Almas Gemelas (Adaptación & Traducción)

Capítulo 19

"¡Déjame verlo! ¡Déjame verlo!"

Lisa levantó la vista a tiempo para ver el cuerpo en forma de manzana y las piernas delgadas como lápices de Olympia trotando por el antiguo camino, con su radiante sonrisa alcanzándolas mucho antes que ella.

"¿Dónde está?" resopló, deteniéndose frente a Rosie.

Rosie abrazó a su amiga y la condujo con orgullo al ahora famoso hoyo.

"Ahí está."

"¿Es realmente una cavidad corporal?" preguntó Olimpia.

Lisa se rió para sí misma. No podía superar la expresión de asombro en el rostro de Olympia.

"Creemos que sí. El profesor Moretti lo examinó esta mañana, pero no lo sabremos con certeza hasta que se haga el molde."

Lisa desvió su atención de Olympia, siguiendo el tono alegre de la voz de Rosie. La emoción de su amiga por el descubrimiento no se acercaba a la evidente alegría de Rosie. Estaba prácticamente resplandeciente, y eso la hacía más hermosa que nunca.

Deseaba que Rosie le dirigiera un poco de esa alegría a ella, pero después del descubrimiento, se alejó. Lisa quería pensar que, en su entusiasmo, estaba demasiado ocupada para prestarle mucha atención, pero sabía que no era así.

La estaba apartando a propósito, abrazando la incómoda tensión que llenaba el vacío entre ellas. Lisa no podía culparla. Rosie era la inteligente, manteniendo su distancia ahora que sabía quién era.

Y ella era la idiota, tratando de besarla cuando el sentido común le decía que debería hacer todo lo que estuviera a su alcance para estar del lado bueno de Rosie. Intentar seducir al enemigo no era una forma inteligente de lograr eso, pero en aquel momento, con el cuerpo suave y cálido de Rosie debajo del suyo, había sido incapaz de detenerse.

"Eso es lo que escuché", exclamó Olympia, atrayendo la atención de Lisa hacia las dos mujeres. "Todos en el sitio están hablando de esto. Estoy tan feliz por ti."

Las mujeres chillaron y se abrazaron como si una de ellas acabara de anunciar que se iba a casar.

Aunque Lisa sabía que no era eso lo que estaban celebrando, el pensamiento descarriado le hizo cosquillas en el cerebro. ¿Cuánto tiempo hacía que Rosie había roto su compromiso con Jungkook? ¿Habían pasado años o solo semanas? ¿Estaría todavía enamorada de él?

"Esto es tan maravilloso", dijo Olympia cuando finalmente se separaron. "No puedo esperar a ver la cara de Jungkook cuando se entere. La noticia le va a caer como un saco de rocas encima."

Hablando del diablo.

La sonrisa se desvaneció del rostro de Rosie. Parecía confundida. ¿O era preocupación la que le arrugaba la frente?

"¿Él no lo sabe todavía? Pensé que habías dicho que todo el mundo estaba hablando de eso."

Lisa clavó su pala en la tierra. ¿Por qué diablos le importaba si Jungkook lo sabía o no?

"Él no pudo haber oído todavía", comentó Olympia mientras se inclinaba para ver más de cerca la grieta en el suelo. "Él no se ha presentado a trabajar esta mañana."

"¿Oh? Eso es extraño. Suele llegar a tiempo."

Definitivamente preocupación, pensó Lisa. Si a Rosie ya no le gustaba el hombre, ¿por qué estaba preocupada por él?

Olympia resopló mientras se enderezaba.

"No precisamente. Ha llegado tarde varias veces este mes. Su alteza va y viene como si fuera el dueño del maldito lugar."