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6. Ya se cómo funciona esto

Narra Betty

Luego de cenar, Jake llevó a nuestra hija a dormir y yo me metí en la cama, donde seguí leyendo el libro que tenía pendiente.

Cuando entró a la habitación, se subió sobre mi. - Hace días no pasamos una buena noche... -comenzó a besar mi cuello.

Yo suspiré. Hoy no tenía ganas, bueno casi nunca. Y eso que, debo admitir, que Jake es bueno en la cama... Pero simplemente no quiero.

A veces si me dejo llevar, cuando no soporto mi frustración sexual. Hoy no es ese día.

- Jake, oye... -lo separé. - Hoy no tengo muchas ganas.

El bufó y se recostó a mi lado, dándome la espalda. - Nunca tienes ganas.

- ¿Y que quieres, que finja que si? -pregunté sarcástica. - ¿Y obligarme?

El me miró indignado. - ¿Que mierda? Nunca en toda la maldita relación te he obligado a nada, así que no digas eso. -se levantó y tomó sus almohadas. - Y sabes bien por qué me pongo así... Siempre actúas extraño. -rodeó sus ojos y se fue.

Yo suspiré. Mañana con hacerle el desayuno y darle un beso largo todo volvería a la normalidad.

He fingido muchos años, he llegado a amarlo (tal vez no de la manera en que el me ama, pero lo hago) y le he tomado cariño, ya se cómo funciona esto. Por eso, se que hacer para llevar todo en paz y que la bomba no explote.

Por la mañana desperté bastante temprano, y escuché el agua caer desde la puerta de la habitación de invitados, donde se que Jake durmió.

Bajé a la cocina y preparé el desayuno, cuando supe que el ya estaba casi listo comencé a servirlo y llené su taza de café.

Cuando bajó, se sorprendió al verme. Se que despertó más temprano de lo normal porque pensó que el tendría que prepararse su desayuno.

Sonreí de lado. - Buenos días. -me acerqué y dejé un beso en su mejilla. - Siento lo de anoche... No quise decir eso, se que siempre respetas mis decisiones.

El acarició mi cuello y me miró a los ojos por unos segundos. - Está bien, yo siento haberme ido así.

- Te preparé el desayuno.

El sonrió. - Gracias. -iba a caminar a la mesa, pero antes lo tomé del cuello y lo acerqué a mi, fundiendonos en un beso apasionado.

Al separarnos, le sonreí algo divertida. - Ve a comer o llegarás tarde.

El rió y se sentó en la mesa comenzando a comer. Yo me senté a su lado mirando mi teléfono. No solía comer tan temprano, de hecho, apenas estaba amaneciendo y faltaba una hora para despertar a Julieta y llevarla a la escuela, así que podía dormir un rato más y luego desayunar con ella.

Cuando terminó nos levantamos y lo acompañé hasta la puerta. El me tomó de la cintura y dejó un beso en mis labios. - Te amo.

Yo dejé otro beso en su mejilla. - Y yo a ti.

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Narra Jughead

- Buenas noches a todos. -hablé por el micrófono a todos mis invitados. - Es un placer para mí tenerlos aquí y poder compartir este logro con todos ustedes... Bienvenidos a la nueva Editorial Jones.

Todos aplaudieron y celebraron, Ileana se acercó a mí y me dio unas tijeras, entonces yo corté la cinta roja de la puerta, dando mi editorial por inaugurada.