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Néstor el Nini.
—Ya dime algo preciosa ,no me dejes pensando como pendejo —dije ocasionando su risa,se veía tan chula sonriendo.
—Ya,ya tengo la respuesta.
—¿Y?.
—Si quiero,si quiero estar contigo y lo acepto porque me di cuenta que te amo y ya no quiero estar lejos de ti tampoco.
Dijo sincera y sonreí contento al oírla.
—No creo que más que yo —dije pegandola a mi cuerpo para abrazarla.
—Gracias por eso mi amor y también por no dejarme en paz aunque te di motivos para hacerlo.
—Yo lo hice porque te amo un chingo mija.
Hable besándola mientras le daba una nalgada.
—¿Vamos a desayunar? —pregunte y asintio. —Te invitó.
—Pero antes necesito bañarme.
—Si,está bien mi reina vete a bañar mientras yo miro la tele.
—Bueno está bien.
Ella busco un poco de ropa y luego fue a bañarse,no tardó mucho y lo agradeci.
Después ella salió del baño,con un vestido rojo con el que resaltaban esos enormes pechos que me fascinaban,rápido me levanté poniéndome frente a ella.
—Ya casi estoy,solo me pongo los tacones —asenti sin dejarla de ver.
—¿Cómo me veo?.
—Bien chula,igual que siempre pero ¿no es mejor que te pongas algo menos escotado? casi se te salen mija.
—Me puse esto especialmente para ti.
—Y me encanta,para mí está bien pero no para salir todos te van a mirar.
—¿Otra vez? Así me he vestido siempre,así me conociste.
—No quiero discutir por eso,te lo quitas y te pones otra cosa Roxana.
Ella me miro asintiendo y después se quitó el vestido quedando completamente desnuda y yo la mire a los ojos.
—Estaba muy provocativo,lo sabes,ponte otra cosa y nos vamos.
