Capitulo 28: El accidente.

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Al llegar al hospital entramos directamente al área de emergencia, dónde se ve a Leena caminando frente a una habitación

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Al llegar al hospital entramos directamente al área de emergencia, dónde se ve a Leena caminando frente a una habitación.

Vemos a Francisco con un tubo en la garganta, con vendas en su torso, algunos cables en su brazo y él otro enyesado, tiene rasguños y moretones bastante serios en él rostro, un ojo morado, la nariz parece que la devolvieron a su lugar recientemente por las vendas que tiene, y con vendas alrededor de la cabeza.

—Costillas fracturadas, un brazo fracturado, la nariz rota, algunas laceraciones en la cabeza e hinchazón en él cerebro— sorbe la nariz mientras se mece— Parece que no va a tener lesiones, pero igual no le dan muchas esperanzas a que pase la noche, pues sus pulmones están algo afectados, están preparando quirófano para drenar la sangre en ellos. Es riesgoso esperar más tiempo.

—¿Y María?

—María no tiene costillas fracturadas, solo algunas cortadas que podrían parecer serias en él brazo, está en cirugía, también tiene algunas cortadas en la cabeza e hinchazón en él cerebro.

—¿Dónde está su mamá? — pregunta Logan viendo hacia dentro.

—Viene en camino, estaba dejando a su hija con la vecina, le tiene pánico a los hospitales, no podría traerla. María estaba peleada con Bella— dice Leena de pronto— No sé si sea buena idea llamarla.

—Debe hacerlo, en caso de que no pase la noche— dice Zaid palmeando la espalda de Logan— Acabo de hablar con mamá, sabes que no puede decirme nada que la comprometa, pero tampoco tenía un tono alentador.

Tomo mi teléfono para ocuparme yo de la llamada de Bella pues dudo que Leena pueda hacer otra vez esa llamada, me alejo un poco del bullicio del área de emergencias.

—Hola Liara— me saluda al contestar, pero no es un tono muy feliz que digamos.

—Bella, no sé cómo decirte esto, pero...

—¿Paso algo?

—Francisco y María tuvieron un accidente de auto, y digamos que las cosas no pintan tan bien como nos gustaría— la línea se queda en silencio, por un minuto.

—¿Esto no es una broma? ¿Una estrategia de María para que me olvide de que estoy molesta?

—Si es una estrategia, llegó demasiado lejos, la verdad— digo entristecida, ella parece correr, y llama a su mamá.

—¿Dónde están?

—General.

—Iré hacia allá.

Cuelga y vuelvo cuando la madre de Francisco y María está llorando sobre su hijo inconsciente.

Veo a Leena no soportar la escena y salir del pasillo con sus propias lágrimas mientras Angélique la sigue. Logan está sentado en las sillas afuera de la habitación con su rostro entre sus manos, claramente está llorando ya que sus hombros se mueven.

El misterio de LoganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora