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Estamos en plena clase de álgebra y aunque lo intento, la irritante voz de Lee Chan interrumpe mis intenciones de prestar atención a dicha clase.

Lo miro con mala cara mientras le hago el mismo gesto a mi amigo que está sentado a mi lado.

—¿Qué te pasa? —me pregunta Seokmin al recibir tal gesto de mi parte.

—El tarado de Chan no se calla un momento.

—Viste que esta noche es el cumpleaños de Mingyu —responde cambiando totalmente de tema.

—Sí, ¿Y? —le digo sin quitar la mirada de Lee Chan.

—Seguro lo terminas callando con un beso en la fiesta. 

—¿Qué decís desubicado? —le respondo ofendida—. Prefiero partirme la lengua en dos antes que besar a ese cabeza hueca.

—Ay dios, no es posible que lo odies tanto.

—Si lo es—finalmente desvío la mirada hacia mi amigo—. No vamos a volver a tener, esta conversación Min, solo no soporto a Lee Chan y punto.

—Veo que aún no puedes dejar de hablar sobre mí —el mencionado se había tele transportado o algo por el estilo y ahora se encontraba frente a mí sonriendo de lado.

—Si claro, no puedo dejar de pensar en tu estúpida existencia Lee Chan.

—Ya que tanto amas mi nombre, si quieres te doy mi apellido linda.

Y la rabia que venía acumulando desde el inicio de la clase finalmente me consumió al oír tal frase y mi puño terminó estampado en el rostro de mí némesis.

—Pues señorita Tao, puede agradecer que la fuerza de su brazo es tan ínfima que el alumno Lee Chan no sintió ningún dolor — explicó el director del colegio teniéndonos a uno a la par del otro.

—No esperaba causar un dolor físico, más bien quería liberar el estrés —confesé mientras jugaba con uno de los tantos dijes de mi brazalete, lo que llamó la atención de Lee Chan.

—Debo de decir que el golpe fue más una acaricia, señor —explicó ganándose una negación por parte del director.

—Esto no va a quedar así Liu Tao, espero verla esta noche ordenando los libros en la biblioteca.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro, aunque aquello era un castigo para mí, era lo mejor que me podía pasar. Tener que quedarme hasta tarde ordenando libros era más que excitante que nada.

Después de terminar la jornada escolar y de despedirme de mis amigos, me dirigí a la biblioteca encontrándome con Gulmi la pequeña encargada del lugar, la cual me entregó las llaves y me saludo alegremente.

Me coloqué mis auriculares y comencé a ordenar el lugar mientras bailaba alegremente a través de las estanterías. De vez en cuando paraba para hojear aquellos libros que me parecían más interesantes.

Luego de que cada libro quedará en su sitio, me dispuse a disfrutar de mi lectura favorita “Mujercitas” aun con mis auriculares puestos y con música clásica comencé a leer.

Al parecer no medí lo cansada que estaba, tanto así que me quedé dormida en el sitio hasta que alguien me tomó de los hombros despertándome así de mi profundo sueño.

—Eres de no creer Liu Tao —el muchacho se sentó a mi lado y me acercó un bowl de ramen recién preparado.

—¿Lee Chan? —pregunté sorprendida aun intentando que mis ojos se acostumbraran a la luz del lugar.

—El mismo —respondió volviendo a hacer esa media sonrisa que tanto me molestaba.

—¿Qué carajos haces aquí? —cuestioné sin siquiera mirarlo.

—Oye el lenguaje, las chicas lindas como tú no maldicen —respondió acercando aún más el ramen a mí.

—Veo que quieres que te vuelva a golpear —no esperé a que respondiera, me puse de pie y abandoné el lugar, no sin antes guardar el libro en su sitio.

Lee Chan se quedó simplemente sentado comiendo el ramen que me había ofrecido. Realmente no lo podía entender. Varias veces me llaman la rara del salón, pero si de una competencia de raros se tratase Lee Chan me ganaba con creces.

Recordé que no debía dejar el lugar abierto y tuve que volver, grande fue mi sorpresa al ver a Lee Chan leyendo mi libro favorito mientras devoraba el ramen.

—Si quieres deja la llave sobre la mesa, yo cerraré al irme, Gulmi me dio permiso —explicó.

Aún sorprendida hice caso y dejé las llaves en la mesa yéndome finalmente del lugar no sin antes volver a ver al muchacho verlo así hacía que mi odio disminuyera un poco…






















Aún sorprendida hice caso y dejé las llaves en la mesa yéndome finalmente del lugar no sin antes volver a ver al muchacho verlo así hacía que mi odio disminuyera un poco…

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࿔‧ ֶָ֢˚˖⛓️‍💥LANGUAGE˖˚ֶָ֢ ‧࿔ |lee chan| ; svt ||COMPLETA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora