№38 Matando cabos sueltos

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. . .

¿Estoy . . . Muerto?

No otra vez por favor.

Ahg, siento que mi cabeza va a explotar, me duelen los brazos y el sonido constante de la lluvia no ayuda en nada.

Si no estoy muerto, creo que si preferiría morir, matenme.

“Hay mi cabeshita, todo me da vueltas” abrí los ojos poco a poco.

¿Dónde estoy?

Casi no hay luz ¡Pero aún así molesta! ¡Apaguen la luz!

¡¿No ven que quiero dormir?!

Me empecé a levantar poco a poco hasta que estaba sentado en mi cama.

“Auch, me duele el cuerpo ¿Cómo le llamaban a esto? ¿Dolor post ejercicio? Ni idea” dije con mi usual voz cansada.

“¿Que fue lo que pasó? ¿Por qué ...?” mis ojos se abriron como platos al recordarlo.

De hecho, ya lo recuerdo, yo ... Mate a otra persona.

Yo . . . Soy otro asesino ¿No?

Fue en defensa propia y lo que digas, pero es más que obvio que alguien los obliga.

¿Con que los amenaza como para estar dispuestos a morir?

Es más, de hecho, no quiero pensar en esto, mucho menos cuando recién despierto de lo que seguramente fueron días de descanso.

Pero, se que tengo que asimilar esto en algún momento, esa línea que acabo de cruzar.

Y se que nunca más podré estar detrás de ella, la línea que pensaba nos separaba de los monstruos humanoides.

Matar, a un igual.

Este sentimiento en mi pecho es ¿Empatía? O ¿Impotencia?

No lo sé, no estoy acostumbrado, bueno, a la impotencia si, Eris siempre quería hacer cosas que nos meten en problemas y ...

¿Y Eris?

“¡¿He?! ¡¿Dónde? ¿Cómo? ¿Dónde?! ¿Dónde están los otros 2?” pregunté alterado al aire.

En ese momento, la puerta se abrió.

“¡Oh! Vaya, veo que despertaste” dijo un Feral ya bastante viejo pero sin llegar a ser senil.

No se que edad tendrá pero si esas de 70 espero verme así a su edad.

Espera

“¡¿Dónde están los demás?!”

“Vaya que te preocupas, pero, todos están bien gracias a ti, salvaste a esos niños y mataste a ese par de secuestradores poderosos, lástima que algunos murieran en el arrebato de ira del joven espadachin” dijo con calma en su voz.

No mentiré, me resulta relajante hasta cierto punto.

¡Pero no estoy para relajarme!

“¡¿Y mis inút.. amigos?!” pregunté.

Bueno ya no tengo derecho a decirles inútiles, sin ellos para debilitar tanto a un sujeto como ese, estaría más muerto que Kaori al final del manga.

Pero yo no tendría tiempo para escribir una carta ni nada.

¡Ta mare Kaori, dile la verdad desde el principiooooo!

“Estan bien, tenemos algunos pocos sanadores, aunque son solo de rango intermedio, fueron suficiente para curarlos de sus lecciones, ya han regresado a la normalidad, físicamente” dijo el anciano.

Mushoku, kono subarashī sekai ni tensei shimashitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora