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El caos llegó.

@Lunarodrigo; No estoy de acuerdo con la lista de candidatos ¿alguien puede apretar a realizar sims nuevos? #presidencias2022

@Lunarodrigo; El nombre de Esperanza, me la quita por completo... ¿de verdad cree que vamos a salir adelante pintando mándalas y tomando mates en el parque? #presidencias2022

@Lunarodrigo; O tenía mi voto de confianza hasta que descubrí que es un padre ausente. Señor si no puede mantener una familia, ¿Cómo planea mantener un país? #presidencias2022

@Lunarodrigo; Tengo que admitir que deseo con ansias verla al frente en los debates, espero que esta vez cierren antes la cantina... #presidencias2022

@Lunarodrigo; ¿Un machista y misógino de candidato? ¿Por qué no me avisaron que se postulaba para ir a la cárcel? Con gusto lo escolto y que hable de todas las victimas que silencio. #presidencias2022

Como es de esperarse, el estallido social que produce la primer publicación hasta la última, me genera cierta sensación en el estomago y no he dejado de morder mis uñas desde las siete de la mañana. Nunca me he metido con varias personas a la vez, nunca he apuntado contra tantas eminencias, pero la única persona que me preocupa en realidad es Manzur y su amiga Lisbeth, ambos tienen las mismas ideas políticas. A pesar de que ella sea una mujer, confirma y afirma lo que Manzur dice, es una completa locura, pero si tiene a su amigo en el poder, todo sería más fácil para ella. Remojo mis labios con mi lengua, desvío mi mirada a la taza de café y la llevo a mi boca con cuidado.

Son las doce del mediodía, estoy con mi madre, pero no estamos en la cede política... me ha enviado la dirección de la casa de alguien y he venido en cuanto desperté. La casa es de Ana María Wittenveng, vive en la zona de ricos intocables, un barrio cerrado y con seguridad las 24 horas del día. En el living de su sala su hija de ¿cuatro? Juega con una joven, su niñera.

Ana María se lleva un cigarrillo a la boca, está encendido, las observa y las admira como si las quisiera mucho a ambas. Mi madre teclea en su computador, me distraen sonidos y tengo la cabeza explotada... es la primera vez en mi vida que mis publicación son mías, pero no del todo.

Ana María Wittenveng quería que los matará a todos, que sea dura, cruel, que tiemblen...

Mi madre todo lo contrario y es entendible, ella está en esa lista. La puerta de entrada se abre, aparece el esposo de Ana María, se acerca a la mujer a dejar un beso fugaz en su frente y luego camina con seguridad hacia su hija y la niñera. No puedo creer lo que presencio, la mano de su esposo encuentra un lugar sobre la cintura de la joven, ella levanta la mirada y lo observa, luego mira a su jefa.

Ana María deja de mirar y en ese lapso encuentra mis ojos, trago saliva... no quiero otro escandalo con las Wittenveng.

Tengo dos pensamientos, ella es la amante de su marido o viceversa o ambos tienen un trio. Espero que, por el bien de la salud de la niña, no sea ninguna de esas y las miradas que vi solo sean eso... miradas. Mi teléfono no deja de sonar, es una llamada tras otra, de mi padre, de Luciana, Lizardo, canales de streaming y alguno que otro programa de televisión. La puerta de su hogar parece hotel de paso, se ha abierto otra vez, pero ahora mis ojos se alegran al verla entrar, Ximena.

Lleva un traje de dos piezas negro, el pantalón de vestir le queda ajustado y marca sus caderas con tanta delicadeza, tiene una camisa de color borgoña y el saco a conjunto del traje, claro. En sus pies unos tacones en punta de al menos quince centímetros de alto, pero hoy se ve poderosa, hermosa... quiero que me haga el amor ahora mismo, encima de esta mesa. Sus ojos conectan con los que juegan en la sala y blanquea la mirada, está harta de verlos, no lo sé.

INFLUENCIA;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora