I Like Your Mom | Jenlisa G!P

XXI. Otra bebida

Jennie no podía apartar la mirada del par de chicas que bailaban ganándose la atención de muchos a su alrededor, sobretodo de Irene, quien no dudaba en aprovechar hasta la más mínima oportunidad para poner sus manos sobre el cuerpo de Lisa y restregarse contra ella de forma provocativa en cada movimiento. Ella era quien debería estar con Lisa en lugar de aquella mujer, no obstante, se encontraba sentada "escuchando" el parloteo de su ebria exesposa; entre comillas porque llevaba rato sin poner interés en lo que fuera que estuviera diciendo, simplemente se reía para pretender que sabía de lo que estaba hablando.

—Me recuerdan a ti y a mí cuándo estábamos en la universidad —habló Yerim, consiguiendo que Jennie fijara sus ojos en ella por primera vez desde que Lisa y aquella barman comenzaron a interactuar —. ¿Te acuerdas de esa fiesta en casa de Jackson? Fue antes de que terminaran las vacaciones de verano.

—Sí, vomité por lo menos tres veces en esa misma noche —Jennie torció los labios volviendo a sentir el desagradable sabor en su boca.

Para cuando Jennie volteó a donde estaba mirando antes, ya había perdido de vista a las más jóvenes.

—Bebiste de más —se rio —. Incluso olvidaste cómo caminar y...

—Intentaste cargarme, pero terminaste tirándome al suelo —completó el recuerdo —. Te reíste mientras yo me quejaba y no me levantaste, estuve en el piso hasta que Jisoo y Rosé llegaron a ayudarme.

—Creo que tengo fotos de esa noche en mi vieja computadora; te veías graciosa con la cara llena de tierra.

—Jódete —la maldijo, a lo que Yerim soltó una carcajada en lugar de sentirse ofendida.

La música había cambiado por una con un ritmo más suave, entonces Irene aprovechó para robarse a Lisa y llevarla lejos del centro, en donde había menos gente y menos ruido para poder conversar sin la necesidad de alzar la voz para ser escuchadas.

—Oye, Lisa —Irene habló primero —. No te voy a mentir, la verdad es que me pareces muy atractiva. Eres completamente mi tipo.

—Gracias...

—¿Me darías tu número de teléfono? Tal vez podamos hablar y quedar para salir después —sugirió. Segura y directa con sus intenciones.

—Lo siento, yo... ya tengo a alguien —Lalisa declinó con amabilidad.

—Eso pensé, pero aun así tenía que hacer el intento —Irene sonrió para nada afectada por el rechazo de la otra chica —. Es la pelirroja, ¿verdad?

—¿Es tan obvio? —Lisa hizo una mueca al mismo tiempo que sus cejas se elevaban —. Intentamos mantenerlo en secreto.

—Bueno... pues tendrán que ser más discretas con las miradas —Irene le aconsejó —. Ella no dejaba de vernos mientras bailábamos; parecía que quería matarme. Creo que está celosa.

—¿Celosa? No lo creo. Lo que tenemos Jennie y yo es algo informal, nosotras solo... —Lisa no sabía cómo poner en palabras o explicar cómo era que funcionaba la relación que ella y Jennie formaban. Ella entendía la mecánica de su vínculo, pero no estaba segura de ser capaz de hacerlo fácil de entender para otras personas.

—Son amigas con derechos —sentenció Irene en base a sus suposiciones —. Si quieres, yo también podría ser una de esas para ti —le dedicó un guiño.

—Eh... —Lisa tragó nerviosa. No diría que Jennie y ella eran esa clase de amigas, pero tampoco sabría cómo etiquetarlo. Tal vez no tenían una etiqueta.

—Estoy bromeando —Irene se rio —. Pero sí me gustaría que volviéramos a vernos y quizá salir; como amigas normales, claro —esclareció.

—Eso estaría bien —Lisa accedió; Irene se veía como alguien agradable, alguien con quien podría forjar una buena amistad.