Una noticia decisiva

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Era una mañana cálida, lo sabía porque el sol se filtraba intensamente por mi ventana, suelo amar los días así sin embargo realmente quería dormir más, mi noche había sido larga mis planes para este día me habían invadido los pensamientos, al recordar lo que haría salte de mi cama con una energía casi infantil, me estire para terminar de despertar y frote mis ojos para analizar mi al rededor, camine hacia mi ventana y abrí las cortinas descubri que mi predicción era cierta, realmente el día era hermoso, sonreí alegremente y baje a desayunar, para mí sorpresa no había nadie en la cocina y a esta hora Garen suele estar devorando su desayuno como una bestia que no ha comido en días, pero no hoy solo había silencio, realmente no es algo que me incomode, la soledad era mi amiga, una amiga que hasta hace poco solo yo sabía que tenía, tomé algo rápido para desayunar unas tostadas y zumo de naranja tenía prisa, aunque no estuviera Garen no estaba segura de estar sola en casa y quería evitar encontrarme a mi tía Tiana dándome un sermón de porque aún no me uno a la guardia real de la familia, tomé dinero y mis cosas a toda prisa y salí, camine por las calles buscando algunos suplementos vitamínicos y medicinas, luego me dirigí al mercado a comprar comida rasionada, hoy deseaba llevar algo especial el problema es que no encontraba un lugar donde rasionaran la carne de cerdo era demasiado temprano y el comercio no abría por completo, seguí caminando y encontré un lugar donde vendían accesorios y compre unas banditas para el cabello ya tenía casi todo menos el cerdo aún así llevaba caminando un buen rato y me sentía cansada, fuí a sentarme a una banca cercana y entonces al mirar el cielo solo pude pensar en el, realmente quería que viera el cielo conmigo.

Desde hace un tiempo lo visito, iniciar nuestra afinidad fue difícil me asustó en innumerables ocasiones, realmente se ve tosco cuando lo miras a simple vista, pero en el interior es tan gentil, recuerdo que parecíamos perros y gatos mi visión de él era la de alguien que podría matar a la nobleza en cualquier momento y pensándolo bien eso aún no cambia, pero al hablar conmigo fue diferente realmente buscó entenderme, siempre es amable, me da fuerzas y siempre busca hacerme sonreír cuando estoy triste, hace poco me dijo que era hermosa, me puse roja y quise que siguiera, pero él se calló y de inmediato su semblante se tornó frio Sylas no me ha contado mucho de él, realmente no sé cómo terminó en esta prisión si es tan astuto, alguna vez trate de preguntarle pero solo me desvío el tema, supongo que su pasado fue duro no quiero que se sienta peor de lo que ya debe sentirse encerrado en esas cuatro paredes, una lágrima se deslizó por mi mejilla - quiero que sea libre - me dije a mi misma y seque rápidamente mis lágrimas que no dejaban de caer, debería ser fuerte si quería estar a su lado y ayudarlo, tal vez si lo ayudaba a escapar nadie notaría que fuí yo, diría que me lastimo y así le daría tiempo de huir mientras se ocupasen de mi, era un plan arriesgado por eso aún no se lo contaba, me levanté más animada concluyendo que ya debería haber un lugar donde conseguir cerdo, camine tranquilamente sin dejar de pensar en su sonrisa, realmente me gustaba cuando sonreía aunque muy pocas veces lo vi hacerlo, salí por un callejón y a lo lejos vi una tiendita de carnes - la encontré rápido que suerte- dije con entusiasmo mientras aceleraba el paso, mientras me acercaba al lugar choque con alguien, era de esperarse cuando estás tan desconcentrada como yo, era un guardia y reconocía al escuadrón al que pertenecía.

- guardia: señorita Luxana lamento interrumpir sus acciones del día pero su tía la señorita Tiana guardia real de la corona y acesora del rey Jarvan III me ha pedido que la escolte personalmente a la mansión cronward para tratar un asunto de suma importancia.-

Ante la sublevación y precisión del guardia al anunciar a mi tía no pude hacer otra cosa que contener una carcajada a medias, no es más que tener un apellido de clase y un trabajo importante y las personas se desviven como si alagando a otros sus objetivos en la vida tuvieran más cabida en este mundo, traté de ser comprensiva con el guardia y me disculpé por la risa ya que este me miraba muy confuso, sin objeción a su trabajo dije que con gusto lo acompañaría aunque no tenía ni las más mínimas ganas de un sermón de mi tía, caminé en silencio con la mente en aquella celda donde él debía estar esperándome no lo veía hace unos días desde que devolví el manuscrito de la petricita a su lugar, tal vez estaba preocupado no le avisé que no iria en dos días pero hoy debo hacerlo, volví la mirada hacia el lugar de carnes del cual nos alejabamos, debía volver pronto antes de que cerraran, seguí caminando y vi como el guardia de ruborizó al mirarme, era una mirada dulce desvíe su mirada y pensé para mí misma que tal vez él algún día me mire así, la verdad ni siquiera entendía porqué estaba sintiendo tantas cosas por el y en ese momento una mano sobre mi hombro me sacó de mi letargo, ya habíamos llegado y Garen era quien había puesto su mano en mi hombro, lo abracé feliz y pregunté que tal iba su día, su respuesta fue muy vaga y su mirada no me avisaba nada bueno tenía culpa en ella y un poco de tristeza - ¿qué sucede Garen?- le pregunté sin mucha paciencia y con una sonrisa a medias, tenía miedo de que descubrieran lo que he estado haciendo, no dijo nada y ambos nos observamos fijamente un buen rato.

TRES CAMINOS UNA LUZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora