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Después de tres semanas conviviendo con mi madre, agradezco enormemente que mi departamento ya esté en aptas condiciones para mudarme y ser una mujer independiente otra vez. La mala suerte es que estuve limpiando toda la mañana cada puto rincón del lugar, porque el dueño del edificio nos comunicó que quizás encontremos alguna que otra cucaracha muerta y que lo mejor que podíamos hacer era limpiar. Así evitamos disgustos innecesarios. Por suerte Luciana me ayudo a limpiar, ella se encargo de la cocina y el salón, yo del dormitorio y el baño.

—¿Pizza o comemos fuera? —pregunta desde la cocina

—Creo que después de limpiar tanto, quiero comer fuera —tiro la ropa sucia dentro del cesto, mañana tendré un largo trabajo en la lavandería y eso implica lavar todo lo que deje a medias aquí.

Amarro mi cabello en una coleta alta, camino con dirección a donde está mi amiga y la observo sentada en el desayunador. Me acerco por un poco de agua, la mujer teclea con rapidez en su teléfono y me da una mirada.

—¿Qué?

—Acaban de anunciar que tu madre se postulará para presidente

—Tiene que ser una broma —susurro y me tiro sobre el sillón en busca de mi teléfono. No es ninguna broma, el partido lo lidera Maximiliana Wittenveng y si todo sale como lo tienen planeado, a finales de diciembre del próximo año tendremos nuevo presidente. Luego de mi ultimo escandalo con Ximena, su popularidad se fue a la nubes, hablo de mi madre y de como aprovecho mi falso romance para elevarse en redes.

Desde hace una semana que no sé nada de Ximena, luego de que la deje semi desnuda en su oficina... porque sí, me lleve su remera y sostén. Ahora los tengo de trofeos en la punta de mi cama.

¿Me preocupa su silencio? Si totalmente, siento que en cualquier momento aparecerá para reclamarme lo que le hice y como la deje, me desnudará a mí y me obligará a caminar por la calles de la ciudad. Cuando le conté a Luciana lo que paso, tubo la mala noticia de decirme que las fotos que nos tomaron fueron autorizadas por ella y su difusión también. Tendría que haberme dado cuenta, un escándalo así no pasa en la vida de Ximena Wittenveng, así que un poco se lo merece, debí quitarle los pantalones también.

¡Tenia que haberla dejado completamente desnuda!

—¿Comida china? —pregunta

—Ramen —dejo mi teléfono sobre la mesita de café y me levanto del sillón.

—¿Publicarás un tweet al respecto?

—Debería —susurro, hace una semana que no estoy en actividad... me he quedado completamente callada luego de que todos piensen que tengo una relación oculta. Vuelvo a tomar mi teléfono y abro mi cuenta, todavía sigo viendo nuestras fotos en el evento de Prisco.

@Lunarodrigo; ¿Presidencia? Tiene que ser una broma señora senadora, ¿no le da vergüenza querer seguir arruinándonos la vida? ¿No había otro en la lista de destructores masivos? El fascismo seguirá liderando el país.

Enviar.

Luciana mira su teléfono.

—Amiga, fuiste dura con tu madre —susurra

—No con ella, con su estúpido partido político —suspiro y dejo el móvil en la mesita —vamos antes de que comience a llamarme como una loca —tomo mi billetera y las llaves de mi departamento. —¿Vamos en tu auto? —pregunto cerrando con llave, siento un pequeño golpe en mi cintura y miro a mi amiga que está petrificada como si viera un fantasma. —¿Qué? —pregunto y me giro para encontrarme con la sonrisa más diabólica que he visto en toda mi vida, Ximena Wittenveng.

INFLUENCIA;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora