Lanza una moneda | Geralt de Rivia X OC | The Witcher FF

Capítulo 10 - Concurso de bebida

El resto de esa noche estuve casi en completo silencio. Mientras regresábamos Jaskier y Geralt nos siguieron debido al duelo que se llevaría a cabo en unos días, depende de cuando la espada esté lista. Le ofrecí a Jaskier subirse a Amber, pero Jacob intervino. Jaskier montaba en mi caballo y yo me llevaba bien con Jacob en el suyo. Estaba completamente oscuro cuando llegamos al pueblo.

Al día siguiente fue difícil convencer a mi padre de que me hiciera una espada de plata, pero Jacob me apoyó y mi padre aceptó fabricar la espada. Todavía no podía mirar a Jacob ni hablarle apropiadamente. Cuando mi padre me preguntó, dejé hablar a Jacob.

Los días pasaron y volví a pasar mucho tiempo con Jaskier. Por supuesto, Jacob también estuvo allí casi todo el tiempo, lo que de alguna manera me molestó, pero él insistió. Él era del tipo celoso aunque no somos pareja. Sin embargo, actuó como si lo fuéramos y no me gustó. Ahora estaba seguro de que él no es el indicado pero no quiero lastimarlo, así que me quedé callado.

Una noche logré escapar de Jacob y pasar un rato a solas en la taberna en la que trabajaba. Con un suspiro, puse mi cabeza entre mis manos.

—Theo— Ese era el nombre de mi colega que estaba trabajando en el bar en este momento.

—¡Ale! ¡El fuerte!— Ordené y él asintió. Me senté junto a la barra y en el mismo momento me golpearon la taza contra el mostrador.

—¡Ahí tienes, Eva!— Él me sonrió.

—Gracias.— Dije y rápidamente bebí casi la mitad de la taza.

—¿Día difícil?— Escuché una voz familiar a mi lado. Levanté la vista y vi al brujo sentado a mi lado.

—No te lo puedes imaginar—. Suspiré y tomé otro sorbo. Geralt resopló.

—Puedo. He estado viajando con ese bardo amigo tuyo." Me reí.

—No, no. Me refiero a un tipo diferente de molestia. Jacob cree que somos pareja.— Murmuré y suspiré.

—Theo, dos más.— Pedí para Geralt y para mí aunque todavía no he terminado mi bebida actual.

Nos sentamos en silencio en la barra. Fue agradable sentarse juntos y beber sin hablar. Geralt y yo tomábamos cada uno nuestra tercera copa. Cada vez que conseguíamos una taza nueva, las tostábamos y luego empezábamos a beber la cerveza entera de un trago. Se convirtió en un concurso de bebida no oficial. Fue divertido, especialmente cuando el alcohol comienza a hacer efecto.

—Bartender, otra ronda.— Ordenó Geralt y yo me reí entre dientes. Tenía un ligero sonrojo en la cara y estaba todo cálido por el alcohol.

¡La siguiente ronda comenzó y esta vez gané! En las rondas anteriores Geralt siempre ganaba pero esta vez fui más rápido.

—¡Ja! ¡Gané!— grite felizmente, lo que hizo que Geralt pusiera los ojos en blanco, pero tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

—Porque te dejé.— Él sonrió y mis ojos se abrieron como platos.

—¡Eso no es justo, brujo!— Protesté y le golpeé el hombro, lo que ni siquiera le hizo encogerse de hombros.

—¡En realidad no es ganar si no das todo lo que tienes! ¡Theo!— Grité y el camarero inmediatamente supo qué hacer.

—Aqui tienes.—

—¿Listo?— Pregunté con una mirada desafiante, Geralt asintió.

—¡Empezamos!"—tragó su taza y la dejó y yo solo estaba a la mitad. Me detuve y casi me ahogo.

—¡¿Qué?!— Le pregunté y él sonrió victorioso.

—Dijiste que diera todo lo que tenía.— Hice un puchero y bebí el resto de mi quinta taza. No estaba borracha todavía, pero no pasará mucho tiempo si seguimos con esto.

—Está bien, está bien. Ganaste, Geralt.— Murmuré.

—¡Theo!— Grité por la próxima copa pero esta vez no será un concurso.

La puerta se abrió pero a nadie le importó y a mí tampoco me importó. Tomé mi cerveza y buena compañía. Los pasos se hicieron más fuertes pero todavía no me molesté en darme la vuelta.

—Evelyn.— alguien dijo mi nombre.

—Sí.— Dije pero todavía no me volteé, Geralt tampoco.

—Evelyn.— La persona detrás de mí dijo más seriamente.

—¡Sí!— Dije más en serio y me reí de mí mismo por eso.

—Eve, mírame cuando te hablo.— Gemí y me di la vuelta y ahora vi quién era porque no podía identificar a la persona por la voz.

—Jacob— dije y me recosté con los codos en el mostrador.

Geralt me ​​dio un codazo en el brazo y me dio una taza que acababa de llegar. Él también se dio la vuelta.

—Gracias.— Arrastré las palabras y tomé un gran trago. Jacob me lo arrebató de la mano.

—¡Oye! ¡Pagué por eso!— Dije enojado y se lo saqué de las manos con todas las fuerzas lo cual no esperaba y fácilmente recuperé mi bebida. Me tragué el resto antes de que se lo volviera a llevar.

—¿Qué estás haciendo?— preguntó con una mirada decepcionada. Gruñí.

—Tú no eres mi padre, así que déjame en paz.— Sacudió la cabeza.

—"Soy tu amante y simplemente no quiero que te emborraches.

Me reí de esto.

—En primer lugar, no estás en la posición de decidir si me emborracho o no y en segundo lugar, no eres mi amante. Sólo porque me besaste no significa que seamos pareja.— Yo dije. Vaya, eso fue más fácil de lo que pensaba; Sólo necesitaba un poco de alcohol para animarse. Jadeó pero pronto se contuvo.

—Podría besar a este chico o a este o incluso a Geralt; no significaría que son mi amante, ¿no?— Pregunté con una sonrisa engreída en mi rostro mientras señalaba a algunos hombres y luego a Geralt. Le hice una señal a Theo para que nos pasara a Geralt y a mí otra taza.

—Entonces adelante, prostituyete si eso es lo que quieres.— gritó enojado.

—"Eh- qu- ¡Disculpe! No quiero besar a nadie en esta habitación y si lo hiciera, ¡¿eso me convertiría en una puta?!— Grité y saqué mi taza de la mano de Theo y la derramé sobre Jacob ante lo que Geralt resopló. Lo miré y él me dio una mirada de aprobación. Me sonreí con orgullo a mí mismo.

—Ahora tengo asuntos que atender.— Dije como un noble y me di la vuelta.

—¡Ya basta de cerveza! Consigue el alcohol.— Grité y reí junto con los hombres en el bar que estaban observando toda la escena. Jacob, enojado, salió de la taberna.

—¡Lo tienes, Eve!

—¡Así es!

Todos los hombres gritaron y se rieron de lo que acabo de hacer. Me crucé de brazos triunfalmente. Por una vez, me sentí orgulloso de tener a todas estas personas aquí, a las que sirvo casi todos los días.