Mirada de mil estrellas

XIX

Sodo se despertó a mitad de la noche, sentía como sus piernas se contraian a causa del dolor.
Se levantó para caminar hacia el baño, haciéndolo cuidadosamente para no despertar a Rain, el cual se veía profundamente dormido.

Sodo se miraba en el espejo para después echarse un poco de agua en la cara.
Sintió como unas manos envolvían su abdomen, una respiración conocida tocando su cuello, inmediatamente supo de quien se trataba.

---- ¿Rain? ---- decía mirandolo desde el espejo ---- pensé que estabas dormido ---- Sodo seguía sin voltear la mirada, solo lo veía desde el espejo

---- me despertaste con el ruido de la cama al levantarte ---- Rain acariciaba el abdomen del contrario, besando su cuello suavemente

---- perdón Rain ---- Sodo empezaba a soltar quejidos por las acciones que realizaba Rain en su cuello ---- no era mi intención despertarte ---- terminando esta oración Sodo soltó un pequeño gemido, haciendo que Rain parara.

Rain soltó por completo a Sodo, regresando a la cama, no tardo mucho para que Sodo hiciera lo mismo.
Sodo se acostó de una manera en la que el y Rain se podían ver a los ojos. Rain dio una palmaditas en el hombro de Sodo, despertándolo al instante. Rain veía directamente a los ojos de Sodo, hasta que empezó a meter su mano en la cobija que los cubria.
Sodo se sobresalto al sentir la mano de Rain acercarse a su entrada.

---- Rain ¿que haces? ---- decía intento alejarse pero le resultaba imposible

Rain metió sus dedos lentamente, provocandole a Sodo una hermosa reacción. Sodo empezó a soltar gemidos casi imperceptibles, sintiendo su interior contraerse.
Rain veía a Sodo con una mirada inocente, como si no estuviera pasando nada abajo.

Retiro los dedos del interior de Sodo, para levantarse y comenzar a quitarle el pantalón y su ropa interior.

Sodo volteo la mirada hacia arriba quedando estatico por unos segundos, hasta que sintió una sensación indescriptible. Rain metía su lengua en la entrada de Sodo, haciendo que este gimiera ante tal acto.
No tardo mucho en llegar a su órgazmo, Rain limpiaba el semen de Sodo con su lengua chupando su glande a la misma vez mientras veía a su contrario.

Rain se levantó de donde se encontraba, para tomar una posición que dejaba ver sus claras intenciones. Puso sus rodillas a los extremos del pecho de Sodo, para que su miembro pueda estar cerca de la boca y cara de Sodo.
Empezó un vaivén algo rápido,soltando gemidos por la fricción que se generaba. La tentación de meterlo en su boca se empezó a apoderar de Sodo, haciendo que este se levantara y metiera el pene de Rain en su boca. Rain soltó un gemido grave y prolongado, llenando su cuerpo de puro placer.
Sodo sintio como su boca se llenaban de ese fluido blanco que momentos después pasaría por su garganta.

Rain apoyo su cabeza en el pecho de Sodo, mordiendo y jugando con los aros que este tenía sacandole quejidos.

A la mañana siguiente Sodo se desconcertó al no ver a nadie con el, solo su peluche estaba en el lugar donde se encontraba Rain. Este lo tomó rápidamente, acercandolo a su cara y respirando el olor que este tenía, ese olor que tanto lo embriagaba.
Paso un rato más abrazado a ese peluche, hasta que opto por buscar sus pantalones entre las sábanas y ordenar la cama que estaba echa un desastre. El dolor que presentaba en las piernas permanecía aún, pero Sodo quizo ignorarlo un poco.

Salió de su cuarto para caminar por el pasillo, tocando ligeramente todas las puertas con la punta de sus dedos, sintiendo la madera fría de estas. Por un momento todo aparento desaparecer, todo lo que tocaba Sodo se volvía blanco, a cada paso que daba Sodo se elevaba cada vez más. ¿Estaría bajo el efecto de algo? No lo sabía, lo que si sabía era que se sentía increíble.