Equivocación

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Las lágrimas corrían por el rostro de Jin, y su mente estaba llena de dolor y confusión. Jungkook, que había estado cerca de la salida de la fiesta, vio a Jin salir llorando y decidió seguirlo para ver qué había sucedido y asegurarse de que estaba bien.

Jin tomo un taxi apresuradamente hacia su casa, luchando por contener sus emociones. Cuando llegó, entró hecho una furia, sintiéndose traicionado por lo que había presenciado entre Namjoon y Jennie. No podía creer lo que había visto y cómo sus propios sentimientos hacia Namjoon se habían convertido en una fuente de dolor.

Al llegar a su casa, Jin buscó a su madre, esperando encontrar consuelo en ella. Sin embargo, no la encontró por ningún lado. La casa estaba vacía y silenciosa, lo que solo intensificó su soledad y tristeza.

Jin, desesperado por desahogar su dolor, corrió a su habitación y se lanzó a llorar en su cama. Se sentía roto, como si todo lo que había querido lograr esa noche se hubiera desmoronado ante sus ojos. Las lágrimas no paraban de caer mientras su mente intentaba procesar lo que había visto.

Jungkook, que había seguido a Jin hasta su casa, entró poco después y escuchó los sollozos de Jin desde su habitación. Sabía que algo grave le había sucedido a Jin y estaba enfadado por lo que sea que le hubieran hecho. Jungkook se acercó a la habitación de Jin y entró sin dudar.

Una vez dentro, Jungkook vio a Jin llorando desconsoladamente en su cama. Conmovido por la tristeza de su hermanastro, se acercó a él y lo abrazó por detrás. Jungkook rodeó a Jin con sus brazos, tratando de brindar apoyo y consuelo en medio de su dolor.

—Jin, estoy aquí,— dijo Jungkook con voz calmada pero firme. —Sea lo que sea que te haya pasado, estoy aquí para ti.

Jin, sintiendo la presencia de Jungkook, se aferró a su abrazo, permitiéndose derramar aún más lágrimas. Jungkook estaba enfadado con cualquiera que hubiera causado tanto dolor a Jin, pero sabía que ahora no era el momento de buscar respuestas, sino de consolar a su hermano.

Jungkook permaneció con Jin, abrazándolo y dejándolo llorar. Estaba dispuesto a estar allí todo el tiempo que fuera necesario para ayudar a su hermanastro a superar el dolor que estaba experimentando. Sabía que Jin necesitaba apoyo y comprensión, y estaba decidido a brindarle eso en ese momento difícil.

—Namjoon está con Jennie—, murmuró mientras se hacía bolita en los brazos de Jungkook. —Los vi teniendo sexo.

Mientras Jin se desahogaba en los brazos de su hermanastro, se sentía abrumado por una avalancha de emociones. Había sufrido una gran traición al ver a Namjoon y Jennie juntos, y su corazón estaba roto. Jungkook, consciente del dolor de Jin, lo abrazaba con fuerza, brindándole apoyo y consuelo en ese momento tan difícil.

Jungkook, mientras sostenía a Jin, sentía una creciente ira hacia Namjoon y Jennie por haberle causado tanto sufrimiento a su hermano. En su mente, ya estaba trazando un plan para hacerles pagar por lo que le hicieron a Jin. Sin embargo, por el momento, su prioridad era reconfortar a su hermano y ayudarlo a superar el dolor.

Una vez que Jin comenzó a calmarse y sus sollozos se volvieron menos intensos, Jungkook intentó reconfortarlo con palabras amables. —Eres hermoso, Jin,— le dijo con sinceridad. —Namjoon es el que se lo pierde al no ver lo increíble que eres. Mereces a alguien que te valore y te respete.

Jin escuchaba las palabras de Jungkook, sintiéndose agradecido por el apoyo de su hermano. Sabía que Jungkook estaba tratando de animarlo y recordarle su valía. Los dos hermanos compartieron un momento íntimo y especial, donde la cercanía entre ellos se fortaleció aún más.

En medio de ese momento, ambos se sumergieron en la intimidad y la conexión que compartían. Fue entonces cuando, de forma espontánea, se encontraron en un beso. El beso comenzó de manera tranquila y suave, pero a medida que avanzaba, se volvió más profundo y cargado de emoción.

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