Capitulo XIV: Después de la cena

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-¿Por qué la vieja esa no dejaba de verme raro y a cada rato?

Pregunta Kim una vez que estuvo junto a Vegas en su auto rumbo a casa, por fin la dichosa cena había terminado.

-Ustedes nunca se llevaron bien.

Es todo lo que dice Vegas, Kim lo mira con ojos entrecerrados, siente que Vegas quería decir algo más, pero al final se arrepintió.

Después de aquella pregunta ambos se sumergen en un cómodo silencio, cada uno está sumido en sus propios pensamientos.

Kim siente que hay algo en esa mujer que no le da buena espina, la forma en que no lo dejaba de mirar y la forma en que lo trató.  Quiere creer que es por el motivo de que supo donde se había encontrado durante el tiempo en que había estado desaparecido, pero por otro lado recuerda como trata a Big y es diferente, por lo que opta por creer plenamente que es por lo que le dijo Vegas.

Siente que hay tantas cosas que no le cuadran en su mente, cada día es más confuso, los recuerdos asaltan su mente en el momento menos esperado.

Decide distraerse encendiendo la radio del auto para escuchar un poco de música.

Hablando de música, Vegas en algún momento le había comentado que se había creado un canal de YouTube antes de desaparecer y que había subido algunas canciones.

Quizás mañana busque el canal, pero recuerda que mañana va a ir junto a Vegas a la casa del lago.

La idea lo emociona porque van a estar solamente los dos y van a tener un picnic. Siente que las mariposas en su interior se alocan ante la imagen mental que se ha formado en su mente en donde aparece Vegas dándole un trozo de pie de limón en la boca.

A pesar de estar impaciente por llegar a casa el camino se le hizo corto, quizás fue porque a esa hora las calles están escasamente transitadas, además de que escuchando una de las playlist de Vegas en Spotify, Hearing Damage de Thom Yorke, siente una especie de deja vu, como si la conociera de alguna parte.

-¡Al fin en casa!

Exclama Kim contento tratando de quitarse el cinturón de seguridad a toda prisa, una vez que es libre sale disparado del auto, yendo rápidamente a la habitación de Vegas dispuesto a cambiarse y bañarse lo antes posible. La ansiedad está haciendo de las suyas.

Vegas se queda unos minutos platicando con su padre y hermano antes de dirigirse hacia las escaleras junto a Macao.

-Mañana antes de que salgan tenemos que hablar.

Es lo que le dice su padre antes de desearles unas buenas noches y darles un beso en la frente a ambos, como siempre lo hace. Gun siempre supo que debía de mantenerse alejado del mundo de la mafia, tanto por el bienestar de su familia como por el mismo, no se arrepiente de estar alejado de sus hermanos y sobrinos, mientras sus hijos estén bien, eso es todo lo que le importa.

Con una sonrisa en el rostro ve como sus hijos suben las escaleras jugueteando entre si. Espera que todo continué estando todo bien, siente que mañana va a ser un día bastante interesante. Vegas después de despedirse de su hermano se adentra a su habitación encontrándola vacía, pero no se preocupó ya que inmediatamente escuchó el ruido de la ducha provenir del baño.

Se sienta a los pies de su cama y suelta un suspiro, la cena estuvo tranquila, pero con el ambiente un tanto extraño, las miradas que la tía Namphueng le tenían los nervios de punta, agradece de que Kim se comportara.

Está tentado a acompañar a Kim en la ducha, conociéndolo sabe que le quedan unos cuantos minutos en la ducha, así que procede a sacarse los zapatos, ya en el baño se empieza a desvestir, al momento de ingresar se sorprende al escuchar a Kim cantar una canción que le es desconocida, quizás la conoció en el club.

Se ríe porque al entrar a la cabina de la ducha Kim suelta un pequeño grito por el susto.

-¡Me asustaste!

Le reprocha Kim a Vegas, este solamente se ríe por su reacción, parece un gato.

-Lo siento, Kimmy, solamente quería acompañarte en la ducha.

Eso pareció animar a Kim que inmediatamente le hace un espacio a Vegas, bueno, hay que ser realistas, la cabina de la ducha no es nada pequeña, pero no viene al caso. Una vez que Vegas estuvo dentro de la cabina, Kim de inmediato se acercó a su cuerpo, de manera inconsciente Vegas posa sus manos en la cintura de Kim y une sus bocas con un lento beso que pareciera hacer que Kim se derrita entre sus brazos.

Después de separarse para recuperar el aliento, vuelven a unir sus bocas en otro beso, pero este fue un poco intenso, sus manos recorrieron el cuerpo contrario bajo la tibia lluvia de la ducha.  Kim lo enjabona mientras que ambos se roban pequeños besos juguetones a la vez que ríen.

Ambos quieren atesorar estos momentos que pasan juntos y en tranquilidad, aquellos pequeños detalles que aceleran el corazón de Kim, como por ejemplo la suave forma en que Vegas siempre le acaricia sus mejillas o lo agarra de las manos.

Una vez que deciden que están listos el primero en salir de la cabina es Vegas, Kim no pierde la oportunidad de recorrer el cuerpo contrario con sus ojos, deteniéndose unos cuantos segundos en el trasero de Vegas, se ve tan tentador a que deje una marca en el, o darle un apretón a una de las nalgas. Kim sale de sus locos pensamientos cuando Vegas se gira en su dirección con dos batas en mano, de inmediato le extiende una, Kim le agradece con un suave gracias.

Cuando estuvieron secos se dirigen a la cama que han estado compartiendo, cada uno se acomoda en su lugar habitual, Kim de inmediato se acurruca en los brazos de Vegas que lo recibe gustoso.

Antes de que Vegas apague la luz de la única lámpara encendida comparten unos últimos besos para después desearse las buenas noches. 



Daddy - VegasKim Donde viven las historias. Descúbrelo ahora