El mundo puede llegar a ser un lugar muy oscuro

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JENNIE



Ha pasado un mes más. Es diciembre y la Navidad, sin duda, es mi celebración favorita. En cuanto a lo de Sahir, Lisa y Jisoo no tardaron más de dos días en confrontarnos. Supongo que Rosé y yo no somos precisamente buenas ocultando secretos; tuvimos que contarles cada detalle.

Ambas se negaron rotundamente a la idea de seguir huyendo. Creen que lo más prudente es esperar a Sahir, si es que en verdad tiene algún plan en mente. Redoblaron la seguridad, en casa de mis padres hay diez hombres apostados en diversos puntos, más los cinco que ya tenían, lo que hace un total de quince. Cabe mencionar que cada vez que mis padres salen, esos diez hombres enviados por Lisa los acompañan.

En casa de Rosé, la situación es similar. También hay quince hombres, cinco permanecen vigilando la casa y los otros diez escoltan a mis tíos cuando salen. La actitud de Lisa ha vuelto a ser la de siempre, fría, calculadora, con esa expresión impenetrable que no invita a conversaciones. Jisoo no es diferente. Pero con Rosé y conmigo es otra historia; con nosotras se transforman, mostrando un lado más cálido y cercano.

La seguridad para las hermanas de Lisa y su madre es aún más rigurosa. Ernesto se queda en la casa, con veinte hombres rodeando la zona; se ha convertido en la sombra de mi suegra, literalmente. Amir, por su parte, está con otros veinte hombres en los alrededores del colegio de las niñas. Incluso han infiltrado a hombres y mujeres entre el personal y los estudiantes para controlar quién entra y quién sale del colegio.

Lisa no se separa de mí ni un solo instante, al igual que Jisoo de Rosé, quien la acompaña al hospital todos los días.

—¿Qué te parece aquí? Creo que es un buen lugar para las oficinas, ¿no? —pregunta Lisa a Namjoon.

—Me gusta, aunque me parece excesivo hacer tres. Podríamos compartir la misma oficina los tres —sugiere el castaño.

—No, Jisoo y yo preferimos que cada uno tenga su propio espacio. Habrá ocasiones en las que cada quien atraerá a sus propios clientes, es natural. Es mejor así —Lisa baja el tono de voz, pero puedo escucharla claramente desde unos tres metros de distancia, donde estoy sentada revisando mi celular.

—¿Ah, sí? —Namjoon imita su gesto y también baja la voz.

—Bueno, Jisoo me contó que no tienes novia. Y créeme, en este trabajo conocerás a una infinidad de mujeres. Algunas mayores, tal vez, pero seguro te divertirás en la oficina —Lisa suelta una risita que, sin duda, es suficiente para empezar a encender mi molestia.

—¿De verdad? —El castaño sigue el juego, lo cual me enfurece aún más.

—Sí, tengo algunos conocidos que se dedican a la mecánica automotriz, y en el ámbito han conocido a sus mejores amantes. Normalmente, son mujeres adineradas que no entienden nada de coches. A veces, los problemas son pequeñeces, pero sus maridos no tienen tiempo para ellas, y bueno... ya sabes —Lisa dice en un tono sugestivo.

—Vaya... qué bien informada estás. Pues no me vendría mal una señora que carezca de atención —insinúa Namjoon.

Muy informada diría yo, seguramente espera revolcarse con alguna señora de las que habla, me molesta de sobre manera.


[...]

ROSÉ

— ¡Amor, basta! — regañé a Jisoo, frustrada. — Entiende que no puedes entrar conmigo a quirófano. Ya tengo suficiente con los reclamos de Jackson porque haces lo que quieres. No deberías estar aquí — le dije mientras me acercaba, observándola. Ella me miró con un mohín de disgusto y el ceño fruncido.

La búsqueda y la venganza. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora