Al girar la cara, Seokjin se encontró con Hoseok, quien estaba de pie, inmóvil, con los ojos rojos de incredulidad y lágrimas contenidas. El impacto de sus palabras sobre la infidelidad de Yoongi resonaba en el aire, congelando el momento. Hoseok parpadeó, buscando desesperadamente una señal de que Seokjin estuviera bromeando o exagerando, pero la expresión grave y apenada de Seokjin decía lo contrario.
—No...—, murmuró Hoseok, sus lágrimas comenzando a caer. —No puede ser verdad.
Seokjin, incapaz de negarlo, solo bajó la mirada, su silencio confirmando lo que Hoseok temía. Hoseok, con un dolor visible en sus ojos, tragó saliva y secó sus lágrimas con el dorso de la mano, sintiendo una mezcla de traición y desesperanza. Sabía que Seokjin nunca inventaría algo así. Sin decir una palabra más, comenzó a caminar hacia la salida, cada paso cargado de dolor y resignación.
Mientras Hoseok se dirigía a su coche, Yoongi lo alcanzó, jadeando ligeramente por la carrera. Jimin seguía detrás, sus propios ojos llenos de arrepentimiento y miedo.
—Hoseok, por favor, espera—, suplicó Yoongi, tratando de alcanzarlo. —Déjame explicarte.
Hoseok se detuvo, pero no se giró. Su cuerpo temblaba ligeramente, intentando mantener la compostura. —¿Qué hay que explicar, Yoongi?—, su voz era apenas un susurro, quebrada por la emoción. —¿Cómo puedes justificar lo que hiciste?
Yoongi se acercó, colocando una mano en el hombro de Hoseok, pero este se sacudió, alejándose. —Hoseok, fue un error. Un momento de debilidad. No significa nada, tú eres el que amo.
Hoseok se volvió lentamente, sus ojos llenos de dolor y desilusión. —¿Un error? ¿Un momento de debilidad? ¿Y esperas que eso lo haga menos doloroso?
Jimin, parado a unos pasos de distancia, intervino. —Hoseok, fue un error de ambos. Lo siento tanto. No queríamos hacerte daño.
Hoseok miró a Jimin y luego a Yoongi, su pecho subiendo y bajando con respiraciones entrecortadas. —Pensé que éramos un equipo. Pensé que significábamos algo más. Pero esto... esto lo cambia todo.
Yoongi, con lágrimas en los ojos, dio un paso más hacia Hoseok, su voz suplicante. —Hoseok, no puedes irte así. Déjame demostrarte que podemos arreglarlo. Por favor.
Hoseok lo miró, su expresión endureciéndose con cada palabra. —Yoongi, no sé si puedo confiar en ti de nuevo. Esto no es algo que se pueda arreglar con palabras—. Con un último vistazo de dolor y traición, Hoseok se giró y continuó hacia su coche.
Yoongi, con el corazón roto, dio un paso atrás, sintiéndose impotente. Jimin lo alcanzó, colocando una mano en su hombro en un gesto de apoyo. —Lo siento, Yoongi. Esto es culpa de ambos.
La noche, que había comenzado con una atmósfera festiva, se había convertido en un torbellino de emociones y traiciones. Seokjin, observando desde la distancia, sintió una mezcla de culpa y tristeza. La verdad había salido a la luz, pero el costo había sido alto. Al volver la vista al salón de baile, vio a Jungkook y Jennie aún bailando, ajenos al drama que se desarrollaba fuera. Su corazón se apretó de nuevo, sabiendo que en medio de tanto dolor, aún quedaba mucho por enfrentar.
[…]
Al llegar a su habitación, Seokjin cerró la puerta tras de sí y se apoyó contra ella, dejando escapar un suspiro pesado. La noche había sido un torbellino de emociones, y ahora que estaba solo, la realidad de lo sucedido se asentaba con más fuerza. Caminó lentamente hacia su escritorio, donde una foto enmarcada de su grupo de amigos capturaba un momento de pura felicidad. La tomó con cuidado, sus dedos rozando los rostros sonrientes de Jimin, Yoongi, Hoseok y el resto del grupo.
