CAPÍTULO 37

422 64 17
                                    

- Eren.

El alfa despertó de golpe, miró a todos lados preguntando por Levi mientras su cuello sonaba por haber dormido en la incómoda silla de la sala de espera. Cayendo en cuenta recién de que sus dos hermanos se encontraban en cuclillas frente a él.

- ¿Qué hacen aquí? - susurró con la voz ronca, llorando apenas los brazos de su hermana le rodean el cuello.

- No sabes cuánto lo sentimos, Eren. - susurró Mikasa, dándole espacio a Izan, el cual abrazó a su hermano mayor con fuerza, trasmitiéndole todo su apoyo en su abrazo. - Vinimos en cuanto nos enteramos, mamá y papá también vendrán. Sé que es tonto ¿Pero cómo estás?

- Estaba embarazado. - susurró Eren, dejándose caer en la silla con los brazos de sus hermanos reconfortándolo. - No... no lo sentí. – susurró. - Su aroma era el mismo, no pude darme cuenta...

- Ya verás que todo estará bien. – susurró la pelinegra. - Debes tener fe.

- Levi es fuerte, hermano... Ya verás que...

- Es probable que no pueda quedar embarazado de nuevo, no con lo dañado que está su útero. - esas fueron las palabras que el médico le había dicho, haciendo que sus hermanos se miraran sin saber qué decir. - Habíamos hablado sobre cachorros, hubieran visto su cara cuando hablamos de cómo íbamos a criar a nuestra familia, sus ojos brillantes cuando me decía cuántos quería tener... Y ahora todo eso se ve tan lejano. - murmuró con los ojos cerrados. - Solo quiero que despierte, solo eso pido...

- Y lo hará... Solo ha pasado un día, Eren...

- Sufrió otro paro en la noche. - gruñó, mirando a sus hermanos con los ojos llorosos. - No puedo perderlo, no puedo vivir sin él. - lloró en el hombro de su hermana a la cual había hecho llorar por cómo se encontraba. - Me voy a morir sin él...

🌹

- Eren, cariño. - el alfa abrió los ojos al escuchar la voz de su madre. - Ve a casa, debes descansar un poco...

- No puedo. - negó, mirando al frente donde los hermanos de Levi se encontraban con la cabeza entre sus manos. - No hasta que le den el alta.

- Está bien. - murmuró la mujer, acariciando el cabello castaño de su hijo. - Dime qué necesitas, te traeré ropa y lo que necesites ¿Sí?

- ¿Qué saben de los tipos que hicieron esto? - murmuró sin despegar los ojos de los de su madre.

- La policía sigue investigando... Ya verás que los atraparán...

- Eso si no los mato antes. - gruñó, mirando con odio a ningún punto en específico.

- Hijo, no hay peor castigo que pudrirse en la cárcel, te prometo que nos encargaremos, ahora tu no debes preocuparte de nada. Tus hermanos y tu padre estarán al pendiente de la empresa, tu solo concéntrate en estar con Levi ¿Si? - el alfa asintió, sonriendo un poco cuando su madre le entregó un lápiz y papel para que le hiciera una lista de lo que necesitaba. - ¿Voy a tu departamento?

- Sí, no importa. - murmuró el alfa, recibiendo el beso de su madre como despedida. Suspiró cuando una pálida mano con un café fue colocada delante de sus ojos. - Armin...

- Tienes que comer algo. - le cortó el omega, entregándole el café y el sándwich que le había traído. - Jean viene, notó enseguida que le estaba mintiendo. Come... Necesitas estar fuerte...

- Gracias. - comió sin querer hacerlo realmente, pero todo para que Armin no lo molestara más con el tema. Suspiró como por centésima vez cuando la madre de Levi se sentó a su lado y sin decir nada solo lo abrazó. Ahí volvió a llorar, lloraba en silencio solo recibiendo las caricias de su suegra sobre su cabeza, la cual le decía que su hijo era fuerte y saldría de esto.

Lo quiero todo - Ereri (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora