Lanza una moneda | Geralt de Rivia X OC | The Witcher FF

Capítulo 5 - ¿Geralt? ¡Geralt!

El punto de vista de Jaskier

Como cada mañana me dirigía hacia Eve donde, como siempre, fui recibido por su padre. Para ser honesto, en realidad no fue un saludo, sino más bien

—Eve, tu amigo está aquí—. eso era normal pero esta vez no había dicho eso sino:

—Ella aún no se ha levantado—. Eso fue extraño. ¿Eran casi las nueve y todavía dormía?

—¿Puedo cuidar de ella?— Le pregunté cortésmente y él me dio una mirada de inspección.

—Bien. Iré contigo.— Dijo y guardó el martillo que sostenía antes para darle forma a la espada resplandeciente, lo que también fue una razón por la que hoy me sentí más intimidado por él que de costumbre.

Así que entramos y entonces me di cuenta de que en realidad nunca estuve aquí dentro. Era un lugar agradable, parecía lujoso. Eve nunca me dijo lo bonita que era su casa. De todos modos, subimos las escaleras. ¡Espera! ¿Un segundo piso? Oh Dios, sólo sabía esto por las tabernas. Justo en frente de nosotros había una puerta después de que subimos, pero parecía que no era su habitación porque su padre recorrió el pasillo bastante corto y se detuvo en la puerta al final. Llamó.

—¿Eve? ¿Estás despierta?— preguntó y esperó un segundo y luego me miró. Simplemente me encogí de hombros e hice un gesto apropiado con las manos.

Tocó por segunda vez pero no hubo respuesta, así que simplemente abrió la puerta. Esperé un momento por si acaso se estaba vistiendo o algo así. Me arriesgué a echar un vistazo a la habitación donde ya estaba su padre. Me paré junto a él y miré alrededor de la habitación para tal vez ver algún indicio de Eve, pero la habitación estaba vacía.

—¿Hay alguna posibilidad de que ya haya ido a la ciudad?— Preguntó el Sr. Brown y se volvió hacia mí con una expresión de preocupación en su rostro. Negué con la cabeza.

—No, ella nunca se iría sin mí.— Se lo dije y ambos pensamos por un momento, mientras me golpeaba como el puño de Geralt en el estómago.

—Los muertos ahogados—. Murmuré y el Sr. Brown me preguntó qué acababa de decir porque obviamente no me entendió.

—¡Me tengo que ir!— Grité al darme cuenta y corrí escaleras abajo.

—¡Jaskier, espera!— —me preguntó el hombre, así que me detuve. Espera, ¿me acaba de llamar por mi nombre? No, no hay tiempo para eso.

—¿A dónde fue?—preguntó en voz alta. Me di cuenta de que estaba enojado y preocupado.

—A la casa del pescador... probablemente.— Le dije. ¡Por supuesto que ella fue allí! ¡Maldita sea, Eva!

Los ojos del señor Brown se abrieron como platos.

—¡¿ELLA HIZO QUÉ?!— el gritó.

—Cierto, eh, sé quién puede ayudar. Debería estar en la taberna junto al mercado—. Le dije a su padre.

—¡Para cuando llegues allí, ella podría ya estar muerta! Ve a buscar a quien estés hablando y yo me dirijo a la casa del pescador—. dijo y yo simplemente asentí y salí corriendo, él también.

Lo más rápido que pude corrí hacia la taberna y cuando estaba cerca comencé a gritar:

—¿Geralt? ¡Geralt!— Como esperaba no hubo respuesta. En la puerta de la taberna miré a mi alrededor buscando a Roach. Ella todavía estaba aquí así que él también debía estarlo. Entré y vi al hombre de pelo blanco sentado solo junto a una mesa en la esquina. Corrí hacia él y él puso los ojos en blanco tan pronto como me vio.

—¡Geralt!— Exclamé mientras intentaba recuperar el aliento.

—Abajo-en-la-orilla-— Puse una mano sobre mi pecho para que me ayudara a respirar.

—Mi amiga, ya sabes, Eve, esa chica que conociste ayer—, gimió.

—¡Jaskier, escúpelo!—Me aclaré la garganta.

—Ella está ahí abajo para matar a algunos ahogados—. No pareció sorprendido.

—Mmm.— tomó un sorbo de su taza.

—Ella sólo tiene una espada de hierro y no quiero que muera, ¿de acuerdo?— Grité un poco. Ahora vio el problema, pero eso no fue suficiente.

—Su padre paga una buena moneda a cualquiera que los mate así...— gimió y se levantó. ¡Por fin!

Geralt se subió a Roach y se dirigió a la casa del pescador. Me quedé allí y suspiré. Por supuesto no me lleva con él así llega más rápido. Así que aquí estaba, obligado a correr una vez más, pero ahora el doble de distancia que antes. Gemí pero comencé a correr a pesar de que todavía estaba exhausto por lo de antes.

Punto de vista en tercera persona

Como Jaskier ni siquiera estaba a mitad de camino, Geralt había llegado y Jaskier tenía razón: Evelyn estaba tratando de matar a los ahogados ella sola, pero como se esperaba, eso no saldría tan bien. Su padre también estaba allí y trató de luchar contra ellos lo mejor que pudo. Ambos solo tenían espadas de hierro que casi no causaron daño a los monstruos. También Evelyn estuvo al borde del colapso. Ella estuvo luchando contra ellos durante media hora. Mientras que su padre de alguna manera ya logró derribar uno.

—Muevanse.—  dijo el brujo, a lo que el señor Brown respondió con gusto: tomó a su hija por la muñeca y la llevó a una distancia más segura. Geralt ahora había conseguido toda la atención del grupo de los seis muertos ahogados, Evelyn sólo logró matar a uno de ellos hasta el momento. Geralt los mató con facilidad en poco tiempo porque consiguió una espada de plata que, por supuesto, podía matar a estos monstruos cuando el hierro no puede, o simplemente complica las cosas.

Mientras tanto, el Sr. Brown se ocupó de las heridas que Evelyn había recibido. Tenía uno profundo en el muslo que le dejaría una cicatriz. Los otros eran bastante superficiales. Geralt se dirigió hacia ellos dos, al igual que Jaskier, quien finalmente llegó.

—Entonces— trató de recuperar el aliento, de nuevo.

—La-la fiesta se acabó, ¿eh?—Bromeó, pero sólo recibió miradas enojadas del Sr. Brown, Evelyn y Geralt.

—Eh- ja- cierto. Lo siento.

—Gracias, brujo. Has salvado a mi hija—. La voz del señor Brown se llenó de alivio. Buscó en sus bolsillos y rápidamente sacó una pequeña bolsa de cuero llena de monedas. Se lo arrojó al brujo. Jaskier intentó no cantar pero lo hizo. Por suerte, sólo dentro de su cabeza, de lo contrario estaría en el mismo estado en el que estaban los muertos ahogados: muerto. "Lanza una moneda a tu brujo"