Lo quiero todo - Ereri (adaptación)

CAPÍTULO 13

Había pasado una semana desde que Levi le había contado algo de su plan a Jean. El alfa primero se negó rotundamente ya que eso de usar a otra persona para dar celos no era para nada su estilo, pero luego de una semana de pensarlo y luego de recibir ese día un nuevo y doloroso rechazo por parte del omega que le gustaba, entraba a la oficina del omega azabache sin tocar. Mostrándose por primera vez frustrado y desesperado frente a su jefe.

- Lo haré, te seguiré el juego, Levi.

- Wow, hace una semana prácticamente me mandaste a la china ¿te rechazaron de nuevo?

- Y hoy fue peor que las otras veces, lo único que hice fue poner una flor y explotó conmigo cuando nos encontramos en el ascensor como si le hubiera regalado un invernadero completo. Está tan reprimido sentimentalmente que me trata mal para no permitirse sentir algo, me dijo que era un crio que solo estaba detrás de un juguete nuevo, ni siquiera se ha permitido conocerme ¿Así como sabrá que no soy como otros alfas?

- Vaya, eso es una mierda... Pero tranquilo, te prometo que Armin se dará cuenta de lo genial que eres. - el omega le sonrió y mordió su labio dudando si contarle que él ese mismo día intentaría acelerar sus movimientos y jugadas.

- Ya dímelo, Levi, sé que me quieres decir algo, que mi miseria no te detenga...

- Ayer me llegó esto. - el omega sacó un pequeño frasco con un líquido rosáceo en su interior. - Son feromonas concentradas de omega en celo, las usaré en Eren hoy.

- ¿Eh? ¿Algo como esto existe? - Levi soltó una carcajada al ver la delicadeza con la cual el menor alejaba el frasco de él luego de que lo había tomado para mirarlo más de cerca. - Pero Levi, ¿no será algo contraproducente? Después de todo son feromonas de otro omega.

- En realidad... Son mías, intensificadas químicamente, pero mías, al fin y al cabo. - respondió con el pequeño frasco nuevamente en su poder. - Necesito que vayas por mí en 10 minutos a la oficina de Eren y me saques con un muy, muy, MUY buen pretexto y tienes que ser fuerte, también te afectarán y conociendo a Eren, y si esto hace el efecto que espero, no dejara que me alejes de él ¿Okay?

- Entiendo. - respondió Jean con seguridad, viendo como el mayor se levantaba y arreglaba su ropa y rostro para verse perfecto, siendo el pequeño parchecito que escondía el pequeño hilo de costra en su pómulo lo único que podía quitarle algo de perfección.

- Deséame suerte Jean. - dijo mientras caminaba hacia la salida de su oficina. - Si todo sale bien... Seré un hombre feliz y triste al mismo tiempo.

- Suerte Levi. - le deseó el alfa antes de que el contrario saliera y se encaminara al ascensor para ir a su lugar de interés, suspirando abrió el frasquito poniéndolo como si fuera un perfume en la piel de su cuello y unas gotitas detrás de sus orejas. Tomó grandes bocanadas de aire desde que salió del ascensor hasta antes de entrar a la oficina, luego de que la secretaria de su mejor amigo lo anunciara se mentalizo, era ahora o nunca.

- Hola pequeño ¿Ocurre algo?

- ¿Debe pasar algo para venir a ver a mi mejor amigo y jefe?

- Literalmente solo vienes cuando necesitas mi firma o algo respecto a la empresa, nunca a hacerme una visita social. Así que es entendible que dude... - el alfa se encoge de hombros y mira a su amigo atentamente jadeando por lo bajo al sentir algo diferente en el entorno. Levi estaba igual de lindo que siempre, luciendo tan bien en ese traje azul que incluso Eren aceptó para sus adentros que si un alfa cortejaba a su amigo era tan malditamente comprensible.

- Yo... Amm... Tengo una cita. - murmuró el omega mientras se acercaba y sentaba frente al mayor. - Pero necesito un consejo.

- ¿Consejo? Nunca los has necesitado para una conquista. - el alfa miraba a su mejor amigo hasta que cierto aroma dulzón llegó a él, había encontrado lo distinto en el ambiente, Levi estaba liberando olor, un olor que nunca había podido oler debido a los supresores que su mejor amigo tomaba desde adolescente. - Levi... ¿Por qué hueles así?