Logan es el actor mas exitoso de Canmia, tiene sonrisa perfecta, ojos cautivadores, rostro de angel, cuerpo que es una perdicion. Liara es una chica de clase alta, hija de los abogados mas importantes de Canmia. Ha sido vecina y amiga de Logan desde...
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—A Débora no le hables asi— le digo a Élena cuando la atrapó gritándole a Débora, es hora de que yo ponga a esta mujer en su lugar.
La pequeña corre hacia mi, limpiandose las lágrimas y escondiendose en mis piernas.
—¿Cómo?
—¿Estás sorda? Que a Débora no le hables así— digo cruzandome de brazos.
Yo esperaba que ella se controlara, pero Debora me ha contado ciertas cosas y decidí venir en un momento en él que sabía que Logan estaría durmiendo para ver qué pasaba.
—Mira niña, en mi casa no me hables así.
—¿Disculpa? Esta no es tu casa, es la casa de mi novio, tú eres una arrimada, y si quiero, Logan te pone de patitas en la calle. Así que vas bajandole a tus humos porque aquí no mandas tu.
—¿Entonces mandas tú?— me pregunta con burla— ¿Según quién? Solo eres una muñeca inflable para él.
—Al menos soy algo para él, a diferencia de ti, que eres un parásito, solamente. Así que te repito, a Debora no le vuélvas a hablar así o te voy a poner a pedir limosnas en la plaza.
—¿Que está pasando aquí?— pregunta Logan bajando en un short de pijama mientras se pasa la mano por los ojos adormilados.
Débora rápidamente sale de detrás de mis piernas para correr hacia él, este la carga limpiando su carita.
—Logan, ella me está tratando horrible— me acusa Élena— Dijo que si a ella se le da la gana tu me dejas en la calle.
—¿Y la mentira?— le pregunta él viendo a Débora— ¿Porque estás llorando?— Ella señala a Elena antes de esconder su rostro en él cuéllo de Logan al que le palpita la vena en la cabeza de inmediato—Te dije que trates bien a Débora, o te voy a poner en la calle y creeme que no voy a esperar que Liara me diga.
Elena abre la boca ofendida, pero no dice nada, solamente sube las escaleras mientras deja a Débora en la silla de la isla.
—¿En serio le dijiste eso?
—Claro que si, y no me voy a arrepentir ni disculpar de nada.
Él ríe antes de buscar cereal y ponerlo en un tazón antes de buscar fruta picada y leche, eso es lo que desayuna Débora, mientras nosotros nos besamos a sus espaldas.
—¿Logan, iremos a dónde Abdél?
—Pequeña, te dije que Abdél esta enfermo, no podemos ir a visitarlo.
—¿Y Javier?
—Javier tiene piojos ¿Tu quieres piojos?
—¿Y Mack?
—Llamare a su hermano— dice sacando su célular negando con la cabeza— ¿Quieres hacer algo? Podemos ir a almorzar, o a un parque, o ir a un museo. O podemos ir con Zaid y Zomira algún lado.
