Final

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El sol brillaba sobre la ciudad, pero sus rayos no podían disipar completamente la sombra de los acontecimientos recientes. Mientras la prensa cubría el encarcelamiento de Jeon Sungchan y Kim Seol, dos figuras emergieron de entre las sombras de un edificio. Jungkook y SeokJin, con rostros sombríos pero determinados, descendieron las escaleras hasta llegar al primer piso.

La atmósfera estaba cargada de tensión, y el zumbido de las cámaras y los flashes de los fotógrafos los rodeaban como un enjambre inquietante. Sin embargo, entre la multitud de periodistas y curiosos, su conexión era inquebrantable. SeokJin miró a Jungkook con gratitud en sus ojos, mientras Jungkook le devolvía la mirada con una determinación feroz.

A su alrededor, las voces de los reporteros llenaban el aire, cada uno tratando de captar la atención con sus preguntas y especulaciones. Pero para Jungkook y SeokJin, solo había un objetivo en mente: dejar atrás el caos y encontrar un refugio donde pudieran empezar de nuevo.

Con paso firme, se abrieron paso entre la multitud, ignorando los flashes y las voces que los rodeaban. La mirada de SeokJin estaba llena de determinación, mientras que Jungkook irradiaba una calma serena en medio del torbellino de emociones.

Al llegar al final de la escalera, se detuvieron un momento, sintiendo el peso de lo que habían pasado y la incertidumbre del futuro que les esperaba. Pero juntos, se tomaron de la mano, encontrando consuelo y fuerza el uno en el otro.

Con un último vistazo a la multitud, se adentraron en el mundo exterior, listos para enfrentar lo que sea que el destino les tuviera reservado. A pesar de los desafíos que les esperaban, sabían que mientras estuvieran juntos, podrían superar cualquier adversidad que se interpusiera en su camino.

[...]

En el tranquilo y sereno cementerio, SeokJin se encontraba postrado ante la tumba de Jennie, rodeado por la quietud de la muerte y el murmullo suave del viento entre las lápidas. Con reverencia, depositó delicadamente las flores sobre la fría superficie, una muestra de respeto hacia alguien cuyo destino se entrelazó trágicamente con el suyo.

-Lo siento-, murmuró SeokJin en voz baja, con los ojos fijos en la lápida. -Sé que lo que estoy viviendo y lo que viví no se compara con lo que te hice vivir, pero espero algún día compensar-, derramo algunas lágrimas sobre la tumba.

La llegada de la madre de Jennie y su esposo interrumpió el silencio, trayendo consigo un aire de melancolía compartida. SeokJin se puso de pie para recibirlos, un gesto de cortesía en medio de la solemnidad del lugar.

-Joven Kim-, dijo la madre de Jennie con una sonrisa amable. -Qué gusto verlo por aquí.

-Vine a dejar flores-, señaló SeokJin hacia la lápida. -¿Cómo sigue?.

-Despertar de un coma no es fácil, pero gracias a su ayuda me siento mejor-, respondió la madre de Jennie con gratitud.

-Eso era lo que quería Jennie-, suspiró SeokJin, sintiendo el peso de las palabras no dichas entre ellos. -Bien, me tengo que ir. Cuídese mucho-, se despidió con un asentimiento.

[...]

El oficial del caso observó con atención a SeokJin, quien se sentó frente a la pantalla con una mezcla de ansiedad y determinación en su rostro. La habitación estaba cargada de tensión mientras esperaban que el vídeo revelara la verdad detrás de aquel fatídico día en la azotea.

-¿Seguro que quiere ver el vídeo?-, preguntó el oficial, consciente del peso emocional que podría tener para SeokJin.

-Sí-, respondió SeokJin con voz firme, aunque su corazón latía con fuerza en su pecho. Estaba listo para enfrentar la verdad, por dolorosa que fuera.

El vídeo comenzó a reproducirse, y SeokJin se sumergió en la escena con una intensidad casi palpable. Cada segundo parecía eterno mientras observaba cómo se desarrollaba el dramático evento que había marcado su vida durante tanto tiempo.

