Ataque y partida.

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Pasaron los dias rápidamente y estuve descansando aproximadamente 3, ya eran 10 días desde que había llegado a Demacia, cuando fui a la oficina de planeación comprendí porque Garen había sido tan escaso en sus informes sobre las últimas juntas, lo que escuche aquella tarde definió en parte mi vida.

-Garen: ¿te estás escuchando? Vas a poner a mi hermana como el cebo para calmar a los altos mandos, cuando ella está haciendo todo para ganar esta guerra- quedé congelada tras la puerta que estuve a punto de tocar.

-Jarvan: No lo pongas así, no es mi culpa que todos estuvieran al tanto de que ella ayudo a esa rata.

-Garen: y no es acaso Lux la que viajo a otro continente buscando ayudarnos, sabes todo lo que tuvo que pasar allá solo por encontrar a ese criminal.

-Jarvan: Te recuerdo que es "SU" culpa que ese criminal se escapara.

-Garen: y aún así es ella quien está poniendo todo en la mesa para derrocar por fin a todos los magos que son una amenaza para el pueblo.

-Jarvan: Mierda, Garen, mi padre murió por las decisiones de tu hermana.

-Garen:...¿De eso se trata? No puedo cambiar el pasado, tampoco puedo quitarle responsabilidad a Lux, pero en parte es ... Mi culpa, la orillé a qué se casara contigo, era obvio que eso no era lo que ella deseaba, jamás la escuché porque quería ignorar por completo su magia, cuando la veía sentía que esconderla era una traición a Demacia, pero... Si la vas a castigar, entonces también tomo mi parte de culpa, y castiganos a los dos rey Jarvan.

-Jarvan: agg Garen, no es por mi, entiendelo, si no mantengo a los altos mandos y a las milicias controladas, no podré tener todo el poder que necesitamos para la guerra, no voy a meter a Lux en una prisión para magos, estará en una casa de reclusión aislada, después de que pase la guerra en algunas semanas hablaré con el consejo, y si la actuación de Galio sale bien podremos convencer a los altos mandos para que no la expulsen de demasia, podrás ir a verla a esa casa de reclusión, es lo máximo que puedo hacer ahora. Sabes que ser rey no me da la libertad de hacer todo lo que yo desee.

En medio de la acalorada discusión mi yo interno no sentía angustia, realmente escuchar esta conversación no movió en mi ni una fibra, y no se si era el shock de saber que me encerrarían o la verdad que siempre supe que sería mi destino. Escuché a alguien venir por el pasillo no tuve tiempo de escuchar más así que entre rápidamente.

-Garen: opción pero...

-Lux: hola, lamento interrumpir tan abruptamente, pero ....eh... ¿No han tenido noticias de los alaplata sobre Sylas?

-Jarvan: eh Lux, como te sientes ¿Está todo bien?- Jarvan intentó disimular parecía preocupado de que hubiera escuchado su conversación.

-Garen: Lux ¿Cuánto escuchaste de nuestra conversación?- Garen se lanzó sin tapujos, me veía serenamente y yo saqué mis mejores dotes de mentirosa.

-Lux: escuchar ¿Qué? Acabo de llegar entré rápido porque habían unos guardias mirándome extraño y no quería tener algún inconveniente, ¿Por qué, acaso estaban hablando de mi?

-Jarvan: nada, nada tu hermano está paranoico con lo de las defensas y cree que todo el mundo escucha sus planes secretos, no le pongas atención, jeje está nervioso como todos, sobre tu pregunta, shyvana aún no encuentra nada, es nuestra mejor rastreadora, así que puedes estar tranquila de momento

-Lux, oh ya veo, bueno en ese caso me retiro, los dejo con sus planes secretos, iré a dar una vuelta, si me necesitan no duden en llamarme- ví a Garen de reojo no me había quitado la vista ni un segundo y salí sonriente de aquel lugar

TRES CAMINOS UNA LUZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora