CAPÍTULO 43

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- ¿Qué haces tú aquí? - gruñó la mujer con odio cuando se sentaba y miraba a su visitante al otro lado del vidrio.

- Te vine a visitar. - sonrió sínico-. - ¿Acaso no es obvio?

- Sí, claro... Seguramente en la otra vida creeré que Levi Ackerman no busca nada más. - escupió, siendo sincera en todo momento. - Dime qué quieres y vete.

- Wow... Con razón tu novio no te visita. – Levi sonrió aún más cuando vio como el rostro de la beta se deformaba por un segundo en una mueca de tristeza.

- Él está preso, igual que yo.

- Si alguien te dijo eso, te mintió... Tu chico está muy bien en Kanto.

- ¿Qué? Mientes...

- ¿Por qué lo haría? - se recostó en la silla, disfrutando del cuerpo tenso en el horrendo uniforme. - Él está demasiado ocupado gastando el dinero que le di a cambio de que te delatara. Verás, siempre supe que no eras inteligente, pero jamás pensé que serías tan estúpida. Un par de millones y él cantó como gallo, le entregó todo a la policía, fuiste tan idiota que dejaste registros de mensajes de tu ataque contra mí, sin contar que los otros tipos también están declarando contra ti.

- Eso es mentira... No te creo.

- Bueno... No lo hagas, pero luego no digas que no te lo advertí. - soltó con un suspiro mientras se ponía de pie y arreglaba su costoso traje. -Por cierto... Felicidades por tu embarazo.

- ¡Levi! - lo llamó cuando este iba atravesando el umbral de la puerta, el omega se detuvo y esperó a lo que la beta fuera a decirle. - No le digas a él que estoy embarazada.

- ¿Y eso lo haría por qué?

- No quiero que él sepa de nuestro hijo. A pesar de amarlo, no es la persona que yo creí... por favor. - sollozó, llamando la atención del abogado.

- Adiós, Historia.

El abogado salió del lugar con las ideas claras y un plan maquiavélico formándose en su amado cerebro. Sólo tenía que esperar.

Esperar a que la investigación fuera llevada a cabo y ver la forma de meter a la cárcel al último cabo suelto. Cuando la condena de la beta sea escogida, entraría en acción su magnífica idea de hacerla sufrir por medio de su bebé.

Solo tenía que esperar.

Y hacer una llamada al otro lado del mundo.

🌹

2 meses después.

Eren corría en calzoncillos por todo el departamento, riendo a carcajadas cada vez que miraba atrás y veía al omega con el rostro lleno de chocolate persiguiéndolo con una espátula con el alimento, tan vestido como él.

Ambos disfrutaban de haber vuelvo a la normalidad, ya no les costaba reír. Eran solo ellos, un par de enamorados y enlazados lobos que estarían siempre para el otro, con el recuerdo del producto de su amor cuidándolos.

Excepto esa tarde en donde el enojado omega lo perseguía para llenarlo de chocolate y de paso pegarle con la espátula. El alfa notó que no le agradó para nada la broma de tomar chocolate con su mano y llenarle la cara con este. Por lo que cuando los ojos azules reemplazaron los grises, salió corriendo como flash.

- ¡Eren Jaeger ven aquí!

- ¡No porque me vas a golpear! - respondió en medio de risas, estando los dos separados por el enorme sillón de la oficina del lugar.

- No lo haré...

- Ajá... Y yo nací ayer...

- Sí no vienes y no me dejas vengarme de ti, te prometo que estarás en abstinencia por 3 meses.

Lo quiero todo - Ereri (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora