14. El tiempo vuela

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Narra Jughead

- Buenas buenas, jefecito. -me saludó Ileana al entrar a mi oficina.

Rodeé mis ojos. - No me llames así. -insistí.

Soltó una risita y se sentó frente a mí. - Bien, mira. -abrió una carpeta en el escritorio. Comenzó a sacar todas las hojas y me las enseñó. - Estás son todas las nuevas opciones, cada una tiene más de-

La interrumpí. - Ya tengo el lugar.

Levantó la mirada confundida y frunció el ceño. - ¿Que?

- Será en Riverdale.

- ¿Que... -negó. - Espera... No entiendo nada. -admitió.

Asentí. - Será en Riverdale. -repetí. - ¿Recuerdas el local que me enseñaste una vez? Bueno, será ahí. -dije como si nada.

Frunció el ceño aún más confundida. - Dijiste que no querías abrir una sede en Riverdale y más nunca te enseñe locales allá, ¿Por qué ahora...

Volví a interrumpirla. - Será ahí. -insistí, seguro.

- Pero... -ella estaba muy perdida. - Han pasado años, ya debe estar ocupado, ya alguien lo debe haber comprado y-

- Ileana. -ella estaba hablando muy rápido y me estresaba. - Yo me encargaré de eso. Será en Riverdale.

- Pero... -suspiró. - No entiendo. -negó.

- No tienes que entender.

- Pero dijiste que no querías abrir en Riverdale, y ahora de la nada dices esto, no entiendo nada, Jughead, ¿Podrías explicarme que-

Al parecer, esta conversación se trataba de interrumpirla cada vez que habla. - Me mudaré a Riverdale. -solté.

Abrió sus ojos como platos. - ¿Que?

Asentí. - Así como escuchaste, me voy a mudar a Riverdale y quiero una sede allá, ¿Así te hace más sentido?

- Pensé que odiabas Riverdale.

Negué. - No.

Asintió. - Siempre ha parecido que si...

- No, de ahí vengo, ahí nací, y quiero tranquilidad, así que me mudaré allá. -la miré serio. - Nunca dije que odio el pueblo.

- Vives en una residencia alejada de todo y de todos con vecinos que probablemente ya estén en sus últimos días de vida, lo menos que hay a tu alrededor es ruido. -dijo seria. - ¿Y dices que quieres irte por tranquilidad?

- Ileana, ya es una decisión tomada. -afirmé.

Si, que acabas de inventarte ahorita, hace treinta segundos.

- Ya estoy buscando casas. -eso era mentira, pero cuando se vaya, comenzaré con mi búsqueda.

Ella suspiró. - Siempre supe que estás medio loco, pero bueno. -se levantó y tomó sus cosas. - ¿Entonces para que vine?

- Para que le insistas a la dueña del local que yo lo quiero. -le tendí una hoja donde anoté su número y nombre. - Se llama Regina Martins, llámala e insiste, yo hablé con ella ayer.

Asintió tomando el papel. - Está bien, viejo loco, nos vemos después. -dijo saliendo de mi oficina y cerró la puerta.

Rodeé mis ojos y me dispuse a comenzar a buscar casas en Riverdale. Quiero algo parecido a lo que tengo acá, el precio no me importa.

Rato después, encontré la casa perfecta. Era como la de aquí, la única diferencia era que el jardín trasero era mucho más grande y esa tenía un pequeño gimnasio. Además tenía cuatro habitaciones, cinco baños, cocina, lavandería, piscina no tan grande y patio trasero bastante espacioso.

Destinados | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora