la discusión

178 9 2
                                    

Lo observé inquieta, perdida en su eterna mirada que parecía suplicante y consternada, sentía que el realmente estaba mal pero no solo físicamente, parecía estar ahogándose en su pesar o eso era lo que podía leer en sus pupilas.

Me lancé rápidamente a sus brazos y le abracé, toqué su cara con delicadeza mientras la tomaba con ambas manos y con lágrimas de ira a punto de salir de mis ojos le pregunté.

-Lux: Sylas ¿ Quién te hizo ésto?-

Para mi sorpresa su expresión cambio a una más confiada y sinica, la acompañó con una risa descarada.

-Lux: Sylas no estoy bromeando ¿Quién te hizo ésto?-

-Sylas: mi lucecita, no te preocupes estoy bien, claramente a los guardias no les gusto que preguntara si tenía visitas o el hecho de decirles que ni su madre se tragaria su asquerosa comida.-

Yo lo mire más molesta aún, en qué rayos estaba pensando al decir eso y al no querer comer como si fuese un niño mimado, ganarse peleas con los guardias no es su estilo, y aún así anda hablándoles con impertinencia como si no le importará el hecho de que lo puedan lastimar.

-Lux: ¿Que diablos te pasa por la cabeza? ¿Te volviste loco? Acaso se te olvidó que en cualquier momento te pueden tomar cómo saco de boxeo ¡idiota!-

El me miro y en sus ojos se asomo un destello divertido, sonrió ampliamente y soltó una sátira de esas que le encantan lanzar, mientras sonreía descaradamente.

-Sylas: señorita Luxana Cronward, se me hace impresionante que una persona de tal gala y nombre hable de una manera tan soez, debería revisar sus clases de etiqueta, o su familia se verá apenada un día de estos.-

Ambos nos miramos y reímos a carcajadas, era tan ocurrente y estúpido a la vez que era imposible no hayarle gracia.

Me senté a su lado después de su chiste ocurrente, entonces apoyé mi cabeza contra su hombro y sentí como su mirado cayó en mi, sabía que si volteaba me encontraría frente a frente con su cara, pero sabía que a él también le parecía extraño ésta confianza repentina, realmente jamás había estado tan asustada y menos tan dispersa, mi corazón latía a mil por segundo y el se notaba tenso, quería decir algo pero mi mente y mi cuerpo no conectaban.

-Sylas: Lux, yo....-

No lo mire ni siquiera, no lo motivé a decirme nada, solo me quedé callada esperando a que el encontrará las palabras, realmente quería que fuese algun chiste o crítica que me sacara de mi letargo, no quería que las cosas se pusieran más complicadas.

-Sylas: jaja, no es que me tengas que responder ni nada pero.... Lux tu... (Susurro) ¿pensabas volver?-

Abrí mis ojos de par en par pero no lo volteé a ver, seguí apoyada en su hombro tragué saliva sin levantar la cabeza y respondí un seco "No" no añadí nada más ni busque cómo iniciar mis futuras declaraciones, aún no estaba lista para soltar todo lo que tenía que decir.

El carraspeó, parecía bastante molesto.

-Sylas: ¿Pasó algo importante?-

Soltó estas palabras como si supiera que tenía algo importante de que hablar pero de nuevo mi boca solo soltó un "No" mientras mi cuerpo seguía estático.

El me apartó de su hombro lentamente, pero yo seguí mirando al suelo.

-Sylas: ¿se puede saber qué rayos te pasa? Faltas a días y días de entrenamiento y apareces a media noche en modo autómata sin un ápice de motivación ni interes, No olvides niña que tú pediste mi ayuda, si no la vas a valorar te puedes ir al carajo.-

Levanté la vista muy molesta quién diablos se creía para hablarme de tal manera, no le dije nada malo y no entendía porqué había reaccionado tan bruscamente, lo miré llena de ira y solté a destajo.

-Lux: que demonios es lo que te pasa a ti para venir a a hablarme así, ¿acaso no tengo derecho a estar cansada o tener asuntos?, tengo una vida afuera y cosas por hacer no puedes simplemente venir a tratarme mal por no estar aquí.-

El me miro molesto y decepcionado, parecía estar a punto de estallar y creo que realmente lo hizo.

-Sylas: pues quien te crees niña, no soy tu juguete, ya sabes lo suficiente para controlarte, ¿porqué sigues viniendo? -

No podía creer lo que estaba escuchando, enserio estaba arriesgando todo por este idiota, no pude controlar lo que mis emociones contestaron, realmente merecía una patada en la cara.

-Lux: eres el hombre más estúpido que he conocido, crees que tienes todo calculado y que el mundo es una mierda pero cuando alguien te brinda una mano ni siquiera notas lo importante y arriesgado que es cada acción que comete por cariño a hacia ti.-

-Sylas: ja ja ja jajajajajaja por favor ¿cariño?, ¿Tu que sabes de eso? No me engañas estás aquí por una ambición mágica, tu solo quieres a los tuyos, solo quieres poder controlarte para que tú maridito no se entere de que vales lo mismo que yo, incluso menos.-

Sus palabras me dejaron fría, ¿marido? ¿De que hablaba?, no era posible que supiera de mi compromiso, pocas personas lo sabían, aún no era público.

-Lux: ¿estás loco? ¿De que estupideces estás hablando? ¡Yo NO tengo marido!-

El se levantó y yo igual, nos miramos como dos perros rabiosos apunto de saltar el uno sobre el otro.

-Sylas: ( voz baja) no me engañas Luxana, se que te casas con el príncipe Jarvan, creí que eras mejor que eso, pero no, tu...TU ERES IGUAL QUE EL RESTO, ABSORTOS POR UNA POSICIÓN, me enfermas.-

Las lágrimas que estaba conteniendo saltaron de mis cuencas y salieron al aire al igual que mi mano,que recorrió con gran fuerza todo el camino desde mi cadera hasta su cara, chocando fuertemente con su mejilla y dejando a su paso un silencio sepulcral.

-Lux: ¿Realmente....realmente crees eso de mi? -

El poso su mano sobre su cara y su mirada se apagó, mientras miraba al suelo, parecía apenado y confundido.

-Lux: responde, ¿Lo crees o no?-

-Sylas: ¿qué importa lo que yo crea Lux? No soy quien para meterme en tu vida.-

-Lux: ¡QUE RESPONDAS! -

-Sylas: ....No, no lo creo, yo realmente no creo que seas cómo ellos, y sin embargo no logro entender nada de esto, ¿porqué alguien como tú haría esto? Eres mucho mejor que esos imbeciles, tu misma me lo has demostrado, yo..... Realmente no quiero pensar que todo eso que mostraste de ti es mentira.-

-Lux: no, Sylas es cierto, yo no soy como ellos.-

-Sylas: !entonces es mentira lo de tu matrimonio!-

-Lux: No, Sylas es verdad, yo me voy a casar con el príncipe Jarvan IV, lo siento, pero no sería justo ocultartelo.-

Él siguió mirando al suelo, luego se dejó caer sobre la pared, volteó a verme y solo sonrió.

-Sylas: supongo que debes tener tus razones, como ya dije no soy quien para entrometerme en tu vida, solo me molestaba sentirme usado para fines políticos.-

-Lux: no lo fuiste Sylas, se que hay muchas cosas que tal vez no te interesan saber pero aunque no te importe te lo diré, hago todo esto porque me enamoré.-

El cerro los ojos y alzó su cabeza hacia el techo siguió sonriendo pero no parecía una sonrisa sincera.

-Sylas: tienes razón no me interesa saberlo.-

-Lux: lo siento mucho pero no me iré de aquí sin decirlo.-

Mi mente se disperso estaba apunto de decir todo lo que sentía, mi corazón parecía querer salir corriendo, mis piernas temblaban y mis manos sudaban.

Chicos hasta aquí la historia, espero les guste disculpen la demora, gracias por su apoyo y no olviden que si tienen alguna recomendación será bien recibida, los quiero, que tengan lindo fin de semana.

TRES CAMINOS UNA LUZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora