Mushoku, kono subarashī sekai ni tensei shimashita

№14 Educando a la joven ama idiota

Faltan pocos meses para el cumpleaños de la loca idiota de Eris.

En mi estadía aquí he descubierto que no solo es impulsiva y violenta, si no, también es una idiota.

Cuando pienso en el nombre Eris pienso en una mujer de belleza divina, inteligente y amable.

Pero con ella solo encaja la primera parte de la descripción.

Nunca hace sus tareas de matemáticas, lectura ni escritura.

Solo le interesa aprender espada y magia.

Aunque es bastante mala para está última.

Aún con todo y que puede usar hechizos de fuego básicos sin recitar nada.

Las tsunderes nunca han sido de mi agrado, pero ella está en otro nivel.

Claro que la he intentado ayudar para que sea más amable.

Claro, esto lo hago con el típico y funcional, castigo positivo (algunos lo llaman refuerzo negativo pero está mal dicho así).

Es una forma muy buena para educar a un niño, o entrenar a un perro.

Pero creo que con ella, podría funcionar si evito que tome represalias más tarde.

No quiero que me este molestando por los próximos 5 años así que un poco de mi tiempo invertido en esto es una buena idea.

La niña también es una malcriada que no comprende el valor del dinero.

Por lo que en las salidas que papá me recomendó también voy con Eris.

Tuve que convencer a Phillip y a sus maestras que le dieran un día libre a la semana para que esto fuera posible pero no fue tan difícil como esperaba.

“Felicidades Eris, oficialmente tienes un día libre, y como consecuencia yo también, me largo regreso en la noche”

“¡¿A dónde crees que vas?!”

“Voy a hacer turismo por Roa” dije con aburrimiento.

“Hacer turismo… ¿Entonces vas a recorrer la ciudad? ¿Solo?”

“Yo no veo que alguien venga conmigo”

“¡Eso no es justo! ¡Yo nunca he sido capaz de salir sola, ni siquiera una vez!”

Ella pisó con fuerza en señal de frustración.

“¿Eso no es porque serías secuestrada si sales sola?”

“Bueno, tú también fuiste secuestrado” respondió ella.

Ah, ella tenía razón.

Que raro.

Fui secuestrado porque había estado acompañando a Eris, pero también era verdad que yo era visto como parte de la familia Greyrat.

Era posible que alguien
pudiera tratar de nuevo de pedir un rescate por mí.

Obviamente no le voy a decir eso.

“Idiota, si me secuestraron fue por tu culpa, solo me pasó porque estaba contigo”

Me reí de forma triunfante, solo para que ella levantara su puño como si fuera a golpearme.

Rápidamente me cubrí para protegerme, pero el golpe nunca llegó.

Eso fue inusual.

Ella cruzó sus brazos sobre su pecho y me miró.

“¡Yo también voy!”

“Ni loco”

“¡¿Por qué?!”

“En primera, eres irritante, en segunda, no quiero arriesgarme a que me secuestren de nuevo por tu culpa, y en tercera, eres irritante”