Fue entonces cuando vio la verdad revelada ante sus ojos. La figura de Jennie intentaba empujarlo, pero él, en medio de la pelea con Jimin, se había apartado justo a tiempo. La expresión de SeokJin se transformó mientras observaba cómo Jennie, en un acto impulsivo, empujaba a Namjoon, quien luchaba por mantenerse a salvo.

Un suspiro de alivio escapó de los labios de SeokJin mientras el peso de la culpabilidad se desvanecía lentamente de sus hombros. Por fin, después de meses de incertidumbre y autocrítica, podía ver con claridad que no era responsable de la tragedia que había marcado sus días.

El silencio reinó en la habitación mientras SeokJin procesaba la revelación. Una sensación de liberación lo envolvió, y por primera vez en mucho tiempo, sintió la paz y la tranquilidad que tanto había anhelado. Ahora, podía seguir adelante con la certeza de que la verdad lo había absuelto de toda culpa.

[...]

Con la verdad finalmente al descubierto, el tiempo pasó y los protagonistas se reunieron en un momento de unión y camaradería. En medio de risas y conversaciones, Jin Young, con un delantal manchado y un aroma tentador flotando en el aire, se esforzaba en la cocina, preparando una comida reconfortante para todos los presentes.

SeokJin se puso de pie con elegancia, alzando su copa en un gesto solemne y significativo. Sus palabras resonaron en la habitación, cargadas de gratitud y amor por aquellos que ya no estaban con ellos físicamente, pero que vivían eternamente en sus corazones.

-Quiero hacer un brindis por Jimin y Namjoon, personas que siempre llevaremos en nuestros corazones-, proclamó SeokJin con un tono sereno pero emotivo. -Y gracias a ellos se abrió una fundación para los más necesitados-, añadió, recibiendo un coro de aplausos y asentimientos de aprobación.

La atmósfera se impregnó de emociones cuando Yoongi se levantó, expresando su agradecimiento por el perdón recibido y enviando un mensaje de amor y cuidado a Hoseok y su nueva pareja. -Primero que nada les quería dar las gracias a todos ustedes por perdonarme por el error del que siempre estaré arrepentido-, compartió Yoongi, con una mirada de gratitud hacia sus amigos. -Cuídalo, él es lo mejor que te va a pasar-, agregó, dirigiéndose al novio de Hoseok con un gesto de complicidad, antes de alzar su copa en un brindis sincero.

Luego fue el turno de Taehyung, cuya voz resonó con fuerza y determinación. Reconociendo los sacrificios y las pérdidas que todos habían enfrentado, brindó por la fuerza y la unidad que los había mantenido unidos a pesar de los desafíos.

-Se que todos nosotros tuvimos que renunciar a algo y brindo por eso. Porque después de todo nos mantuvimos juntos-, declaró Taehyung, con una sonrisa reconfortante y un brillo de determinación en sus ojos.

Finalmente, Jungkook se puso de pie, su mirada firme y decidida mientras sostenía la mano de Seokjin con ternura.

-Brindo porque a pesar de todo lo que nos siempre seguiremos juntos-, comenzó Jungkook, con un tono de confianza y optimismo. -Estuvimos en la riqueza y ahora estamos en la pobreza-, continuó, recibiendo expresiones de solidaridad y apoyo de sus amigos. -Pero no se preocupen saldremos adelante, ¡Suerte!-, concluyó Jungkook, alzando su copa en un gesto de determinación y esperanza para el futuro.

Sin embargo, la felicidad no estaba exenta de desafíos. Cuando Jeon y Kim fueron arrestados, las familias de Taehyung y Hoseok se vieron afectadas por las consecuencias financieras. La carga de deudas los dejó en la ruina, y la madre de Seokjin enfrentó la cárcel por delitos financieros dejando la custodia de Seokjin a Jin Young quien salió en libertad gracias a sus influencias.

A pesar de todo, el brillo en sus corazones nunca se desvaneció. Demostraron una y otra vez su valentía y su capacidad para brillar incluso en los momentos más oscuros, recordando al mundo que el verdadero tesoro reside en el espíritu humano. Ellos siempre sería el grupo de oro.

GOLDEN|| Kookjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora