XVII

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Rain fue el primero de los dos en despertar, viendo detalladamente a su acompañante.
Ese cuerpo tan pequeño y delicado, con ese hermoso color perla que hacia resaltar sus facciones.
Esos ojos grises que reflejaban la inocencia y plenitud de este.

Esos pequeños detalles que se presenciaban a plena vista.
Su corazón, ese lugar tan especial, a demás de bombear sangre, también es el lugar donde nace el amor. Ese amor tan especial que se tenían mutuamente.

Rain dejaba pequeñas caricias en el rostro de Sodo, en su hermoso cabello, provocando que despertara.
Al momento de despertar una pequeña sonrisa se formó en Sodo, ver a Rain le provocaba una alegría inexplicable.
Esa persona le hacía olvidar todos sus conflictos.

---- ¿Dormiste bien? ---- preguntaba sin soltar el abrazo que mantenían

---- si ---- soltaba su peluche para tener las manos libres ---- ¿Cómo no hacerlo? ---- Sodo acariciaba el hombro de Rain

Rain deseaba no salir de esa habitación, de ese tacto tan cálido y reconfortante.

---- creo que es hora de irme Sodo ---- apretaba al contrario para posteriormente soltar el abrazo poco a poco

Sodo dio un beso en la mejilla a Rain rápidamente, para después separarse.

---- me avisas cuando estés listo ---- sonreía y salía de aquella habitación

Sodo volvía a sentir esa hermosa sensación, esas punzadas en el corazón que lo hacían gritar, ese cosquilleo en el estomago que lo hacía feliz.
Extrañaba esa conducta por parte de Rain, fue horrible para el distanciarse de su mejor amigo un buen tiempo, ya que unos meses después de entrar a la banda empezaron a distanciarse.
Pensó seriamente que lo perdería, perdería a esa persona que lo acompañaba en cada momento difícil de su vida.

Un Sodo más animado se levantó, se cambio de ropa y también arreglo un poco la habitación, eso le generaba cierta paz.
Tomo su celular, para comunicar a Rain de ya estar listo.

Los demás ya habían decidido al lugar al que irían, todos estaban con el mismo semblante de todos los días, pero esto no le importo a Rain y Sodo.

Swiss veía como Sodo estaba tan feliz con Rain. Lo veía más alegre cuando estaba cerca de él.
Estaba pensando seriamente en mantener o no su contacto con Sodo.
Claro que le pediría perdón, eso estaba claro, pero nada iba a ser igual.

El sentimiento ya no era el mismo, no le provocaba algún sentimiento relacionado con el amor al verlo. No lo odiaba o algo por el estilo, solo que estaba dejando atrás ese sentimiento.
Esto le preocupaba, no quería separarse de Sodo, al menos no así.

Rain y Sodo se distanciaron del grupo, para ir a sentarse a una banqueta.

Estuvieron platicando como de costumbre, hasta que en un punto Rain desvío su mirada a los labios de Sodo.
Observándolos  detenidamente, apreciando cada detalle de estos.
Fue acercando su rostro poco a poco al del contrario, uniendo sus labios.
Una textura y un dulce sabor hacían a estos labios los más hermosos.

Rain coloco su mano sobre el pecho de Sodo, poniéndola exactamente en la parte de su corazón sin dejar de besarlo.

A Sodo le entanto la idea de volver a su antigua conexión, esa conexión tan especial.
El sentimiento de volver a enamorarse era hermoso, sentir como una persona cura tu corazón.
Rain levantó a Sodo tomando su mano, el contrario respondió con una bella sonrisa.
Volvieron a integrarse a los demás, bueno, a decir verdad solo los seguían, no mantenían la conversación.

Al llegar todos pasaron a sus habitaciones, Sodo se recostó en su cama, volviendo a sentir esas mariposas.

Escucho la puerta abrirse, al voltear a ver vio a Swiss, esta vez no quizo evadirlo.

Mirada de mil estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora