࿔‧ ֶָ֢˚˖⛓️‍💥LANGUAGE˖˚ֶָ֢ ‧࿔ |lee chan| ; svt ||COMPLETA||

14

Lamentablemente, era momento de volver a clases con normalidad y para mi mala suerte era momento de ver de nuevo a Lee Chan.

Claramente, algo había vuelto a cambiar en mi trato, hacía este y él parecía notarlo.

—Si sigues mirándolo con tanto odio vas a explotar —bromeó Seokmin al notar mi persistente inquietud—. Parece que lo odias más ahora que hace unos meses.

Tal comentario me molestaba aún más y se lo hice saber con una mirada de odio, esta vez hacia mi amigo.

—Entiendo su relación es complicada —dijo haciendo comillas con las manos—. Pero no entiendo por qué ahora lo odias de vuelta.

—No lo odio de vuelta —respondí sin mirarlo.

—Díselo a cara.

Finalmente, me di vuelta en dirección a mi amigo y le hice un gesto para que se acercara y así nadie oyera lo que le iba a decir.

—Puede que el hecho de que besara a Haewon me tenga un poco confundida —expliqué y gracias a mí poco habitual buena suerte el timbre sonó permitiéndome salir corriendo a esconderme.

Tarde o temprano Seokmin me encontraría, pero prefería atrasar el sermón que probablemente este me daría.

Me encontraba sentada en uno de los lugares menos habitados del colegio jugando con mi celular hasta que oí como alguien se acercaba rápidamente me puse de pie dispuesta a correr, pero ese alguien me tomó del brazo impidiéndomelo.

—Necesito hablar contigo —reconocí al instante la voz de Lee Chan.

—No tengo nada que hablar con- —no pude terminar de hablar porque este con una de sus manos tapó mi boca.

—Tú no, pero yo sí —dijo con seriedad.

Lee Chan me miraba con una expresión seria y determinada que me hizo sentir incómoda. Aunque traté de liberar mi brazo de su agarre, su fuerza era mayor que la mía, y me vi obligada a escuchar lo que tenía que decir.

—Tao, sé que estás confundida por lo que pasó anoche, y quiero aclarar las cosas —comenzó, retirando lentamente su mano de mi boca pero manteniendo su firme agarre en mi brazo.

A pesar de mi deseo de escapar de esa conversación incómoda, sentí una curiosidad creciente por lo que Lee Chan tenía que decir. ¿Qué podría decirme que cambiara la situación?

—Lo que pasó con Haewon fue un malentendido —continuó, su voz suave y cautelosa—. No era ella a quien quería besar.

Mi mente comenzó a dar vueltas ante sus palabras. ¿Qué quería decir con eso? Y porque había decidido sincerarse sobre aquello.

—Pero si no era Haewon, entonces… ¿A quién querías besar? —pregunté, tratando de controlar la confusión que se apoderaba de mí.

Lee Chan bajó la mirada por un momento, como si estuviera debatiéndose internamente sobre si revelarme la verdad. Finalmente, levantó la vista y me miró directamente a los ojos.

—No puedo decírtelo —confesó en un susurro apenas audible, pero lo suficientemente claro para que lo escuchara.

Antes de que pudiera procesar completamente sus palabras, una oleada de ira y frustración me invadió.

—No quiero hablar de esto —dije con brusquedad, tratando de liberar mi brazo de su agarre una vez más.

Lee Chan parecía darse cuenta de que había tocado una fibra sensible, y su expresión se volvió más compungida.

—Yo solo quiero que no me odies —explicó volviendo su mirada hacia mí.

—Me lo pones difícil Chan —dije y noté como su mirada le iluminaba al oír como volvía a llamarlo solo por su nombre.

—Así es nuestra relación, difícil —respondió con una sonrisa.

—¿Desde cuándo estamos en una relación? —le dije y este largó una carcajada.

—¿Amigos? —dijo sonriendo esta vez más y yo negué.

—Conocidos…

Lee Chan soltó una risa suave ante mi respuesta y asintió con complicidad. Parecía entender la dinámica confusa y cambiante que compartíamos.

—Entonces, ¿podemos ser conocidos que no se odian? —propuso, con una chispa traviesa en sus ojos.

A pesar de mí misma, no pude evitar sonreír ante su actitud juguetona. Aunque nuestras interacciones siempre habían sido complicadas y llenas de altibajos, había algo reconfortante en saber que podíamos compartir un momento de ligereza, incluso en medio de la confusión.

—Supongo que podría intentarlo —respondí, permitiéndome bajar la guardia por un momento.

Chan asintió con satisfacción, como si hubiera ganado una pequeña victoria, devolvió mi sonrisa con una expresión de alivio, como si también sintiera que se había quitado un peso de encima.

Con eso, nos separamos, cada uno volviendo a sus propias actividades. Me encontré en mi camino de regreso con Seokmin que me miraba como sabiendo lo que había pasado.

—Hablaste con Lee Chan, ¿verdad? —me dijo cuando llegué a su lado.

—Sí —respondí con vergüenza al recordar cómo había escapado de su lado.

—No me gusta que me evites Liu Tao —habló con un poco de enfado.

—Lo siento Min —le dije con un puchero en el rostro— ¿Me perdonas?

—No puedo odiarte si me pones esa carita —respondió pellizcando con fuerza una de mis mejillas.

Seokmin soltó una risa suave mientras me veía con complicidad.

—Está bien, te perdono, pero no vuelvas a escaparte de mí de esa manera —dijo, con un tono suave pero firme.

Asentí con una sonrisa, agradecida por su comprensión.

—¿Qué te dijo Lee Chan? —preguntó Seokmin, y con curiosidad evidente en su expresión.

Decidí compartir con él los detalles de nuestra conversación, confiando en su juicio y apoyo.

—Dice que lo de anoche fue un malentendido, que no era Haewon a quien quería besar —expliqué, tratando de resumir lo que Chan me había dicho.

Seokmin frunció el ceño, evidentemente pensativo.

—Eso suena extraño —murmuró para sí mismo—. ¿Entonces a quién quería besar?

Me encogí de hombros, incapaz de dar una respuesta clara.

—No lo sé, y honestamente, no quiero saberlo —respondí con sinceridad—. No quiero seguir pensando en eso.

Seokmin asintió comprensivamente, pareciendo entender mi deseo de dejar el tema atrás.

—Entiendo —dijo, ofreciéndome una sonrisa reconfortante.

Agradecí su apoyo silencioso y continuamos nuestro camino hacia nuestras clases. A pesar de la confusión y los malentendidos, me sentí reconfortada al saber que tenía a Seokmin a mi lado.