Arrepentimiento

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Durante el tiempo que pasaba con Jennie, Jungkook comenzó a adaptarse a la rutina de estar a su lado. Era fácil. Solo tenía que reír ocasionalmente, sonreírle y escucharla hablar. A veces, sentía el impulso de dejarla, de cortar esa relación que, en el fondo, no le satisfacía plenamente. Pero cada vez que veía a Seokjin tan aparentemente feliz con Namjoon, se motivaba a seguir adelante. La familia de Jennie también jugaba un papel importante. Cada vez que Jungkook los visitaba, lo trataban con una calidez que nunca había experimentado en su propia casa. Le daba celos ver lo amorosa y acogedora que era esa familia en comparación con la suya, tan fría y exigente.

Esa noche, Jungkook decidió no regresar a casa. Optó por quedarse con Jennie y su familia para celebrar el cumpleaños del padre de Jennie. La cena fue sencilla pero llena de risas y cariño, algo que lo hizo sentirse parte de algo más grande y más cálido de lo que había conocido. La madre de Jennie se aseguró de que su uniforme escolar estuviera limpio y listo para la mañana siguiente. Esa dedicación y amabilidad le resultaban casi abrumadoras, y sentía un nudo en el estómago cada vez que pensaba en cómo su propia familia lo trataba.

Al amanecer, Jungkook se levantó temprano. Su uniforme estaba perfectamente planchado y colgado en una percha, un gesto sencillo pero cargado de amor. Jennie lo tomó de la mano mientras salían de la casa, sus dedos entrelazados ofreciendo una pequeña sensación de seguridad y pertenencia. Se dirigieron juntos a la escuela, caminando por las calles tranquilas de la mañana.

Al llegar a la escuela, Jungkook buscó a Seokjin con la mirada, una costumbre que no podía evitar. Sin embargo, no lo encontró en ningún lado. Incluso durante las clases, Seokjin no se presentó. Al principio, Jungkook no le dio mucha importancia. Pensó que probablemente Seokjin estaría con Namjoon, disfrutando de algún momento romántico o simplemente pasando tiempo juntos.

Sin embargo, a medida que avanzaba el día, la ausencia de Seokjin comenzó a inquietarlo. Había algo en la persistencia del vacío que dejaba que no podía ignorar. Durante el almuerzo, miraba a su alrededor, esperando ver a Seokjin entrar al comedor con su típica sonrisa despreocupada, pero eso no ocurrió. Sus pensamientos se llenaron de incertidumbre y preocupación.

Jennie, notando su distracción, le apretó la mano suavemente. —¿Estás bien?— le preguntó, su voz suave y llena de preocupación.

—Sí, solo estaba pensando en Seokjin,— respondió Jungkook, tratando de sonar despreocupado. —No lo he visto hoy.

Jennie sonrió, intentando tranquilizarlo. —Seguro que está bien. Probablemente esté pasando tiempo con Namjoon.

Jungkook asintió, pero no pudo evitar que su mente divagara. Sabía que Seokjin era fuerte, pero también conocía su tendencia a ocultar sus verdaderos sentimientos. La ausencia de Seokjin en un día escolar normal era inusual, y esa inusualidad lo llenaba de una inquietud creciente.

Durante la última clase del día, Jungkook recibió un mensaje de Namjoon. "¿Has visto a Jin? No he podido contactarlo desde anoche. Estoy preocupado."

La preocupación en el mensaje de Namjoon hizo que el corazón de Jungkook se acelerara. Terminó la clase rápidamente y se dirigió a buscar a Namjoon, encontrándolo en uno de los pasillos de la escuela. La expresión de Namjoon era seria, y sus ojos reflejaban la misma preocupación que Jungkook sentía.

—¿Qué pasa?—preguntó Jungkook, tratando de mantener la calma.

—Seokjin no ha respondido mis mensajes ni mis llamadas,— dijo Namjoon, su voz baja. —No es normal en él.

Jungkook asintió, compartiendo la preocupación. —Vamos a buscarlo,— sugirió, y Namjoon estuvo de acuerdo.

Ambos se dirigieron a la casa de Seokjin. Al llegar, llamaron a la puerta insistentemente, pero no hubo respuesta. La inquietud se transformó en miedo. Finalmente, lograron entrar y subieron rápidamente a la habitación de Seokjin. La encontraron vacía, con la cama perfectamente hecha y el lugar impecable, pero con una atmósfera fría y desolada.

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