—¿Entonces vinieron desde Tailandia cuando tenías nueve años? —pregunta Jennie.
—Sí. Una agencia coreana se ofreció a patrocinar a mi mamá, pero la condición era venir a vivir hasta acá.
—¿En serio? —dice con asombro; yo asiento con la cabeza —. ¿Cuál era su trabajo?
—Modelo.
—Ah, ya veo por qué eres tan bonita —me muestra una sonrisa dulce que no puedo evitar imitar —. Tu madre también era muy bella.
—Lo era —concuerdo.
—Toma —Jennie pica un trozo de sandía con un palillo y lo extiende en mi dirección, abro la boca para comer la fruta de un solo bocado —. ¿Está dulce?
—Sí, pero no tanto como tú —respondo arrepintiéndome en el instante en que veo a Jennie arrugar la cara de la vergüenza. Siento pena por mí misma —. Perdón, me pasé de cursi —escondo mi rostro entre mis manos, ocultando mi evidente sonrojo.
—No pasa nada —Jennie se ríe—. Oye, significa que puedes hablar cinco idiomas —regresa a la primera conversación —. Tailandés, coreano, inglés, mandarín y francés —los cuenta con los dedos de las manos —. Qué inteligente.
—Yo diría que cuatro y medio porque el francés aún no termino de dominarlo —me encojo de hombros.
—¿Ya revisaste algo sobre las tutorías?
—Sí, de hecho mandé mi solicitud hace unos días.
—¿Y qué te dijeron?
—Que van a asignarme un tutor cuando regresemos de vacaciones.
—Suena bien —dice Jennie —. Ya solo quedan dos semanas, ¿no?
—Así es —suspiro. Los días se me habían pasado como si de horas se tratase, el nuevo semestre ya está a la vuelta de la esquina y no me siento del todo preparada, pero quiero pensar que las tutorías van a ser de gran ayuda.
Ambas nos quedamos en silencio tras mi respuesta, pero no es algo incómodo, al contrario, se siente bastante natural.
—Ahora vuelvo —Jennie se levanta del sofá y abandona la sala.
Mientras tanto, ocupo ese breve espacio para revisar los mensajes en mi bandeja de entrada; hace unos minutos había escuchado las notificaciones, pero no me había dado el tiempo de leerlos.
Mathilde:
Hola, cariño. ¿Cómo estás?Lisa:
Hola, abue. Bien, ¿y tú?Mathilde:
Bien, gracias. ¿Ya cenaste?Lisa:
Todavía no, abuela.Mathilde:
¿Quieres venir a cenar? Stefano está preparando lasaña.Lisa:
Me encantaría, abue. Solo voy a casa por un abrigo e iré directo para allá.Mathilde:
¿Estás fuera?Lisa:
Estoy en casa de Jennie.Mathilde tardó un par de minutos en enviar el siguiente mensaje.
Mathilde:
Tráela contigo. Tu abuelo dice que quiere conocerla.

ESTÁS LEYENDO
I Like Your Mom | Jenlisa G!P
Fiksi PenggemarYo sé que probablemente esto es una de las peores cosas que se le pueden hacer a una mejor amiga, pero por más que lo intento no puedo evitar sentir lo que siento. Y no estoy hablando de ella, sino de su mamá. > Lisa g!p