Almas Gemelas (Adaptación & Traducción)

Capítulo 23

En el momento en que Jisoo entró en la casa, olió humo.

"¡Jennie!"

El pánico la llenó cuando no escuchó respuesta. Ya no eran ángeles. El fuego no era algo bueno.

Jisoo corrió hacia la parte trasera del apartamento, siguiendo el olor asfixiante hasta la cocina. Humo negro salía de las grietas alrededor de la puerta del horno. Agarrando lo primero que pudo encontrar, abrió la puerta y sacó una sartén cubierta de pequeños montículos ennegrecidos. La cacerola de metal caliente quemó a través del fino paño de cocina, y ella dio vueltas de un lado a otro buscando un buen lugar para dejarla caer antes de que se ampollara los dedos.

En ese momento, Jennie entró desde el patio trasero con una carga de ropa limpia en los brazos.

"¡Ay, cielos! ¡Mis bollos!"

Dejó caer la cesta, derramando las sábanas recién lavadas en el suelo mientras corría hacia la estufa. Agarrando un guante de cocina de una clavija en la pared, tomó la sartén de Jisoo antes de que el pan carbonizado terminara esparcido por todo el piso limpio.

"Dame eso."

Jennie arrojó la sartén y los bollos al fregadero y arrojó el guante sobre la encimera con disgusto.

"Bueno, ahí va lo último de la harina. Tendremos que esperar hasta la próxima semana antes de que pueda usar nuestros cupones de racionamiento para hacer más pan."

Jisoo se acomodó en una silla de la cocina, sus piernas aún temblaban.

Jennie se giró, sus labios fruncidos por la ira se suavizaron en un ceño fruncido perplejo mientras la miraba.

"¿Qué pasa contigo?"

"¿Qué pasa conmigo? Casi me quitaste cien años de vida, eso es lo que pasa. Gran Santa Ágata, pensé que la casa se estaba quemando." Jisoo buscó en su bolsillo un pañuelo y se secó la frente. "Después del día que acabo de tener, no necesito ese tipo de emoción cuando entro a casa por primera vez."

La comprensión apareció en el rostro de Jennie, y se sentó en la mesa frente a su esposa, los panecillos quemados ya se habían olvidado.

"Así es. Hoy fue la gran prueba. ¿Cómo le fue?"

"Bien, bien." Jisoo asintió, dobló su pañuelo bordado en un pequeño cuadrado y lo guardó en su bolsillo. "Fue un poco difícil por un tiempo, hasta que encontré los papeles de Lisa en su mochila, pero luego todo salió bien. Creo que los oficiales alemanes creen que son reales. Pero te diré, Jungkook no estaba muy feliz por eso."

Jennie frunció el ceño ante la mención de su nombre.

Maldito sea ese hombre. ¿Por qué no puede ocuparse de sus propios asuntos? Ya era bastante malo que rompiera el corazón de Roseanne cuando era más joven. ¿Por qué tiene que entrometerse en su vida amorosa ahora?

"No sé. Tal vez sea otra parte de la prueba."

"Hmmph", se quejó Jennie. "De todos modos, no veo por qué De La Cruz está sometiendo a Roseanne y Lisa a estas pruebas. ¿No han pasado por suficiente en toda su vida juntas? ¿No podrían ponerselas fácil por una vez?"

Jisoo se frotó las sienes palpitantes. Sintió que le venía un dolor de cabeza. Uno grande.

"Ya sabes cómo funcionan allí arriba. Nada bueno llega fácil. Gracias a Dios, De La Cruz nos dio una pequeña advertencia sobre esto, así que estábamos listas. Odiaría pensar en lo que podría haber pasado si no lo hubiéramos sabido." Dejó caer las manos sobre la mesa y miró a Jennie. "Sabes, creo que De La Cruz quiere que funcione esta vez tanto como nosotras."