Capítulo 8: Halloween

2 0 0
                                    

Okay, decidí disfrazarme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Okay, decidí disfrazarme.

¿Por qué? Porque quiero practicar maquillaje de hadas así que Halloween es la ocasión perfecta, pero Logan está que me deja porque no me decido por nada.

Es que quiero un traje de hadas.

No traje de hadas super hiper mega caliente.

Pero no hay disfraz de mujeres que no sean de ese tipo. Consigo un traje de reina helada que parece ser el que más cubre, unas medias blancas con brillos, falda satinada blanca y una camisa ajustada con transparencia en el abdomen y que parece un corset con los alambres cubiertos de tela al frente, que es tela transparente brillante, la parte que cubre los pechos es igual a la falda y las mangas son como las medias. Tengo un par de tacones blancos de Bratz brillosos que irán perfectos con él. También tiene una capa blanca satinada, con un bastón blanco que en la punta tiene un copo de nieve.

—Al fin, después de mil disfraces— me dice Logan haciendo una mueca— ¿No hay nada del rey del hielo? — dice buscando entre los disfraces y lo único que consigue es algo así tipo rey fuego.

Capa satinada roja con llamas en la parte inferior, un pantalón de jean rojo y una camisa totalmente roja, con un bastón que simula ser fuego.

—Me sirve— dice tomando el disfraz mientras va a la sección de niños. Javier está claro que quiere ser un león así que escojo un traje de león muy bonito con una melena— necesito un traje de hadas.

Logan busca entre todos los disfraces y encuentra uno de hada convencional morado.

Vamos a pagar todos y lo jalo a una tienda de lentes de contacto, necesito unos para el traje. Escojo unos blancos que ojalá me permitan ver algo y lo convenzo de usar unos rojos él.

Compro un brillo labial morado para Débora y uno azul para mí. También rímel de colores y salgo contenta de la tienda hacia el carro, pero Logan me jala hacia los helados.

Pobrecito, lo saqué de su cama a las 7 de la mañana para que me acompañara y ya va a ser el medio día.

Comemos helados de chocolate mientras tratamos de ignorar a los paparazzi.

—¿Sabes?— Me llama Logan viéndome mientras como el helado con la cucharita— No se por qué no salí contigo antes.

—¿Por qué no lo habías decidido?

—Porque, tenía año y medio soltero, estaba bien soltero, demasiado, no tenía preocupaciones más allá de Débora, estaba tranquilo y podía vivir fantaseando contigo.

—Hasta que— lo instó a continuar.

—Estaba en casa después de volver al set el primer día de clases y Francisco me mando una foto— saca su celular y me los enseña, la primera foto es Logan viéndome fijamente, pero no puedo describir la mirada— Leena y María estaban tratando de convencerme que te invitara a salir.

El misterio de LoganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora