11: Joda

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"Donde Marcos y Enzo salen de joda"

Estudiantes y Boca, entre otros clubes, habían clasificado a los cuartos de la Copa de la Liga, y por ese motivo algunos jugadores de esos clubes clasificados, habían salido de joda.

Marcos se sorprendió y alegró cuando Enzo le dijo que él y sus compañeros saldrían de joda... al mismo boliche al que irían los de Boca (y por lo que habían escuchado, algunos de Godoy Cruz y River). Les chupó un huevo levantar o no sospechas, y fueron juntos.

En el boliche, ambos se la pasaron tomando y bailando con sus compañeros de equipo, pero siempre estaban relativamente cerca, buscándose, llegando a toques de manos o agarres posesivos en la cintura del otro. No más que eso.

—¿Desde cuándo son amigos Marcos y vos? —le preguntó José Sosa a Enzo.

—Hace algunos años ya, nos conocimos en Estudiantes en 2008 y de ahí nos volvimos muy amigos. —Enzo claramente iba a omitir que eran amigos que cogían cada vez que podían—. ¿Por qué la pregunta?

—Para saber —respondió Sosa—. Me pareció raro verlos entrar juntos, por eso

—Entramos juntos de casualidad, pero sí somos amigos —dijo Enzo. Estaba remarcando bastante que eran amigos.

—Enzooo —se escuchó que Marcos, un Marcos bastante borracho, lo llamaba.

Enzo se giró confundido, sabía que era Marcos, le reconocía la voz pero la escuchaba más ronca de lo normal. Cuando lo miró, notó que era porque su novio estaba completamente borracho.

—Ahí vengo, José. —Se despidió de su amigo y fue hacia donde estaba el defensor.

Marcos se tambaleó hacia él e intentó besarlo, pero apenas podía mantenerse parado. Le decía la primera boludez que se le pasaba por la cabeza y se reía, mientras intentaba pararse bien para besarlo.

Enzo se reía por las acciones de Marcos, pero apenas el de Boca pudo mantenerse en pie cinco minutos lo agarró de la nuca intentando besarlo, cosa que no pudo porque el morocho se lo quitó de encima enojado, podían verlos y se arruinaría todo.

—Faustino Marcos Alberto Rojo, la puta que te parió —le dijo—. ¿Qué te pensás que hacés? ¿Querés que nos vean? ¿No ves que están todos acá y nos pueden ver? —Pérez estaba muy enojado, al principio cuando Marcos no podía ni pararse del pedo que tenía le daba risa, pero ahora que casi lo besaba estaba enfurecido.

—Dale, amor, s-sólo un besito. —Marcos arrastraba las palabras y se agarraba de él para no irse de jeta al piso.

—No, Rojo, nos pueden ver. —Enzo lo miró y se fue afuera, casi huyendo de él.

Marcos lo siguió agarrándose de las paredes. Enzo, al verlo, se acercó.

—Marcos, ¿sos pelotudo, vos? —le preguntó con bronca.

—¿Por? Quiero besar a mi novio.

—Pero nos podrían haber visto todos, ¿qué te pensás? ¿Qué somos invisibles?

—¿Y qué si nos ven? —Se notaba demasiado lo borracho que estaba Marcos, ya que siempre había estado de acuerdo con Enzo con el tema de ocultar su relación.

—¡Por el amor de Dios, Marcos, nos pueden cagar la relación! Pensá un poquito lo que decís o sino dejá de tomar tanto, borracho de mierda. —Enzo se había enojado y había perdido la paciencia, ya no había forma de tratar con Marcos—. Voy a entrar, y no quiero que te me acerques para nada; tenete límites, Rojo, porque no es así —dijo Enzo, pero antes de que pudiera irse, Marcos lo agarró y lo estampó contra la pared.

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