Lo quiero todo - Ereri (adaptación)

CAPÍTULO 29

Un gemido de placer salió de los labios de cierto omega al sentir una serie de besos por su espalda desnuda, el alfa había comenzado por los hombros hasta llegar a los hoyuelos en su espalda baja y subía hasta sus hombros para repetir el recorrido.

Levi sonreía sin abrir sus ojos aún, estaba feliz, eran las 2 de la tarde y habían dormido solo 3 horas porque acompañaron a la noche, recibieron el amanecer y disfrutaron de hacer el amor hasta que ya no pudieron más y literalmente cayeron agotados sobre la cama deshecha. Estaba satisfecho y feliz con su corazón enamorado y el récord de orgasmos vividos en una noche más que sobrepasado.

El alfa se había despertado con una parte de su anatomía más que despierta a pesar de la noche vivida, pero se encargó de besar cariñosamente la espalda del azabache, con cariño, amor y ternura, como si fuera a romperse al más mínimo movimiento brusco.

Algo que lo hacía sonreír porque había conocido y hecho el amor en posiciones que probablemente solo alguien tan flexible como Levi podían hacer placenteramente. Nunca se había considerado pasional o un adicto al sexo como muchos otros que solo pensaban en eso, el sexo con las pocas parejas que había tenido solo habían sido convencionales en el ámbito de que no pensaba todo el día en estar con ellas y solo lo hacían de vez en cuando. Al parecer eso le pasó factura porque la noche anterior inmediatamente de un orgasmo tenía una nueva erección. No había dejado descansar al omega hasta que no pudo más con lo sensible que estaban su pene y entrada del menor. Por lo que debían descansar.

Eren jadeó cuando vio que los ojos de Levi eran un azul intenso por unos segundos antes de volver a su lindo tono gris. Él quería ver esos ojos hasta que muriera.

- Buenas tardes, amor ¿Estas bien? - El omega asintió con una sonrisa antes de girarse y jalar al alfa por el cuello para besarlo.

- Estoy perfecto. - susurró acariciando los brazos del alfa. - Nunca me has dicho si significan algo. - comentó mirando los tatuajes en el brazo del mayor.

- No todos tienen un significado, cuando te fuiste hubo un tiempo en el que sentí que no había vivido mi juventud como correspondía y me casé muy pronto, así que fui a un estudio y empecé con cuatro que me habían gustado, así hasta que terminé con el brazo casi completamente tatuado. Historia los odió. - comento sin pensar.

- Me encantan... creo que te ves sexy con ellos. - el azabache pasó por alto la mención de la beta, después de todo, había estado años con el alfa que no soltaría por nada del mundo. - Por poco y me hago uno hace años, pero me acobardé.

- También te verías sexy con un tatuaje... Aunque no necesitas nada para verte malditamente sensual. - susurró el alfa dejando un beso en medio de su pecho, disfrutando del contacto de la piel de Levi. - Tenemos los boletos para pasado mañana. ¿Qué quieres hacer hoy?

- Mmm... si te digo que el amor ¿Es muy codicioso? - ambos rieron antes de darse un beso que terminó en un gemido de protesta por parte del omega al sentir como el contrario se levantaba y obviamente se alejaba de él.

- Tenemos mucho tiempo para hacer el amor, bebé... Pero primero debes comer, no lo hemos hecho en más de 15 horas, primero voy a poner algo de comida en ese estómago y si quieres luego te hago el amor sobre la mesa, vamos... Pidamos algo de servicio al cuarto...

- Mmm... ¿Y no podemos hacerlo en la mesa antes de que llegue el servició? - murmuró coqueto mientras se levantaba con la mano del mayor agarrada a la suya. Eren negó divertido y sin decirle nada besó los labios a los cuales se había hecho adicto. - Deberíamos bañarnos primero...

Comentó el omega al levantarse y sentir como el semen del alfa salía de su entrada, el rostro del omega causó que una gran carcajada saliera de la boca de su amante, que no se cortó ni siquiera cuando un golpe juguetón cayó en su brazo.