Sangre real, destinos entrelazados

Capitulo 15: Promesas del pasado, sombras del futuro

El gran salón del castillo de Gotham brillaba con la luz de las velas, creando un ambiente cálido y acogedor en el que la familia Wayne y sus concubinas se reunían para una cena formal. La mesa estaba adornada con exquisitos platos preparados por los mejores chefs del reino, y el aroma tentador de la comida llenaba el aire mientras todos tomaban asiento.

El rey Bruce presidía la mesa con su presencia imponente y su mirada penetrante. A su lado se encontraba su favorita Selina kyle, una mujer de belleza cautivadora y astucia sin igual que había robado el corazón del rey de Gotham. Juntos, irradiaban una autoridad que no pasaba desapercibida entre sus súbditos.  La madre de Dick, con su carácter afable y su sonrisa cálida, irradiaba amor maternal y orgullo por su hijo mayor. La madre de Tim, con su serenidad y su mirada compasiva, ofrecía un sentido de calma y apoyo a su hijo adoptivo. La madre de Stephanie, con su encanto y su ingenio, agregaba una chispa de vitalidad y humor a la mesa. Y la madre de Damian, con su aura de determinación y nobleza, recordaba a todos la importancia de la lealtad y el honor en la familia Wayne.

La madre de Jason habia sido exiliada, asi que el no tenia a alguien importante en la mesa.

Los cinco hijos se sentaban juntos en la mesa, en silencio y con una tensión palpable entre ellos. A pesar de la reunión familiar, cada uno estaba perdido en sus propios pensamientos y preocupaciones, conscientes de las complejas dinámicas que definían su relación como hermanos.

Mientras tanto, el rey Bruce se inclinaba con gracia y elegancia para besar la mano de Selina frente a todos los presentes, un gesto que no pasaba desapercibido para nadie en la mesa. La acción, cargada de simbolismo y significado, dejaba en claro la posición de Selina como la favorita del rey y la reina no oficial del reino de Gotham.

El cual era un recordatorio constante de la influencia y el poder que Selina ejercía sobre el rey y, por extensión, sobre el reino en su conjunto. Aunque algunos podían envidiar su posición privilegiada, nadie podía negar la fuerza y el magnetismo que emanaban de Selina mientras ocupaba su lugar junto al rey Bruce. Las demas concubinas no decian nada pero el rostro de uncomodidad de Thalia era notable.

Todos  observaban en silencio, cada uno procesando sus propios pensamientos y emociones frente a la escena que se desarrollaba ante sus ojos. Aunque compartían la misma sangre, sus experiencias y percepciones del mundo eran únicas, lamentablmenente nunca habian sido tan unidos como serian enn una familia normal.

Dick era el unico que medianamente intento acercarse a todos, Damian creia que solo buscaba el favor de la familia real, pero parecia que geninuamente era alguien que se preocupaba por todos.

-Hijos mios, debo dar una buena noticia...-Bruce Wayne miró a sus hijos con una sonrisa radiante, tratando de disipar la tensión que colmaba el ambiente con su anuncio. A pesar de la incomodidad que podían sentir, todos prestaban atención a las palabras de su padre, anticipando lo que vendría a continuación- Selina esta embarazada.

La noticia del embarazo de Selina tomó a todos por sorpresa, y el silencio que siguió al anuncio de Bruce fue ensordecedor. Los rostros de los hijos de Bruce reflejaban una mezcla de shock, incredulidad y, en algunos casos, desagrado.

Damian frunció el ceño, su expresión oscura y sus ojos llenos de furia apenas contenida. La idea de que su padre tuviera otro hijo, significaba una nueva amenaza, una mujer que nunca había sido su madre, lo llenaba de resentimiento y amargura. Su mirada se poso en su madre, quien  por su parte, apenas pudo ocultar su consternación y disgusto, sintiendo que su lugar en la familia estaba siendo amenazado por la llegada de un nuevo heredero.

Miro a sus hermanos en busca de alguna señal de que no era el unico en penzar igual que él, ellos también mostraron signos de incomodidad y desaprobación, conscientes del impacto que este nuevo desarrollo tendría en sus vidas y en la dinámica familiar en general. Aunque intentaron ocultar sus emociones, era evidente que ninguno de ellos recibió la noticia con agrado.