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Néstor "El Nini" —Dos meses después.
Solté un gemido de dolor cuando me moví acomodandome sobre la camilla, las putas pastillas no me quitaban el dolor, hasta parecía que se sentía más fuerte.
—Deme otra pinche pastilla o algo que me quité el dolor — hable mirando a la disque enfermera.
— No puedo, ya le di muchas, si no le hacen efecto aguantese — habló la muy mamona para después iré.
— Váyase a la verga — susurre molesto.
Esta pinche cárcel era lo peor, dos putos meses en los que no había podido ni dormir nadamas de pensar en Roxana.
Quise intentar dormir cuando se empezó a escuchar alboroto y como empezaban a chiflar y decir quien sabe que tanta mamada.
— Callense a la verga!! — grite molesto.
Sentía que la cabeza me iba a explotar.
El sonido de alguien caminar se escucho pero lo ignore por completo.
— Que, estas celoso por que no te chiflan a ti? — sentí mi cuerpo tensarse unos segundos al escuchar su voz.
Abri los ojos de golpe y la sorpresa fue evidente cuando la mire.
— Roxana... — susurre sin poder creerlo.
— Por que tan dejado? Mira nomás como te vez — hizo una mueca y nego — Ya te hiciste gay o ya te hicieron asi? Mira que no defenderte y dejar que te hicieran todo eso — miro mis golpes — No que muy hombre tu? Que podías con todo?
Sonreí negando.
— Parece que la cárcel te hizo más cobarde, ya le agarraste gusto a los hombres? — habló con burla.
— Estas viva — hable con emoción — Ya extrañaba oir tus mamadas — la mire girar los ojos.
— Aja, mira, ya ni me discutes que eres joto — se cruzó de brazos.
— No, aunque vengas a decirme tus mamadas y a burlarte me da gusto verte mija — sonreí — Es la primera vez que no quiero discutir contigo por decirme eso.
— Mira tú, hasta más romántico te volviste, o más mentiroso? — negué — Me da igual la verdad.
