CAPÍTULO 32

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Levi gruñó cuando sus hermanos entraron gritando y discutiendo en su cuarto de la residencia Ackerman. Eran las 10 de la mañana del sábado 12 de enero, día del matrimonio de su hermano.

Levi era responsable y si bien no amaba despertar temprano sí que había algo que odiaba, y eso era que lo despertaran de forma brusca, con gritos y movimientos bruscos, algo que en ese momento Falco hacía.

- Si no me dejas en paz, juro que arruinaré tu boda. - gruñó debajo de las mantas, sonriendo cuando el peso del alfa dejó de estar.

- Te lo dije. - murmuró Isabel, metiéndose bajo las mantas en busca de los brazos de su hermano.

- Ohh, vamos... deben arreglarse ¡Hoy es mi boda! - siguió insistiendo el alfa, sacudiendo ahora a los dos omegas. Gruñendo frustrado cuando Farlan también entró en las cálidas mantas por el otro lado del azabache. - Levi cuando te cases, si es que te dejo, te haré lo mismo...

- Falco... Tú estás fresco como una lechuga porque en tu supuesta despedida de soltero te dormiste con el primer trago... Nosotros no, además, faltan horas para que llegue la novia, son recién las 10 de la mañana. Solo déjanos dormir 5...

- 10... - comento el alfa mayor con los ojos cerrados.

- 10 minutos más y nos levantamos ¿Si? - el omega se destapó el rostro para mostrarle a su hermano un puchero que rápidamente ganó el corazón del alfa.

- 10 minutos... sino le diré a mamá y les lanzaré agua.

- Trato.

El alfa salió de la habitación dejando a los otros tres durmiendo abrazados. Hasta que volvieron a ser despertados, esta vez por la matriarca de la familia a la cual ninguno de sus hijos se atrevía darle una negativa. Desayunaron juntos, y reían del nerviosismo del novio que miraba la hora cada 5 minutos.

Cuando eran las 2 de la tarde y los Ackerman ya habían comido, el novio se encerró cuando el coche de su prometida con ella y su madre llegaba para arreglarse en una de las habitaciones de la casa.

Levi casi no había hablado con Eren desde la noche anterior, ambos dándose espacio, uno para estar con su familia y el otro tratando de guardar las apariencias y controlando el resentimiento para su aún esposa.

Levi no estresó más a su hermano, por lo que casi dos horas antes de que empezaran a llegar los invitados, comenzó a arreglarse, se maquilló, peinó y vistió con su traje blanco para ser el padrino junto al primogénito de la familia.

El jardín de los Ackerman estaba decorado en tonos blancos, con flores y arreglos por todos lados. Levi veía como su madre y los padres de la novia recibían a los invitados que miraban con ojos brillantes la romántica decoración.

Cuando faltaba media hora para el comienzo de la ceremonia, llegó la persona a la que Levi tanto quería ver, si bien una punzada se instaló en su pecho cuando lo vio llegar del brazo con una hermosa mujer en un ajustado y lujoso vestido azul con pedrería, sintió más las mariposas al verlo llegar con un corte nuevo, que lo hacía ver más guapo de lo que ya era, y en un traje negro a excepción de la camisa que le quedaba a la medida.

Eren saludaba de forma cortés, sus sonrisas eran sinceras para todos menos para la mujer a su lado que miraba alrededor, observando atenta las vestimentas de cada mujer presente. Cuando los ojos del alfa por fin encontraron a la persona que estaba buscando, vestido de blanco acompañado de su hermana saludando e indicando que pasaran a sus asientos correspondientes, se obligó a mantener la boca cerrada para no babear.

Sonriendo feliz por primera vez cuando sus ojos se conectaron. Ambos ansiosos por correr hacia el otro, odiando el no poder hacerlo, no aún.

- Pensé que sería más lujoso, nuestra boda lo fue. - murmuró para él la beta a su lado, haciendo que la sonrisa y brillo en sus ojos desaparecieran automáticamente. - Aunque eso se debió a mis gustos, porque la novia es pobre ¿no?

Lo quiero todo - Ereri (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora