejos, casi al otro lado del cementerio. Esta los miro un rato, hasta que Felix le grito para que se apresurara, dijo algo y se acerco a ellos.
Al menos tuvo la valentía para poder ir.

—¿Qué?

—"¿Qué?"...— Repitió Roier, enojado. —¡¿Solo dirás eso?!—

—¡Roier!, ¡dijiste que estarías tranquilo!— Regañó ____, suspiro y se acerco a Samantha con total calma. —Hija de puta.— Murmuró, soltando una cachetada a la mejilla derecha de Samantha, la cual por fin tomó color.
No dijo nada, sabía que se lo merecía.

Posó su mano sobre donde había recibido el fuerte golpe, lamentando haber huido.

𝐒𝐚𝐥𝐯𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 #2 (Roier & Riversgg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora