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Néstor “El Nini“

3 meses después.

Mire a mi pollita acostada en mi pecho tranquilamente mientras yo la abrazaba,conforme había crecido dejaba de ser tan chillona y latosa pero especialmente hoy que me tocó cuidarla se portó muy bien,andaba muy tranquila y ya se estaba quedando dormida por segunda vez,le encantaba dormir en mi pecho.

—Haber a qué horas llega tu mamá de con el pendejo ese del doctor, ya se le hizo costumbre salir con el,ya es la una de la mañana,se supone iba cenar quien sabe que andará haciendo —ella asintió como si me entendiera y yo sonreí causándole también una sonrisa. —Tan bella mi princesa ya duermase mi pollita mientras sigo esperando a su mamá.

Bese su frente mientras le daba biberón y movía mi torso para arrularla,a los segundos se quedo dormida así que le quite el biberón y la recosté a mi lado, luego apague la luz para tratar de dormirme.

Estaba justo en eso cuando oí que la puerta se abrió,luego el sonido de unos tacones se escucharon,ya había llegado Roxana,llegó encendiendo la luz.

—Hasta que llegas —dije y me miró mal. —Ya se te hizo mucha costumbre ¿no? salir con ese pinche doctorcito

—Tu sabes la respuesta —se quito los tacones. —Si,me encanta salir con el

—Ya ni se porque pregunto a mi ni me importa que hagas con tu amante

—No es mi amante,tú y yo no somos nada —dijo y asentí. —¿No dió mucha lata la bebé?

—No,ya sabes que es bien tranquila

—Bueno,ya tengo sueño —bostezo.
—Estoy cansada

Yo la ignore,no me gustaba para nada aceptar sus pinches saliditas.

Le di una última mirada y ella se quitó el vestido,quedo solo con su ropa interior,un conjunto rojo muy sexy que le quedaba muy bien y bien pinche apretadito haciendo que sus nalgas resaltarán más.

Rápido me levanté y luego me puse atrás de ella, repegandola a mi cuerpo.

—Que pinche preciosa estás mi reina,te miras bien buena y se te ven unas pinches nalgotas —susurre en su oído.

—Que cochino eres,no hables así

—Tú tienes la culpa mi amor,por estar tan pinche rica,mamacita

Lentamente metí mis manos dentro de su brassier y acaricie sus senos.

—Ay mamasita no sabes cuánto te extraño hermosa

ꜱᴏ́ʟᴏ ᴛᴜ́ | ɴᴇ́ꜱᴛᴏʀ "ᴇʟ ɴɪɴɪ"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora