Lo quiero todo - Ereri (adaptación)

EPÍLOGO

Levi soltó una pequeña carcajada al sentir como Eren le acariciaba el abdomen con las yemas de los dedos de manera suave, causándole pequeñas cosquillas. Los besos en la nuca y detrás de su oreja portadora de la marca de vinculación, así como una juguetona mano entrando en su ropa interior.

- Sé que estás despierto, pequeño. - murmuró el alfa con voz grave. - Puedo sentirte por el vínculo.

- Mmh, quería ver hasta donde llegabas. - respondió antes de soltar un gemido al sentir los dedos de su esposo tanteando su entrada. - Los niños se pueden despertar.

- Entonces vas a tener que cerrar esos bonitos labios mientras te follo. - susurró mientras metía la punta de su dedo índice dentro de su omega. - O podrías usarla en otra cosa mientras te preparo para mí.

Levi no se haría de rogar, era un padre responsable, pero amaba la intimidad con su pareja, además de que era tan temprano en la madrugada que sabía que sus hijos no despertarían hasta un par de horas más tarde.

Realmente no se dio cuenta cuándo Eren le había arrancado la ropa interior y lo había girado sobre él, pero no se demoró en sacar el miembro del mayor de los boxers y metérselo a la boca con una suave lamida, el alfa estaba siempre tan contento de tenerlo que la dureza en su boca era exquisita. Sonrió con la boca llena al escuchar el gruñido y sentir sus nalgas ser amasadas mientras él rodeaba la cabeza del glande con su lengua una seguidilla de veces. Una nalgada se le fue dada cuando se dejó de juegos y bajó todo el camino hasta tragarse a su chico por completo.

- Dios... amo cuando haces eso. - sin responder, Levi siguió con su trabajo con entusiasmo y hambre, subiendo y bajando a una velocidad que, sabía, volvía un animal a su alfa.

Eren por su lado por fin se había puesto manos a la obra para preparar a su chico, los sonidos húmedos y las exquisitas succiones parecía que le estaban sacando el cerebro por la polla, pero él no quería terminar en la boca de Levi, no, quería terminar dentro de él, tan adentro que lo sintiera durante todo el día. Así como no se dieron cuenta cuando se desnudaron tampoco fueron conscientes de cuando Levi ya estaba sobre él cabalgándolo como un profesional.

Casi 2 horas después los dos cayeron sobre la cama con la respiración acelerada, la piel perlada en sudor y los dos más que satisfechos, después de los placenteros orgasmos, ambos soltaron risas divertidas al escuchar cómo su hijo se despertaba. Justo a tiempo.

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- ¡Falco Jaeger! ¿Cuántas veces te he dicho que no dejes tu tabla en medio del pasillo? - regaña el omega a su hijo mayor que sólo recoge el objeto y lo besa en la mejilla.

- Perdón, papi. - sonríe y se deja la tabla en un sofá mientras corre a la cocina en dónde su padre cocina el desayuno. - Papá, ¿irás hoy a mi partido?

- Claro que iré, dejé mi agenda libre hoy para ir. - le responde el alfa mayor mientras les servía el desayuno a todos.

- Yo tengo un caso en el juzgado, pero llegaré a tiempo...

- Genial. - dice el adolescente antes de meterse una gran cucharada de arroz a la boca.

- ¿Por qué demorarán tanto? - gruñe el omega al ver su reloj mientras caminaba a los pies de las escaleras. - ¡Niños! ¡Les juro que si no están aquí abajo en 2 minutos estarán castigados el fin de semana!

- ¡Pero, papi! ¡Jade no me devuelve mis lápices! - grita una de las menores de la casa.

Levi suspira al escuchar a sus hijas menores pelear mientras ve como sus demás hijos bajaban rápido para tomar desayuno y no terminar castigados, todos sabían que su padre omega cumplía sus amenazas.