Mía Miller
―¿Lo encontraste? ―DJ me llamo.
.―Sí, Carla está con su padre―lo sabía.
―Ok, gracias DJ―Colgué y me dirigí a la sala donde estaban los muchachos.― Ya lo encontraron―les dije Tom se puso de pie de inmediato.
―¿Dónde están?― Caminó hacia mí.
―Están con mi padre ―hubo un largo silencio―Vamos―camina hacia la puerta―Ha y quizás quieran llevar sus armas―Salí y me subí al auto de Tom, quien me siguió rápidamente.
Todos los demás se fueron en sus propios autos miré a Tom tenía la mandíbula marcada apretando el volante.
―La niña va a estar bien―le dije, sus ojos se encontraron con todos mis ojos sonreí al ver eso, supe que esta noche él tenía en mente matar a alguien.
Nos fuimos todos, en el camino noté un auto negro con ventanas blindadas .
―Tom, ese coche nos ha estado siguiendo desde que salimos de casa―Se miro en el espejo.
―Mierda―tomó su teléfono y habló con Bill― Bill tenemos que separarnos, hay un auto siguiéndonos― no puede oír a Bill hasta unos segundos después
―¿Que dijo?―Tom solo sonriendo.
―Agárrate fuerte princesa―dijo, noté que los otros iban en diferentes direcciones pero el auto negro todavía nos sigue.
Tom lo acelera acercándose más rápido al auto negro era como si estuviera compitiendo en una de sus carreras de autos, no lo sé no sé cómo, pero el auto negro logró alcanzarnos, Tom miro de nuevo al espejo.
―¡TEN CUIDADO!―Grité, estábamos a punto de chocar con un tren, Tom puso otra marcha, yendo cada vez más rápido, el auto negro nos golpeó por detrás.
No podríamos pasar ese tren pero aparentemente Tom tuvo la idea.de hacerlo.
―Tom, no lo vamos a lograr―le dije pero él no dijo nada, estaba muy concentrado y el auto negro nos volvió a golpear.
―Cuando estemos cerca del tren saltaremos por la puerta ¿Entendiste?―
―¿Que? ¿Estás loco?―dije casi llegando al tren.
―Listo, 1...2...3 salta―Abrí la puerta, ambos saltamos.
―Ah mierda―Me levanté, sacudiendo mi vestido, me giré para ver el auto negro, chocó con el tren al igual que el auto de Tom, provocando una gran explosión.
―¿Estás bien?―Tom corrió hacia mí, lo miré y asentí y casi de inmediato llegaron Bill y los demás.
―Vamos, tenemos que irnos― Tomó mi mano y nos subimos al auto de Bill.
―¿Qué diablos pasó?― Preguntó Bill, dándose la vuelta, Tom y yo nos miramos pero nos quedamos en silencio
―Tenemos que reunirnos con Georg y Gustav, tenemos que hacer un plan―Bill habló, Tom asintió llamando a los chicos diciéndoles que nos viéramos en un mirador en la montaña.