Lo que mejor sabemos hacer.

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JENNIE

Ya a pasado un día y Lisa y Jisoo aún duermen, no imagino lo agotadas que deben de estar. Curiosamente la herida en el abdomen de Lisa no fue perjudicial, parece que ya está muy bien curtida y para ella fue solo un rasguño.

Seguro va a quedar cicatriz en esa ceja que se daño, aún así seguirá viéndose hermosa, incluso así toda herida no deja de verse sexy. Jisoo está igual de lastimada, su madre dijo que ambas tienen varios golpes en el cuerpo independientemente de los de la cara.

Rosie y yo no nos hemos separado ni un segundo de este par de bestias. Aunque claro, Jisoo está en su cuarto y yo me encuentro con Lisa en el suyo. Su madre y las niñas están descansando, nuestros padres alistan las cosas y hacen un par de llamadas para estar seguros de que no hay ningún tipo de peligro. Mi padre va a vender el casino y las propiedades en Los Angeles, va a seguir el consejo de Lisa y volverá a invertir en unas nuevas a discreción. Después de eso volveremos a Corea un tiempo para sanar todo lo que hemos vivido, pero antes necesito saber que Lisa y su familia van a estar bien. Deseo saber sus planes después de todo lo que paso, no creo conveniente que sigan viviendo aquí aunque tampoco espero que se vayan. Tienen muchos negocios familiares aquí y aún más importante, la casa hogar, ¿Quién quedaría a cargo de esos niños?.

También me gustaría convencerlas de que entreguen a Alessandro y a Evans a las autoridades en lugar de torturarlos. No es para menos todo el daño que han hecho a muchas personas, no solos a nosotros. Pero qué peor castigo que pasar el resto de sus días en una cárcel de máxima seguridad. Jamás le volverán a hacer daño a nadie.

—Hmm— Se quejo Lisa

—¿Te duele algo?— Me apresuró a preguntar analizando su rostro

Abrió los ojos poco a poco hasta que se adaptaron a la luz, me mira con recelo.

—¿Y mi madre? ¿Ella? ¿Somi? ¡¿Jisoo?!— Trata de incorporarse de golpe— Mhg— Lleva su mano a la cabeza

—¡Con cuidado!— Me preocupo— estas muy lastimada. Tu madre y hermanas están bien, Jisoo esta en su recámara bajo el cuidado de Rosé— Expongo

—¿Cuánto llevamos dormidas?— Pregunta reposando su espalda en la cabecera de su cama

Este cuarto no se siente como la pequeña casa del muelle, aquí se siente frío y muy solitario. No hay tantos muebles, ni una tele, solo una sala y mesa de centro. Algunas decoraciones y es todo.

—Solo a pasado un día, me alegra que hayas despertado. ¿Cómo te sientes?, ¿te molesta el abdomen?— Sonrió calidamente

—Hmm no— Responde con desdén

—¿Segura?— Inquirí acercándome a mirar sus ojos— Creí que tenías un derrame— Vuelvo a mi lugar

—Segura, ahora si me permites— Se pone de pie con dificultad— quiero darme un baño y vestirme. Aún tengo cosas que hacer— Demanda

–¿De verdad van a torturarlos?— Preguntó directamente, se queda mirándome en silencio— porque.. no solo lo entregan a las autoridades— Propongo

—Esos infelices tienen dinero y por unos cuantos billetes pueden vivir como reyes o aún peor, dejarlos libres y de ninguna forma voy a permitir eso. Voy a terminar a como de lugar con sus miserables vidas— Sentencia con molestia

Supongo que no importa cuanto intente convencerla, ella hará lo que mejor crea conveniente, no puedo contradecirla en esto.

—Bien— Suspire con derrota— antes de salir, me gustaría aprovechar que estamos a solas para agradecerte una vez más por salvar nuestras vidas. Mi vida, la de mis padres, mis tíos, por todos— me pongo de pie y me acerco hasta quedar al frente de ella— Eres demasiado impulsiva y no mides riesgos pero.. nos mantuvieron a salvo, gracias— con atrevimiento me puse de puntillas y acune su cuello con mis brazos reposando mi cabeza en su hombro

La búsqueda y la venganza. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora