el mundo subterráneo

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El ser gigantesco subía la empinada montaña sin mucho esfuerzo jarro no paraba de apretar su mano contra mi boca y yo estaba en un estado de letargo, absorta en lo que mis ojos veían, ese ser llevaba sangre en sus patas y arrastraba un pedazo de piel humana en su parte trasera, paso a un lado de nosotros y entro en uno de los enormes agujeros que se hallaban cerca después de tal vez unos 5 minutos de que el ser se adentrará en su nido jarro soltó mi boca.

-Ezreal: (susurro) escúchame Lux, este lugar es demasiado peligroso, no creo que debas seguir acompañándome más alla de aquí- comprendía bien sus palabras pero parecía que él había olvidado que no estaba aquí por gusto y que tampoco era una chica indefensa

-Lux: (susurro) olvidas que no estoy aquí por gusto jarro te guste o no yo no me voy -

-Ezreal: (susurro) dios que terca eres, no entiendes que si hay más de esas cosas no podré salvarte, moriremos los dos si tengo que cargar contigo- lo mire molesta y luego al agujero que estaba a mi lado, sabía que era peligroso pero yo no era una cobarde y mucho menos una carga, detallé la cavidad cercana a nosotros y sin dudarlo dos veces salte en ella, jarro soltó un pequeño ruido cuando me vio entrar en el agujero pero era muy tarde estaba en picada hacía la oscura caverna.

Luego de unos segundos caí en unas hojas gigantes, y me ví rodeada de vegetación la luz que entraba por los agujeros dejaban ver un paisaje maravilloso pero también muy sombrío, habían rocas luminosas y brillantes, también habían muchas plantas que jamás había visto, esto era extremadamente hermoso pero también se sentía un aura nociva en el ambiente aún más pesada que la que se sentía en zaun aunque menos tóxica ya que no me daban ganas de vomitar, no entendía cómo era posible que hubiera vida en medio de tal desierto. Me escondí en la maleza de la naturaleza gigante y al cabo de unos segundos jarro también bajo, pero estoy segura de que hizo mucho menos ruido que yo, el me miró molesto y luego me hizo una seña para que lo siguiera, traté de ser lo más sigilosa que pude y usamos lo que pudimos para camuflarnos, entre más avanzabamos más cosas extrañas veíamos, cada ser era más tétrico y daba más miedo que el anterior era como ver cien pies gigantes y cucarachas de gran tamaño, pero con un aspecto fusionado entre humano e insectos, jarro fue muy silencioso y yo de vez en cuanto pisaba alguna rama por la que debíamos detenernos algún tiempo hasta que no hubiera sonido alguno a nuestro al rededor, al final llegamos a un lugar lleno de escombros, habían casas destruidas y parques que mostraban sus juegos rotos y dañados caminamos entre las ruinas tratando de no encontrarnos con algún otro ser hasta que llegamos a una zona que tenía varios símbolos y está a su vez parecía menos dañada que el resto de la ciudad , jarro sintió algo a sus pies y comenzó a quitar sigilosamente el polvo de lo que había debajo de nosotros, oculto entre la maleza, entonces noto que no era solo un piso, vio que había una puerta gigante en aquella zona, claramente parecía que nadie la podía abrir era como una fortaleza enterrada en las ruinas de este bosque, me hizo señas de que debíamos detenernos y ver de que se trataba, pero cuando me agaché sobre la puerta un crujido sonó detrás de mi.

Una bestia gigante se ponía sobre sus patas trasera tenía colmillos salidos y un cuerpo alargado y robusto, media unos 4 metros tal vez y sus ojos eran como zafiros brillantes en un segundo se abalanzo para comerme, jarro uso su guante para lanzar una honda de magia muy poderosa y rápidamente el monstruo retrocedió, no sin antes clavar su pata en mi brazo izquierdo, la sangre empezó a brotar pero yo solo podía sentir la adrenalina del momento, mi magia empezó a surgir de mis dedos pero entonces jarro me tomo del brazo y en un instante estábamos en un lugar oscuro, hice una bola de luz con mi magia y entonces el techo empezó a retumbar, estábamos al otro lado de la gran puerta y esa bestia trataba de entrar, pero al cabo de unos minutos ya no se escuchó nada más.

-Ezreal: ¿ Que demonios pasa contigo? - dijo mientras rasgaba parte de su camisa para envolver mi Brazo, pero apenas me tocó sentí un dolor impresionante, cómo si rasgaran mi piel y mi hueso estuviera roto y así era efectivamente -demonios tu brazo está astillado- dijo mientras me seguía vendado.

TRES CAMINOS UNA LUZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora